¿Por qué Cammesa rechaza el mismo bono con el que Caputo le pagó a las generadoras?
El gobierno nacional defaulteó a las generadoras eléctricas en el verano para sostener el superávit fiscal, y luego las obligó a tomar el AE38, que cotizaba 50% bajo la par. Esta semana y tras el lunes negro de las finanzas globales, ese mismo bono cotiza hoy al 41%.
El dato comenzó a circular con fuerza el fin de semana y promete nuevos episodios. La empresa mayorista de energía eléctrica (Cammesa), bajo control estatal, se niega a recibir como parte de pago el mismo bono con en que hace apenas dos meses canceló su propia deuda con las generadoras.
El gobierno de Javier Milei se propuso alcanzar rápidamente el superávit fiscal al inicio del año, y logró mostrar resultados en apenas un mes de gestión. Lo hizo a costa de licuar jubilaciones, pisar el presupuesto universitario, y «postergar pagos» de diversa índole, entre ellos, la energía.
Entre las empresas no dudan en señalar que el ministro de economía Luis Caputo, «defaulteó» la deuda con las generadoras eléctricas durante los primeros cuatro meses del año. En efecto, solo por la electricidad, la deuda de Cammesa ascendía a u$s 1.300 millones en el mes de abril. Y a ello se sumaban otros u$s 900 millones con las empresas que forman parte del Plan GasAr.
Habitualmente en una reestructuración del deuda el deudor puede utilizar diversos mecanismos para sortear los vencimientos. Puede por ejemplo ofrecer un plan de pago, o una quita de capital, o un canje de instrumentos mejorando plazos y tasas. En general, todo queda supeditado a la aceptación del acreedor.
El ministro Caputo levantó el default de Cammesa entregando de forma compulsiva a las generadoras eléctricas un bono a 2038, con una quita del 50%. Hoy la propia Cammesa no acepta ese bono como parte de pago.
En este caso en cambio, el gobierno obligó a las generadoras a aceptar de forma compulsiva la cancelación de la deuda mediante el AE38, un bono a 14 años que en el mes de mayo cotizaba 50% bajo la par. Implica que al momento de tomar como pago el instrumento, las generadoras aceptaron una quita inmediata de al menos el 50%.
Increíblemente, tres meses después Cammesa se niega a aceptar que las distribuidoras minoristas de electricidad, le entreguen el AE38 como parte de pago por la energía que les provee. Se trata de empresas que en muchos casos están en manos del sector público provincial, con lo cuál el golpe es directo sobre las arcas provinciales.
Lunes negro
El colpaso de las bolsas de valores que comenzó el Japón durante la madrugada del pasado lunes, que luego se replicó en Europa y más tarde alcanzó a Wall Street, también incrementó la incertidumbre sobre el riesgo argentino, y arrastró a los papeles argentinos en todo el mundo.
Al cierre de una jornada negra para las finanzas globales, los bonos argentinos caían en promedio un 4%, las acciones argentinas que cotizan en Ney York lo hacían un 6%, y el riesgo país perforaba la barrera de los 1.700 puntos básicos. No fue la excepción con el AE38, que cayó en torno al 3% a tono con el escenario.
Al día de la fecha, el AE38 cotiza con una paridad de 41,09%. Es decir casi un 9% por debajo que en el momento en que Cammesa obligó a las generadoras a tomar de forma compulsiva y como parte de pago, el mismo instrumento que hoy le rechaza a los gobernadores. Significa que si el tenedor del AE38 decidiese liquidar hoy el papel (en lugar de esperar hasta 2038), sufriría una quita del 58,91%.
Dato
- 41,09%
- La paridad actual del AE38 que Caputo entregó en mayo a las generadoras eléctricas y que hoy Cammesa se niega a recibir.
¿Por qué Cammesa no acepta su propio medio de pago?
Todo se resume a una palabra: confianza. Los procesos de re estructuración de deuda suponen que el deudor no puede afrontar los vencimientos, pero que tiene voluntad de pago. El acreedor decide por lo tanto renovar la confianza en el deudor, y aceptar el plan de re estructuración. Tal fue el caso del default de Cammesa con generadoras como Central Puerto, Pampa Energía o YPF Luz.
No se comprende exactamente cuál es la estrategia que persigue el Estado nacional al desconocer su propio instrumento de deuda. Probablemente se deba a una burda desinteligencia administrativa. En tal caso la misma debiera ser rápidamente revertida.
En caso contrario, se trata de una maniobra insólita y pocas veces vista. No solo porque el Estado Nacional vuelve a montar el superávit de su ecuación fiscal sobre una estructura endeble, entregando como pago un instrumento propio en el que no confía, y negando a las provincias la posibilidad de cancelar su deuda por la misma vía.
Si la confianza en el instrumento utilizado para la reestructuración se rompe, lo que se quiebra es la confianza en el deudor. Tal es el peligro que genera la decisión de Cammesa de no aceptar el AE38 que ella misma ofreció como medio de pago.
Además porque significaría sepultar definitivamente para la gestión de Javier Milei y Luis Caputo la posibilidad de volver a re estructurar deuda en cualquier ámbito y oportunidad. La treta de entregar como pago un instrumento que el propio deudor considera sin valor, puede funcionar una sola vez.
Si la confianza en el instrumento utilizado para la reestructuración se rompe, lo que se quiebra en realidad es la confianza depositada en la voluntad de pago del deudor. Tal es el peligro que genera la decisión de Cammesa de no aceptar el AE38 que ella misma ofreció como medio de pago. Lo saben los inversores externos que operan con las generadoras, y lo tienen clarísimo los gobernadores que se quedaron con el AE38 en la mano.
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