Ocho de cada diez argentinos creen que es imposible tomar un crédito
Los vaivenes de la economía, el miedo a no poder sostener los compromisos de deuda y las altas tasas, entre las razones más fuertes de la tendencia. A pesar de los prejuicios y la desinformación, la mayoría sigue creyendo que el crédito es una llave indispensable para el desarrollo productivo.
La relación de los argentinos con el crédito es tortuosa, y ligada estrechamente a la memoria colectiva de las diferentes crisis que atravesó la economía en épocas recientes. El escepticismo, la desconfianza en las instituciones bancarias, en la dirigencia política, y la falta de información y educación financiera, fortalecen la tendencia.
Una investigación recientemente presentada por Ualá junto a la consultora Trendsity, refleja la aversión al crédito que existe entre los argentinos, y detalla las diferentes barreras que se interponen entre el ciudadano común y la posibilidad de acceder al financiamiento.
Según el estudio realizado a nivel regional sobre 3.000 casos y respetando proporcionalidades por edad y género, la relación con el crédito está marcada por tensiones y prejuicios, especialmente en el desafiante contexto económico-financiero. Agrega que un 22% de los argentinos evita recurrir a préstamos debido a las altas tasas de interés, un 17% a causa de la inestabilidad económica del país y un 13% por el temor al endeudamiento.
Prejuicios y desinformación
El estudio de Ualá y Trendify señala que los preconceptos, sumados a la desconfianza hacia las instituciones financieras, operan como barreras simbólicas que alejan a las personas del crédito y de la posibilidad de acercarse al sistema financiero en cualquiera de sus formas.
En este sentido, los datos muestran que el 54% de los argentinos cree que sólo una persona bancarizada puede acceder al crédito. Es decir, pese a uso extendido de billeteras virtuales, criptomonedas y plataformas de inversión online, la mayoría desconoce acerca de las nuevas herramientas disponibles.
«El miedo sólo pone barreras al momento de acceder a este tipo de herramientas, que pueden resultar muy valiosas para la vida cotidiana, ya sea para concretar un proyecto personal, encarar estudios o bien comenzar un emprendimiento»
Joaquín Dominguez, VP de Crédito de Ualá
Además, el 46% de los argentinos indica que, en caso de necesitar plata, el préstamo o crédito sería su última alternativa. En efecto, el 42% de los encuestados afirma que antes que endeudarse en el sistema financiero prefiere financiarse informalmente, por ejemplo pidiéndole plata a un familiar o amigo antes que recurrir al banco.
“Hacemos hincapié en la educación financiera, porque la falta de conocimiento genera preconceptos en torno al crédito» expresó Joaquín Dominguez, VP de Crédito de Ualá. Agregó que «el miedo sólo pone barreras al momento de acceder a este tipo de herramientas, que pueden resultar muy valiosas para la vida cotidiana, ya sea para concretar un proyecto personal, encarar estudios o bien comenzar un emprendimiento».
En efecto, el desconocimiento respecto a la propia calificación crediticia, es otra de las notas salientes. Solo 5 de cada 10 personas consultadas cree que en caso de solicitar un crédito podría obtenerlo, mientras que un 33% afirma no saber que respuesta obtendría.
Emprender y consumir, los motivos principales
En relación a las razones que llevan a las personas a endeudarse, el estudio resulta muy descriptivo de la coyuntura que atraviesa la economía nacional en Argentina. Resalta además, que quienes ya solicitaron y cancelaron un crédito en el pasado, son los más asiduos a solicitarlo nuevamente.
Al respecto, las principales razones que los argentinos encuentran para solicitar financiamiento tienen que ver con la posibilidad de generar un emprendimiento productivo, con la necesidad de adquirir un bien en particular, o a fin de saldar deudas previas.
La mayoría de los consultados en el estudio (47%) indicaron que tomarían un crédito para comenzar o invertir en un emprendimiento, mientras que un 39% afirma que lo haría para comprar bienes durables tales como un auto, una computadora o una vivienda, un 25% lo haría para cubrir gastos inesperados, mejoras en el hogar y/o mudanzas, y un 22% para pagar deudas.
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