Las medidas de Sergio Massa tras el viaje a China: un combo de anuncios inconexos

La ausencia de un «plan integral» es uno de los históricos reclamos que pesan sobre la actual gestión de gobierno de Alberto Fernández y de la gestión del ministro Sergio Massa. El no haber estructurado jamás una lista de medidas, políticas o programas, que tengan un hilo conductor, una misma idea acerca de cuál es el rumbo de la política económica, los objetivos a alcanzar, los plazos a respetar.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional fue tal vez lo más parecido a una hoja de ruta concreta que haya exhibido la gestión de Alberto Fernández a lo largo de sus tres años y medio en el poder, con metas de emisión monetaria, acumulación de reservas y déficit fiscal claramente establecidos.

Al regreso de su gira por China, el ministro de economía Sergio Massa enfrenta dos desafíos clave en apenas quince días. El primero es lograr que el FMI acceda a la renegociación del acuerdo vigente, el cuál se haya caído desde el mes de abril cuando el ministerio de economía decidió usar reservas para intervenir en el mercado cambiario, algo explícitamente prohibido en el texto del acuerdo. El segundo es posicionarse políticamente en la carrera por la candidatura presidencial. El objetivo del tigrense es ser nominado en soledad y evitar a toda costa la compulsa interna en las elecciones PASO de agosto.

Con esta última premisa, Massa usó su cuenta personal de twitter en la tarde noche del lunes para anticipar algunas de las medidas económicas que se anunciarían en forma inminente. La intención fue clara: retomar la iniciativa en la discusión política vernácula luego de diez días de ausencia en el marco de la misión diplomática.

El análisis de las medidas de Massa al regreso de China: «un combo de anuncios inconexos»

La primera lectura periodística del anticipo del ministro refirió al «paquete de medidas» que implementaría Massa al regreso de la gira china. Un conjunto de políticas que se implementarán en lo inmediato y configuran algo así como un «plan».

Lo cierto es que al hacer un análisis pormenorizado de la lista de medidas que dio a conocer Massa en sus redes sociales, e intentando un abordaje conjunto de las mismas, resulta muy difícil encontrar la lógica o el hilo conductor de las mismas. Se trata más bien de un combo de anuncios inconexos y aislados, que benefician o atienden cuestiones sectoriales o particulares de un sector, sin una idea clara del lugar al que se pretende llegar al final del recorrido.

Ello aún sin conocer la letra chica de cada una de las políticas que se listaron en el breve tweet publicado por el ministro. A saber: no se sabe en que consiste el nuevo régimen de promoción al sector automotriz, ni cuáles serán los premios y créditos al monotributo, tampoco en qué consisten las transferencias a las cooperativas avícolas. Tampoco se conoce aún cuál será el mínimo no imponible que se establecerá para la exención del aguinaldo en relación al impuesto a las ganancias.

Pero principalmente de lo que no existe noción, es acerca de cuál es el sentido de conexión que atraviesa en común a cada una de las medidas que se publicaron ayer. En otras palabras, no se comprende de qué forma podría contribuir cada una de ellas a resolver al menos alguno de los problemas estructurales que acechan la economía como la inflación, el déficit de las cuentas públicas, o la escasez de divisas.