Presentan proyecto de ley para modificar el monotributo

Iniciar cualquier actividad económica y hacerlo con el encuadre legal y formal, requiere en Argentina una enorme cantidad de trámites. Una carga burocrática que se reparte en los organismos de los tres niveles de gobierno, nacional, provincial y local.

En términos impositivos, la puerta de entrada es el monotributo, también llamado “régimen simplificado”, creado a fines de la década de los ‘90 a fin de facilitar el ingreso de los nuevos contribuyentes en un esquema menos gravoso y riguroso que el régimen general, y procurando reducir la informalidad.

A casi 25 años de su creación, el paso del tiempo, la distorsión de precios que genera la inflación sostenida, la falta de actualización de los parámetros de entrada y salida, y la no adecuación del régimen simplificado a la realidad económica, hicieron que aquello que se pensó como un esquema que promueva la formalidad, termine siendo un esquema rígido que entorpece la actividad de quienes inician un negocio o emprendimiento. La revisión de la estructura del monotributo, es un reclamo desde hace años.

Por lógica, la respuesta debe provenir de la política. Y siempre que se trata de impuestos, las urgencias recaudatorias tienen prioridad por sobre el objetivo de adecuar el impuesto a las necesidades de quien emprende.

En este sentido, parte del bloque de diputados de Juntos por el Cambio, con apoyo de los diputados José Luis Espert y Javier Milei, acaban de presentar una iniciativa para reformar el régimen simplificado. El proyecto presentado por el diputado Martín Tetaz plantea la reforma de la Ley 24.977 con la cual se creó el régimen simplificado.

“La reforma del monotributo aliviará la vida de tres millones de pequeños emprendedores, comerciantes, profesionales y trabajadores de oficios, simplificando y reduciendo impuestos a los que producen y arriesgan”, manifestó Tetaz en sus redes sociales.

La iniciativa introduce una serie de cambios que buscan reducir la carga impositiva en el segmento más bajo de contribuyentes, y volver a simplificar el régimen, haciéndolo más flexible.
El proyecto prevé transformar en cuatro las once categorías que tiene hoy el monotributo.

La primera (I), rige solo para el primer año de actividad en el que no se pagará impuesto alguno.

La categoría II, denominada “de ingresos bajos”, incluye a los pequeños contribuyentes que facturen hasta 12 canastas básicas de INDEC al año. Esta categoría tampoco pagará el impuesto. La intención es que un monotributista pueda iniciar su emprendimiento y facturar el importe que le permite salir de la pobreza (Canasta Básica Total (CBT) de Indec), sin tener que tributar. En la actualidad la CBT se ubica en $76.143,13, con lo cual la iniciativa implica que nadie que facture menos de $913.753,56 pagaría el monotributo. Además, dado que la CBT se actualiza mes a mes, el tope se actualizaría de forma automática.

La categoría III, denominada de “ingresos medios”, incluiría a quienes superen la categoría II y facturan hasta un monto anual equivalente a 36.000 UVA’s. La denominación en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA’s) garantiza que los límites de facturación se actualizarán de forma automática. La cotización actual de la UVA se ubica en $101,65, con lo cual el límite de la categoría III se establecería en $3.659.400. El impuesto a pagar sería del 2% de la facturación.

La categoría IV, incluiría a quienes habiendo superado la categoría III, facturen hasta un monto anual equivalente a 144.000 UVA’s, es decir $14.637.600. El impuesto a pagar sería del 4% de la facturación.

La segunda modificación de la iniciativa de Juntos por el Cambio, radica en el paso del régimen simplificado al régimen general. Actualmente atravesar ese límite implica que quienes dejan de ser monotributistas no solo deben comenzar a liquidar Impuesto al Valor Agregado, sino que quedan alcanzados por el Impuesto a las Ganancias por la totalidad de su facturación. La modificación permitiría que al pasar al régimen general, solo se tribute Ganancias por el excedente respecto al límite establecido en la categoría IV.

Otra de las barreras que enfrentan hoy los monotributistas, es el bajo nivel de reconocimiento de parte de las obras sociales. La iniciativa propone que el pago de obra social sea optativo.

Por último, el proyecto establece un aporte del 1% de la facturación al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el cual permitiría acceder a la jubilación mínima.