Que sucederá con los precios de los autos cero kilómetro tras la rebaja de impuestos

Se espera una reducción de precios en torno al 20% y comienza a ser clave la estrategia de las marcas para capitalizar la medida anunciada por el gobierno. Sin embargo, existen ciertos matices por la distorsión acumulada que generó el gravamen.

Con la intención de eliminar distorsiones impositivas y generar un incentivo al consumo en un año que se presume de recuperación en el nivel de actividad, el gobierno anunció en del día de ayer una fuerte rebaja en los impuestos a los autos de gama media-alta y alta.

La medida también alcanza a las motos, e incluye la eliminación de los aranceles a la importación de los vehículos híbridos y eléctricos de bajo costo FOB (Free On Board). El primer interrogante que surgió una vez conocida la noticia, es ¿Qué pasará con los precios de los autos cero kilómetro?

Para comprender el impacto de la medida, es necesario observar en detalle la forma en que se estructura la reducción de impuestos anunciada por el ministro de economía Luis Caputo. El impuesto interno a los «autos de lujo» se implementó durante el segundo gobierno de Cristina Fernández, y tenía como intención original gravar de forma progresiva la compra de autos de alta gama.

Con el correr del tiempo, la actualización trimestral de las mínimos valores imponibles se dio a un ritmo mucho más lento que el de la inflación mensual, generando una enorme distorsión. El gravamen que se pensó de forma redistributiva para recaer sobre los autos más caros, terminó impactando a la larga sobre más del 70% de los modelos que se producen en el país.

La distorsión hizo que muchas de las terminales «pisen» los precios de ciertos modelos, a fin de que no sean alcanzados por el gravamen. El impuesto interno recae actualmente sobre los automóviles cero kilómetro con un valor superior a los $42.000.000, y se estructura por escalas, gravando más a los autos más caros.

El impuesto interno se pensó originalmente para recaer sobre los autos más caros, pero terminó impactando a la larga sobre más del 70% de los modelos que se producen en el país. Tras el anuncio, la reducción de precios debería ubicarse en torno al 20%.

La escala 1 del impuesto interno es del 20% y recae sobre los automóviles cuyo valor es de entre $42.000.000 y $78.000.000. La incidencia de la escala 1 sobre los precios finales de las unidades cero kilómetro en este segmento, se estima en un 25%. La rebaja a cero de la escala 1, supone por lo tanto una baja inmediata en los precios finales de los automóviles.

La escala 2 en tanto es actualmente del 35%, y alcanza a los vehículos cuyo valor supera los $78.000.000. La incidencia del impuesto en los precios de este segmento, supera incluso el 50%. En base al anuncio de ayer, la escala 2 pasará a ser del 18%, con lo cuál el impacto en los precios se reduciría al terreno del 22%.


¿Qué sucederá con los precios de los cero kilómetro?


A priori, el impacto inmediato de la reducción de impuestos anunciada por el gobierno, debería traducirse en una baja sensible en los precios de los autos comprendidos en los segmentos que hoy son alcanzados por el gravamen interno. No obstante, hay ciertos matices y comenzará una batalla entre las marcas por acaparar la atención del mercado.

Alta gama. Los segmentos más caros, serán los más beneficiados por la reducción de impuestos.

Un ejemplo sencillo. Una SUV que hoy tiene un precio de $60.000.000 incluyendo el impuesto interno (escala 1), debería bajar al terreno de los $45.000.000. En tanto, un vehículo de alta gama cuyo valor se ubica en $100.000.000 con impuesto incluido (escala 2), podría tener un precio en torno a los $83.000.000.

Las marcas comienzan a desplegar su estrategia para acaparar la atención del mercado con la reducción de precios, y capitalizar para sí la rebaja de impuestos. Una SUV que hoy cuesta $60 millones podría pasar a valer $45 millones.

Es allí donde comienza a ser relevante la batalla de las marcas, que pugnarán por acaparar la atención de los clientes y capitalizar para sí el impulso al consumo que supone la rebaja de impuestos. Además, en la percepción del mercado, aquella marca que no reduzca los precios quedará expuesta frente a las que trasladen la rebaja de impuestos a sus clientes.

Sin embargo, hay un punto no menor. Dada la distorsión que venía generando el impuesto, muchas terminales fabriles venían «pisando» el precio de ciertos modelos, a fin de que no sean alcanzados por el tributo. Así, un vehículo cuyo precio «real» podía estar en torno a los $46.000.000 era comercializado por $41.000.000. En ese rango de vehículos, podría generarse el efecto inverso, y la eliminación de la escala 1 del impuesto interno, podría generar suba de precios.

En ese marco, la estrategia de posicionamiento de las distintas marcas será crucial y determinante. Versiones señalan que algunas de las automotrices más importantes del país comenzarían a realizar importantes anuncios en cuanto a los nuevos precios en la mañana de hoy. La competencia por la porción de mercado, supone que los beneficiados serán esta vez los clientes.


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