Los anuncios de Batakis, un mensaje al mercado
ANÁLISIS │ Con anuncios que buscan llevar certezas previo a la apertura de los mercados, la Ministra brindó definiciones fuertes. Aclaró que es necesario lograr un Estado solvente y anunció medidas para caminar rumbo al equilibrio fiscal, aunque defendió el "déficit como un instrumento de política económica en situaciones inéditas".
La ministra Silvina Batakis. Foto: Télam.
La primera foto de la mañana fue fuerte: los cuatro ministros del área económica (agroindustria, turismo, desarrollo productivo y economía) junto al Presidente del Banco Central y a la Directora de la AFIP, en conferencia de prensa.
El primer mensaje fue claro. La imagen deja a la vista que la nueva conducción económica procura llevar a cabo una tarea coordinada y conjunta, como tal vez nunca antes sucedió desde que Alberto Fernández asumiera en diciembre de 2019.
Coordinación de política es una de las falencias que desde hace tiempo señala la Vice Presidenta Cristina Fernández en sus apariciones públicas. La última vez que refirió al tema fue a fines de junio, cuando habló de un «Estado estúpido» al que se le escapan las divisas.
El segundo mensaje se dirigió al corazón del mercado. “No vamos a gastar más de lo que tenemos” expresó textualmente Batakis, dejando en claro el sendero al equilibrio fiscal que pretende imprimir a la segunda mitad del mandato de Alberto Fernández.
En efecto, el conjunto de medidas anunciadas tiene un claro perfil fiscalista. Sistema de cuenta única para eficientizar el gasto de cada una de las áreas del Estado, congelamiento de los ingresos de empleados públicos, y tasas de interés reales positivas para la renovación de la deuda en pesos.
La ministra puso énfasis en el momento en que se refirió al mercado de bonos en moneda local, y descartó una reestructuración. El objetivo es evitar cualquier tipo de especulación frente a los vencimientos de julio y agosto, cuando el Estado debe afrontar pagos por más de $500.000 millones cada mes, y frente al super vencimiento de septiembre, cuando los pagos ascienden a más de $1.000.000 millones.
El conjunto de medidas anunciadas tiene un claro perfil fiscalista y se buscó mostrar coordinación. Se descartó por completo la posibilidad de un default en pesos.
En relación al dólar, desestimó la incidencia del dólar blue, al que catalogó como un «mercado pequeño» frente a la magnitud de los canales cambiarios oficiales. No obstante, la hora elegida para los anuncios, previo a la apertura de los mercados, envía un mensaje diferente. Si bien es cierto que el segmento paralelo es marginal, su peso en cuanto a la formación de expectativas es determinante.
Por último, el anuncio en cuanto al formulario para acceder a la segmentación de tarifas, deja otra certeza. La guerra entre Guzmán y los funcionarios kirchneristas a cargo del área energética, fue lo que se terminó llevando puesto al ex ministro. No hay otra forma de entender la demora en la implementación de un simple formulario web, que destraba toda la política de tarifas, en línea con lo que pide el FMI.
La frutilla del postre fue la frase del final. La ministra se esforzó por mostrar un Estado que procura la eficiencia y la reducción del déficit. Pero ante la pregunta de un periodista respecto a la imposición del sendero al equilibrio que impone el FMI, expresó: «El Estado no está para ahorrar. Si está para ser solvente». Acto seguido indicó que el «déficit como un instrumento de política económica en situaciones inéditas como la pandemia», defendiendo las políticas del gobierno durante la incidencia del Covid.
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