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Pese a los pronósticos, la economía cierra el año en alza

El nivel de actividad muestra un crecimiento acumulado del 6,4% en 2022. Construcción, comercio e industria, los tres sectores que motorizan la economía.

Al hablar de la macroeconomía argentina, existen una serie de “verdades” instaladas en los análisis económicos, los debates políticos, y los medios de comunicación. Construcciones discursivas que parecen no estar en discusión y que suelen no recibir cuestionamiento alguno al ser repetidas como un mantra.
Una de esas afirmaciones indica que “la economía argentina no crece desde 2011”.


La sentencia tiene fundamento en la estadística, pero se ha convertido en un simplismo de barricada y omite un enorme cúmulo de datos que muestran que pese a las restricciones estructurales que arrastra hace décadas, la economía argenta goza de buena salud.


En este sentido, el primer elemento a tener en cuenta es la vertiginosa recuperación del nivel de actividad en la pos pandemia. La caída del 10% que registró el producto en 2020 a raíz de las cuarentenas para prevenir el Covid, fue recuperada por completo y en un solo año. Solo ese dato sirve para desmentir la ausencia de crecimiento.

“La economía argentina no crece desde 2011”. La sentencia tiene fundamento estadístico, pero se ha convertido en un simplismo que omite un cúmulo de datos que muestran que pese a las restricciones estructurales la economía argenta goza de buena salud.


No obstante, cierto es que al observar la serie completa, el Producto Bruto Interno (PBI) del tercer trimestre de 2022 medido a precios constantes del año 2004 (es decir, eliminando la incidencia de la inflación), es muy similar al del año 2011 (ver gráfico).


El Indec publicó esta semana el “Informe de avance del nivel de actividad” referido al tercer trimestre de 2022, un documento que permite abordar los datos acerca del crecimiento desde diferentes perspectivas.
El primer dato saliente, es que el PBI argentino creció un 5,9% interanual en el tercer trimestre del año.

El número es por demás auspicioso si se tiene en cuenta que las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) preveían un 4% para todo el año 2022. Si se considera el avance acumulado de los tres primeros trimestres del año, resulta que la economía creció un 6,4% respecto al mismo periodo de 2021.


En pocas palabras, el nivel de actividad a esta altura del año, es mucho mejor que el que pronosticaban los especialistas, e incluso mejor que el que señala el termómetro de la percepción de los propios agentes económicos.


Sector por sector


Al desentrañar tal evolución sector por sector, resulta crucial que el núcleo productivo de la economía real se muestre dinámico. Se trata de los tres sectores que incluyen el grueso del empleo registrado nacional: industria, construcción y comercio.

El informe de Indec señala que en el tercer trimestre dichos sectores avanzaron un 6,4%, 7,5% y 7,3% respectivamente. Una clara señal de que pese a la inflación, la escasez de divisas, y las restricciones para importar, la economía argentina está en movimiento y lejos de una recesión.

Buena salud. La industria argentina creció un 6,4% en el tercer trimestre.


En los extremos, resalta la performance del sector asociado al turismo: hoteles y gastronomía creció un 37,3% interanual, un claro reflejo de lo atractivo que le resulta a los turistas extranjeros un destino con una ecuación cambiara como la argentina.


En el otro extremo, el tercero no fue un buen trimestre para las actividades primarias. Agricultura y ganadería retrocedieron un 0,8% interanual, mientras que la pesca lo hizo un 1,5%.


Foco en la demanda agregada


La medición que realiza el Indec respecto a la evolución del PBI, tomo como referencia la tradicional ecuación keynesiana de la Demanda Agregada, en la que existen cuatro grandes agentes que mueven la creación de valor agregado en el país: las familias, las empresas privadas, el sector público, y el resto del mundo.


Respecto al primero, el consumo privado que realizan los habitantes y las familias del país, sigue siendo el principal motor del producto. En el tercer trimestre del año y a precios constantes de 2004, el consumo representa el 69,2% del PBI. Implica que 7 de cada 10 pesos que genera la economía argentina, provienen del gasto de las familias.

He aquí la razón por la cual ninguna estrategia de crecimiento sustentable puede llevarse adelante sin considerar la evolución del salario real y la capacidad de compra de los hogares argentinos.
Al respecto, resulta que el consumo medido a precios constantes (sin inflación), creció un 10,2% en el tercer trimestre. Una muy buena señal.


La inversión es el segundo componente de la demanda, y representa el gasto de las empresas destinado a la reposición del capital y al incremento de la capacidad productiva.
Ninguna economía puede sostener el crecimiento en el tiempo sin que crezca la inversión, dado que es el componente que garantiza a largo plazo la empleabilidad y el incremento de la producción de bienes y servicios.

En el 3° trimestre, el consumo representa el 69,2% del PBI. Implica que 7 de cada 10 pesos que genera la economía argentina, provienen del gasto de las familias.


En este sentido, hay dos datos clave. El primero es que la inversión en el tercer trimestre representa el 22% del PBI. El segundo es que el fue la componente de la demanda agregada que se mostró más dinámica el último año, creciendo un 14% interanual a precios constantes.


El tercer componente de la demanda agregada, es quizá el más sensible: el gasto del sector público. Una y otra vez se señala la incidencia que tiene el crecimiento del gasto en la imposibilidad del Estado de financiar su propio déficit con recursos propios.


En este sentido, los datos del tercer trimestre de 2022 muestran que mientras el consumo y la inversión crecen, la incidencia del gasto público en la demanda retrocedió un 0,1% interanual a precios constantes. Una muy pequeña señal que habla del recorte que el gobierno nacional lleva a cabo en diferentes partidas en 2022 a tono con las exigencias que impone el acuerdo con el Fondo Monetario.


Por último, el dato referido al comercio es llamativo. La última parte del año está atravesada por las restricciones impuestas a la importación de bienes. No obstante la estadística muestra que en el tercer trimestre las importaciones crecieron un 21% interanual a precios constantes, mientras que las exportaciones cayeron un 4,6%. Esa es exactamente la ecuación que Massa se propone revertir.

Dato

69,2%
Es la proporción del PBI que se explica por el consumo de las familias.

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