Por el atraso cambiario, el turismo se lleva al exterior la totalidad de los dólares que genera Vaca Muerta

El dato surge de los propios registros oficiales y deja a la vista la inconsistencia temporal del programa financiero y cambiario. El Banco Central sigue sin poder acumular reservas en vísperas de la primera meta acordada para junio con el Fondo Monetario.

Las propias usinas oficiales de estadística volvieron a dejar a la vista esta semana el atraso cambiario, principal problema de la coyuntura económica en la gestión Milei, el cuál sigue presente pese a la exitosa flexibilización del cepo cambiario, del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y la inflación a la baja.

El dato es más que elocuente: por cada dos dólares que genera Vaca Muerta vía exportaciones de energía, el gasto por turismo y compras en el exterior de argentinos se lleva tres. En otras palabras, todo lo que el complejo energético suma para fortalecer la balanza de pagos en un contexto de escasez de divisas, se diluye por los gastos de argentinos en el exterior.

La información surge de dos usinas de información oficial, el Indec y el Banco Central (BCRA). El organismo de estadísticas informó la semana pasada que en el mes de abril el ingreso de turistas desde el exterior se incrementó un 8,3% interanual, mientras que la salida de turistas argentinos al exterior creció un 30,5% en relación a abril de 2024.

La entidad monetaria en tanto, publicó el viernes el Informe de la Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario correspondiente al mes de abril, de donde se desprenden una serie de datos que ponen a la vista que pese a la flexibilización del cepo cambiario y al espaldarazo del acuerdo con el FMI, los efectos del atraso cambiario están lejos de extinguirse.

Con Vaca Muerta no alcanza para solventar el turismo


El dato publicado por el BCRA este fin de semana ofrece un contraste crudo pero real: los dólares que hoy genera la energía, no son suficientes para saldar el déficit que generan los argentinos con viajes al exterior y consumos con tarjeta en el extranjero en la cuenta corriente.

En efecto, durante el pasado mes de abril el rojo por viajes al exterior ascendió a US$863 millones. Un incremento del 157% en relación a los US$335 millones que salieron en abril de 2024. Asimismo, en el acumulado de los primeros cuatro meses de 2025 salieron del país US$3.613 millones por viajes al exterior y compras con tarjeta en el extranjero, un incremento de 242% respecto al mismo lapso de 2024.

En los primeros cuatro meses de 2025, el aporte de Vaca Muerta en relación al ingreso de divisas representa apenas el 66% del egreso de divisas por viajes al exterior y consumo con tarjetas de crédito en el extranjero.

El contraste con el ingreso de divisas que aportó el complejo energético, es descriptivo. Vaca Muerta es por estos días el sector más dinámico de la economía nacional, y el de mayor potencial de crecimiento en materia de exportaciones. En los primeros cuatro meses de 2025, el complejo energético generó ingreso de divisas por US$2.404 millones, un incremento del 58% en relación a los US$1.521 millones de 2024.

La cuenta está a la vista. El aporte de Vaca Muerta en relación al ingreso de divisas representa apenas el 66% del egreso de divisas por viajes al exterior y consumo con tarjetas de crédito en el extranjero, en los primeros cuatro meses de 2025.

Sin embargo, el desequilibrio no se acota al inicio del año 2025, sino que es una tendencia que se replica y se profundiza a lo largo de toda la gestión económica de Javier Milei. El economista Amilcar Collante recopiló los datos de Balance Cambiario en Energía versus Turismo desde enero de 2024, en base a los datos oficiales.

El resultado vuelve a ser elocuente. En los primeros 16 meses de la presidencia de Javier Milei ingresaron al país US$5.940 millones por exportaciones del complejo energético. Como contracara, desde enero de 2024 salieron del país US$9.301 millones por turismo más consumos con tarjeta en el exterior. La proporción es la misma: por cada dos dólares que genera la energía, el turismo se lleva tres.

El ahorro en dólares y la meta de reservas


La letra fría del acuerdo con el Fondo Monetario establece que para el próximo 13 de junio el Banco Central debiera haber reunido al menos US$4.500 millones de reservas, contados desde la firma del acuerdo a mediados del mes de abril.

La realidad es que desde la firma del entendimiento, las reservas no solo no han crecido, sino que han caído semana a semana. Distintas estimaciones señalan que las reservas netas de la entidad se ubican en este momento en unos US$8.000 millones en negativo (los desembolsos del organismo multilateral no se contabilizan).

Así las cosas, el BCRA debería reunir unos US$4.000 millones de reservas en las próximas dos semanas para lograr el objetivo. Ni si quiera los funcionarios más optimistas dentro del gobierno creen que eso sea posible, e incluso el propio FMI ya dio a entender que será flexible ante lo que ya es un hecho: Argentina incumplirá la meta firmada hace menos de 60 días con el organismo.

El BCRA debería reunir unos US$ 4.000 millones de reservas en las próximas dos semanas para evitar lo que parece un hecho: Argentina incumplirá la meta firmada hace menos de 60 días con el FMI.

El dato permite comprender mejor el énfasis del gobierno en las últimas dos semanas para lograr la ansiada «monetización endógena» con los dólares del colchón. La decisión de no comprar reservas hasta que el tipo de cambio llegue al piso de la banda de flotación, solo deja a la mano tres canales de ingreso de divisas: exportación, deuda y los dólares que los argentinos guardan y atesoran.

La competitividad de las exportaciones argentinas languidece al ritmo del atraso cambiario. La deuda en tanto, aún no mueve la aguja: los ingresos que restan de parte de organismos multilaterales se demoran y la colocación de Bontes la semana pasada, aportó apenas US$1.000 millones. Lo cierto es que los dólares guardados, lejos de salir a la luz para aportar monetización, se siguen engrosando.

Los datos oficiales del BCRA muestran que tras la apertura del cepo cambiario para personas físicas, el atesoramiento se incrementó notablemente en abril. De hecho, la formación neta de activos externos de residentes del sector privado no financiero registró en el mes de abril un resultado deficitario de US$2.010 millones. De ese total, las compras de billetes ascendieron a US$1.839 millones y los egresos netos en concepto de divisas a US$171 millones.