Medicamentos del PAMI: por qué el gobierno de Javier Milei vuelve cargar el ajuste sobre los jubilados

ANÁLISIS │ Las condiciones establecidas para sostener la cobertura de los medicamentos al 100%, dejan afuera a beneficiarios que son literalmente indigentes. La justificación oficial es que el beneficio se mantendrá a quienes "realmente lo necesitan". El subsidio a la demanda, y la "inversión" en la carga de la prueba.

Mediante una resolución del PAMI que se dio a conocer este lunes, el gobierno de Javier Milei oficializó el recorte a la entrega de medicamentos con una cobertura del 100% para miles de jubilados y pensionados, que ahora deberán realizar un trámite para intentar recuperar el beneficio.

En un breve comunicado publicado en las redes sociales del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), se explican los motivos de la medida. «Como parte de una gestión planificada y eficiente, nos vimos en la necesidad de llevar a cabo readecuaciones en las coberturas de medicamentos a lo largo de este año, en distintas etapas», expresa.

La obra social atiende a más de 5 millones de beneficiarios del sistema previsional argentino, y la medida que acaba de darse a conocer es la virtual eliminación del plan «Vivir Mejor», estructurado a principios de 2020 por la gestión de Alberto Fernández para garantizar el acceso con cobertura del 100% en los medicamentos prioritarios para millones de jubilados.

Según fuentes que conocen de cerca el mercado farmacéutico, lo que acaba de anunciar el gobierno es «el fin del subsidio a la oferta», transformando el beneficio en «un subsidio a la demanda». En otras palabras, el PAMI dejará de comprar cajas de medicamentos para entregar a sus afiliados, y comenzará a analizar caso por caso la necesidad de cada jubilado o jubilada.

En efecto el comunicado de PAMI expresa que «vamos a continuar con la cobertura de medicamentos al 100% como lo indica la legislación vigente». Agrega que «seguiremos garantizando el acceso total de medicamentos mediante el subsidio social para todos aquellos que realmente lo necesiten«.

Este último párrafo encierra gran parte del espíritu que moviliza la medida: la decisión del recorte parte de la sospecha del gobierno de que hay beneficiarios que «realmente no necesitan» la cobertura al 100%. Desde ahora, los beneficiarios que consideren que tienen elementos para probar que necesitan la cobertura, deberán hacer un trámite para probarlo.

En definitiva, lo que acaba de hacer el gobierno de Javier Milei es invertir la carga de la prueba: deja de suponer que todos los jubilados necesitan ayuda para pagar sus medicamentos, y obliga a los beneficiarios a solicitar la cobertura de forma explícita. El análisis se traslada entonces al terreno de los requisitos impuestos para sostener la cobertura al 100%.


La motosierra, sobre jubilados indigentes


Una de las banderas que enarbola el presidente Javier Milei cada vez que repasa los logros de su primer año de gestión, es el haber llevado adelante un ajuste equivalente al 15% del Producto Bruto Interno (PBI) en los primeros tres meses de su gestión. Los propios datos de ejecución presupuestaria del ministerio de economía de la Nación, reconocen que al menos un tercio de ese recorte recayó sobre los haberes previsionales.

En otra sintonía. El presidente afirmó en repetidas ocasiones que las jubilaciones se triplicaron en pesos.

Como contracara, el mandatario afirmó públicamente en repetidas ocasiones que las jubilaciones ya están por encima en valor real que al momento de su asunción, y que el haber mínimo «se ha triplicado en dólares». Al momento de anunciar los cambios en la cobertura de medicamentos no obstante, el PAMI optó por condiciones más terrenales, y estableció los parámetros en pesos.

El recorte en la cobertura al 100% de los medicamentos para los afiliados del PAMI, no solo vuelve a poner a los jubilados como variable de ajuste, sino que recarga ese ajuste sobre jubilados que por su nivel de ingresos son literalmente indigentes. Los requisitos establecidos por PAMI para mantener la cobertura, son claves para entender el punto.

La normativa establece que una de las condiciones para solicitar que el PAMI siga cubriendo los medicamentos al 100%, es contar con haberes previsionales menores o iguales a 1,5 prestaciones mínimas. De tal requisito se desprenden al menos dos conclusiones.

La primera es que los beneficiarios de la mínima seguirán contando con la cobertura al 100%. Se trata de 2,8 millones de jubilados y jubiladas que en diciembre percibirán el haber mínimo de $259.598 más el bono de $70.000, totalizando una prestación de $329.598. Para ellos, la cobertura de medicamentos seguirá siendo total.

El Indec establece la línea de la indigencia en $434.620. El PAMI acaba de anunciar que quienes perciban un haber superior a los $389.397 dejarán de recibir la cobertura de los medicamentos al 100%. El recorte recae sobre jubilados literalmente indigentes.

La segunda es que quienes perciban una jubilación superior a $389.397 dejarán de recibir la cobertura de los medicamentos al 100%. Es el equivalente a 1,5 haberes mínimos en diciembre. Es el universo de beneficiarios que desde ahora deberá justificar que realmente necesita mantener la cobertura.

El punto es que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que publica el Indec y determina la «línea de la indigencia», se ubica actualmente en $434.620. El dato revela por lo tanto, que según los parámetros publicados por PAMI para sostener el beneficio, el gobierno estima que existen miles de jubilados que son indigentes, pero pese a ello no necesitan recibir la cobertura de medicamentos al 100%.

El último Informe de Estadísticas de la Seguridad Social publicado por ANSES, y referido al segundo trimestre de 2024, señala que del total de 6.086.813 jubilados y pensionados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), hay 1.059.785 beneficiarios que perciben una prestación de entre 1 y 2 haberes mínimos. Agrega que hay otros 589.616 beneficiarios que perciben una prestación equivalente a 2 haberes mínimos.

Ese universo de 1,65 millones de jubilados y jubiladas es el que quedó en el ojo de la tormenta, considerando que son beneficiarios que revisten virtualmente la condición de indigentes, y que aún en el caso de recibir el equivalente a dos haberes mínimos ($519.196), son virtualmente pobres, en tanto la línea de la pobreza publicada por Indec se ubica en $986.586.

Huelga decir que otro de los requisitos para sostener el beneficio es «no tener un auto de antigüedad menor a 10 años». Implica que si un jubilado que trabajó y aportó por 40 años y percibe el haber mínimo, logró acceder a un auto modelo 2015, eso también es causal para perder la cobertura de los medicamentos al 100%.

Sobre ellos vuelve a recostar la motosierra el gobierno libertario. El hecho de que mientras desregula y elimina trámites que entorpecen al sector empresario y financiero, obligue a los adultos mayores a realizar un trámite virtual o a hacer una cola en la dependencia de Anses para justificar la necesidad de un medicamento, parece a esta altura un detalle menor.


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