Llegaron los primeros trabajadores «golondrinas» a Río Negro, pero advierten una reducción
La provincia recibe más de 17 mil personas cada año, pero una intensificación de los controles y el volumen de fruta alteraría el número final.
Río Negro comenzó con la recepción de los primeros trabajadores permanentes discontinuos, comúnmente denominados “golondrinas”. Desde el Gobierno esperan la llegada de unas 17 mil personas para el periodo frutícola 2024-2025, aunque evidencian una reducción en el promedio respecto a temporadas anteriores.
María Martha Avilez, secretaria de Trabajo de Río Negro, comentó que los primeros contigentes se adelantaron este año como consecuencia de la prematura cosecha de algunas variedades de cerezas, que inició unos 15 días antes de lo previsto. Sin embargo, el “pico” de arribo de trabajadores normalmente ocurre a mediados de diciembre.
Para este año esperan una reducción en el volumen total de mano de obra para la fruticultura, según lo observado a lo largo del 2024. “Notamos una variación en el número, sobre todo durante este último año. Se evidenció una merma del 10% en el promedio anual. Esto claramente tiene un componente que nos supera a todos, que tiene que ver con la cuestión climática y su impacto en el nivel de fruta a cosechar”, comentó la funcionaria a Diario RÍO NEGRO .
Datos de la secretaría de Fruticultura revelan que el promedio anual de personas que recibe la provincia oscila entre los 17.000 y los 19.000. Estos números varían de acuerdo al nivel de producción.
Más controles, una de las causas de la reducción
Desde la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) explicaron a este medio que, además del volumen de fruta, existe otro factor que incidirá en el número final de “golondrinas”. Se trata de la intensificación de los controles en las provincias de origen, principalmente en Tucumán.
“Esperamos una merma por los pedidos que hemos hecho a Tucumán. Solicitamos que, en lo posible, cada trabajador presente su respectivo telegrama a la hora de subirse al colectivo, para poder certificar que tiene un trabajo asegurado”, comentó Samuel Barriga, secretario general de Uatre Roca.
El principal problema que evidencian desde el gremio, año con año, es la llegada de personas sin un destino asegurado. Incluso, ya comenzaron a registrarse los primeros casos en Roca y Regina de migrantes que llegaron con la esperanza de lograr alguna contratación, pero que por el momento no tienen donde pernoctar.
“Se la juegan y vienen. Se entiende la necesidad de trabajo, pero después se dan estas situaciones”, lamentó.
Qué medidas se tomaron desde Río Negro para el control del trabajo «golondrina»
A lo largo del año, la administración rionegrina mantuvo reuniones con la administración tucumana. La intención fue establecer criterios básicos para autorizar el envío de personas desde los servicios gratuitos de transporte provistos por la provincia norteña.
“Tucumán tiene un sistema donde, a partir de recursos propios, se pagan los colectivos para llevar a trabajar a sus residentes al resto de las provincias. Nosotros fijamos criterios de que sean personas que por lo menos no tengan pedidos de captura, con recaudos mínimos de certificación de antecedentes. También nos interesa que lleguen con capacitaciones de higiene y seguridad, adopción de prácticas seguras, consumos problemáticos y violencia en el ámbito de trabajo”, agregó la secretaria de Trabajo, María Avilez.
A lo largo del año se llevaron adelante mesas tripartitas, donde se sentaron gremios, productores y empresas a discutir puntos centrales de cara a la temporada 2024-2025.
“Fuimos viendo los requerimientos de la normativa laboral, sobre todo en el marco de la Ley Bases que modifica bases fundamentales del derecho laboral. También se fue conversando sobre las distintas inquietudes que surgieron respecto a seguridad e higiene laboral. Observamos que durante la temporada anterior tuvimos algunas denuncias por accidentes graves o mortales, de ahí decidimos en esta oportunidad adelantarnos y asegurar cuáles son los requisitos básicos a contemplar para evitar cualquier tipo de infortunios”, detalló Avilez.
Las mesas de trabajo, que se realizaron en las distintas localidades del Alto Valle y Valle Medio, avanzaron en dos puntos centrales: condiciones de las viviendas temporarias y el manejo de los certificados médicos. En el primer caso se fijó la utilización de un “contrato de uso de habitación”, donde se establecerá —bajo supervisión de los inspectores de Trabajo— en qué condiciones se recibe cada gamela.
En el caso de los certificados médicos, se firmó un acuerdo con el Supremo Tribunal de Justicia (STJ) para que sea el cuerpo médico forense el organismo encargado de corroborar el estado de los trabajadores ante un desacuerdo con su empleador. “Esto nos permite evitar la instancia judicial y resolverlo en una mediación”, concluyó la secretaria.
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