Las tres condiciones que pone Luis Caputo para salir del cepo, tras la baja de la inflación

Conocido el 2,7% de inflación en octubre, el presidente Javier Milei anticipó que buscarán reducir el crowling peg al 1% y hasta aventuró una posible fecha. El ministro en cambio, puso paños fríos y condicionó el final de las restricciones con un indicio del posible acuerdo con el FMI.

La noticia económica más importante de la semana es el dato mensual de inflación, que registró un 2,7% en el mes de octubre. Lo es porque fortalece el discurso oficial enfocado en la erradicación del flagelo inflacionario, y porque confirma la decisión de buscar la convergencia entre las tasas mensuales de inflación y devaluación.

El presidente Javier Milei no solo celebró el dato, sino que se envalentonó al punto de anunciar un «doble o nada» en la estrategia cambiaria, y anticipar que el crowling peg podría reducirse al 1%, algo que luego tuvo que ser aclarado por el ministro de economía, que buscó poner paños fríos.

«Si le restamos la inflación inducida (devaluación prefijada + la inflación internacional), la inflación monetaria viene viajando al 0,2% mensual, esto es, 2,4% anual. De confirmarse dos meses más esta inflación se bajará la devaluación mensual al 1%. VLLC !!!«, twiteó Milei

Más tarde en un discurso durante la gala Endeavor, el presidente agregó: “Les aviso que si durante dos meses más repetimos números en esta línea, vamos a estar bajando el crawling peg a 1% y cuando repitamos 3 meses de 1% vamos a estar liberando el mercado de cambios”. Tal definición habilita a pensar que Milei pone el mes de marzo como rubicón para la salida del cepo cambiario.

El nivel de expectativas que despertó el presidente con sus definiciones, obligó a Luis Caputo a convertirse en exégeta de las expresiones del mandatario. En una extensa entrevista con Radio Mitre, el ministro de economía trazó claramente las tres condiciones necesarias para salir del cepo. Dos de ellas ya habían sido explicitadas. La tercera, ofrece una señal de rumbo respecto a las intenciones del gobierno en el corto plazo.

«No nos hemos puesto fechas para salir del cepo, sino condiciones», introdujo Caputo, y agregó que «la idea es que la salida del cepo sea lo menos traumática posible… que no lo sea en realidad», aclaró. A continuación detalló cuáles son las condiciones.

El ministro explicó que la primera condición es que la tasa mensual de inflación «converja al nivel de crowl». Es decir, que el dato mensual de inflación se acerque al 2% establecido como devaluación mensual del tipo de cambio oficial. Dicha condición parece estar muy cerca a la vista del dato de inflación de octubre, que empieza con un «2» adelante, y ello es lo que entusiasma al oficialismo puertas adentro.

El potencial salto cambiario que pudiera generar un abrupto crecimiento de la demanda de divisas por pesos que salten «de la tasa al dólar», es uno de los grandes interrogantes al momento de pensar en la salida del cepo.

Respecto a la segunda condición, Caputo estipuló que el objetivo es «que la base monetaria amplia converja a la base monetaria», y luego aclaró que la idea es «que el mercado de pesos se equilibre de manera tal que todo el excedente de pesos que todavía existe, sea demandado por la gente».

Es en este punto donde los especialistas, incluso muchos de los que adhieren a la visión ortodoxa del gobierno, levantan sus advertencias. El descalce acumulado en lo que va de 2024 entre el ritmo de devaluación y los precios minoristas, es decir el atraso cambiario, ha habilitado un formidable negocio financiero con una enorme masa de pesos que se encuentra «haciendo tasa».

«Tienen un pánico bárbaro de salir del cepo porque saben que tienen tal sobrevaluación del peso que si salen, luego de haber atrasado tanto el tipo de cambio, se compran un flor de lío cambiario y financiero«, expresó por ejemplo Roberto Cachanosky en Twitter. “La timba financiera actual es muy finita y riesgosa”, agregó Carlos Melconian.

Lo cierto es que el potencial salto cambiario que pudiera generar un abrupto crecimiento de la demanda de divisas por pesos que salten «de la tasa al dólar», es uno de los grandes interrogantes al momento de pensar en la salida del cepo. Allí apuntó Caputo con la tercera condición necesaria para abandonar las restricciones.

La última condición es «un nivel de reservas en el Banco Central que sea mucho más acorde». El ministro aclaró que se recibieron reservas negativas por u$s 12.000 millones y que a lo largo del año se adquirieron reservas por u$s 18.500 millones, pero que a raíz de los pagos realizados, las mismas siguen en terreno negativo.

Caputo advirtió que «para salir del cepo es fundamental todavía adicional del balance del Banco Central, para lo cual necesitaríamos una inyección de reservas». Tal afirmación, abre todo un abanico acerca de las opciones que tiene el gobierno para obtener esa «inyección», y en este sentido todas las luces apuntan al Fondo Monetario.

La especulación gira en torno al rol determinante que el flamante presidente norteamericano pueda tener para destrabar nuevos desembolsos del organismo y la pregunta es ¿qué tamaño debería tener la inyección extra de reservas que Caputo pone como condición para salir del cepo?

En ese marco, el viaje que acaba de emprender Javier Milei a los Estados Unidos, es clave. El presidente argentino será el único mandatario del mundo en participar junto al presidente electo Donald Trump de un encuentro de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) a realizarse en Florida.

Milei ha expresado públicamente en repetidas ocasiones esta semana, que en el nuevo gobierno de los Estados Unidos sienten «admiración» por el caso argentino, e incluso se dejó trascender una comunicación telefónica directa con Trump. La especulación gira en torno al rol determinante que el flamante presidente norteamericano pueda tener para destrabar nuevos desembolsos del organismo.

Existen dos grandes interrogantes al respecto. El primero es si el nuevo mandatario de los Estados Unidos estará dispuesto a «ponerle el cuerpo» a la Argentina en el Fondo, tal como sucedió en 2018 con el crédito que recibió la gestión de Mauricio Macri. La segunda es ¿qué tamaño debería tener la inyección extra de reservas que Caputo pone como condición para salir del cepo?

Diferentes estimaciones señalan que las reservas del Banco Central se ubican hoy en terreno negativo por unos u$s 4.000 millones, lo que hace suponer que cualquier asistencia debiera al menos cubrir esa suma. No obstante, si el objetivo es «tener espalda» al momento de abrir el cepo, es necesario pensar en reservas positivas superiores a los u$s 10.000 millones.


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