Producción ovina sostenible: el bagazo de cebada como recurso forrajero 

Es un subproducto de la industria cervecera que emerge como una opción nutritiva y sustentable para suplementar la alimentación de los animales, en San Carlos de Bariloche y sus alrededores. Su utilización permite abordar dos desafíos clave: proporcionar alimento durante períodos críticos como el invierno y transformar un residuo ambiental en un recurso valioso para la ganadería local. 

Cada año en Bariloche se generan unas 700 toneladas de bagazo de cebada húmedo, que suelen acumularse como desecho. Este material, rico en proteínas, se presenta como una solución estratégica para los productores ganaderos, especialmente en época de escasez de forraje como en invierno. Algunos ganaderos cercanos a cervecerías ya aprovechan este subproducto el mismo día de su descarte, almacenándolo en pilas o tambores plásticos y distribuyéndolo como suplemento diario. 

Con el objetivo de comprender mejor las percepciones de los productores sobre las ventajas y desventajas del uso del bagazo, el grupo Sistemas de Alimentación, Producción y Bienestar Animal del INTA EEA Bariloche e IFAB (INTA-Conicet) realizó entrevistas a productores locales. 

Entre los beneficios destacados los productores señalaron que el bagazo es un suplemento nutritivo, económico y bien aceptado por los animales. Su alto contenido proteico permite reemplazar suplementos comerciales y mejorar el peso y la condición corporal de los animales, incrementando la producción de carne. Además, se destacó que su disponibilidad local lo convierte en una opción práctica para reducir costos y pérdidas económicas en momentos críticos. 

No obstante, los productores encuestados señalaron algunos desafíos. Por un lado, mencionaron que los animales tienden a permanecer cerca del bagazo, lo que podría favorecer la erosión en las áreas circundantes. Además, en la producción lechera, el consumo de bagazo puede alterar el sabor de la leche. El transporte del bagazo también supone costos elevados y presenta complicaciones logísticas. Otro aspecto relevante es su alto contenido de humedad, lo que lo hace susceptible a una rápida descomposición, requiriendo recolecciones más frecuentes. 

El alto contenido proteico del bagazo permite reemplazar suplementos comerciales y mejorar el peso y condición corporal de los animales, incrementando la producción de carne.

Atendiendo a esto último, se probaron diferentes formas de conservación del bagazo húmedo y su impacto en los parámetros de calidad forrajera por 40 días, en el Laboratorio de Calidad de Forrajes, Alimentos y Nutrición Animal del INTA EEA Bariloche – IFAB (INTA–Conicet). Los métodos de conservación evaluados fueron: disposición en una pila sobre el suelo expuesto al aire, dentro de una bolsa cerrada sin exposición al aire y dentro de una bolsa cerrada sin exposición al aire mezclado con pellet de alfalfa como fibra agregada. 

En este ensayo se observó que, mientras en el bagazo en pila y en el bagazo en bolsa cerrada se mantuvo el 80% de humedad inicial, el bagazo mezclado con fibra redujo su humedad al 55-60%. Y, para resaltar, el efecto de disminuir la exposición al oxígeno mediante el almacenaje en bolsa cerrada y/o mezclada con fibra, se observó un tipo de fermentación por “ensilado”, lo que ayudó a conservar varios parámetros de calidad en el tiempo, prolongando su vida útil. 

Estos resultados indican que el almacenamiento hermético y, mayormente con la mezcla con fibra, podrían ser estrategias prometedoras para estabilizar el bagazo. No obstante, es necesario continuar investigando para desarrollar un ensilado que sea estable y utilizable durante períodos más prolongados

Este estudio liderado por los investigadores del grupo Sistemas de Alimentación, Producción y Bienestar Animal del INTA EEA Bariloche e IFAB (INTA-Conicet), aporta datos novedosos sobre la percepción de usuarios del bagazo de cerveza y ofrece alternativas de conservación para su mejor aprovechamiento, abriendo nuevas posibilidades para su integración en las estrategias de alimentación animal. 

En un contexto de cambio climático y necesidad de prácticas más sostenibles, iniciativas como ésta, muestran que es posible combinar productividad con el cuidado ambiental, mejorando tanto los resultados económicos como la sostenibilidad de los sistemas ganaderos locales

(*) Trabajaron sobre este tema: Verónica Caballero, Noemí Cayú, Facundo Gómez, Laura Villar, Mercedes Odeón, Sofia Hara, Karina Cancino, Brenda García Falabella y Sebastian Villagra. 


Cada año en Bariloche se generan unas 700 toneladas de bagazo de cebada húmedo, que suelen acumularse como desecho. Este material, rico en proteínas, se presenta como una solución estratégica para los productores ganaderos, especialmente en época de escasez de forraje como en invierno. Algunos ganaderos cercanos a cervecerías ya aprovechan este subproducto el mismo día de su descarte, almacenándolo en pilas o tambores plásticos y distribuyéndolo como suplemento diario. 

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