La tercera ola impacta con ausentismo y faltantes en las góndolas de la región
Se detecta que hay falta de productos de determinadas marcas porque o la fábrica o el transporte tienen que afrontar ausencias por contagios.
Redacción Central y corresponsalías Viedma, Roca, Bariloche y Neuquén
Los comercios y servicios turísticos de la región transitan un momento complejo por la falta de personal, ante la creciente curva de contagios de coronavirus, la ralentización en la atención al público en momentos en que la temporada de turismo tiene cifras récord de visitantes y con un creciente faltante de productos en las góndolas por las demoras de fábricas y distribuidoras.
En el caso de la ciudad de Neuquén hubo inquietud por el ausentismo en las cinco cadenas de hipermercados que impedía la reposición de las góndolas y también el abastecimiento. Se indicó que, con las nuevas medidas, se redujo este impacto aunque se focalizó en los comercios más chicos.
En Bariloche desde hace tres semanas se registran casos puntuales de comercios chicos atendidos por sus propios dueños que debieron cerrar sus puertas durante los días de aislamiento, sucursales de cadenas que cerraron y restaurantes que cancelaron los servicios al mediodía para concentrar el poco personal disponible en el turno noche, cuando hay más demanda de los turistas.
“La situación va empeorando al ritmo de los contagios, esto genera graves inconvenientes con atención al público y entregas ralentizadas justo en una época que necesitamos agilizar”, admitió Leonardo Marcasciano, presidente de la Cámara de Comercio de Bariloche.
En los supermercados es evidente la falta de personal, especialmente en las áreas de caja y reposición. Algunas cadenas como el Todo, que tiene varias sucursales en toda la cordillera, exhiben carteles en el sector de cajas apelando a la comprensión del cliente en la escasez de personal. “Estamos haciendo el mayor esfuerzo posible”, rezan los carteles.
La cadena Carrefour, que tiene una sucursal en el centro de Bariloche, también admitió problemas de desabastecimiento en góndolas por el aumento del personal aislado y una situación que se repite entre proveedores y servicios de distribución, admitió la compañía de capitales franceses en una carta pública.
Los faltantes de productos aún no llegan a un extremo porque se puede optar a la variedad de marcas o productos complementarios. El problema radica en este caso en las demoras en el transporte y en la producción en las fábricas. “Es todo una cadena que va afectando cada eslabón”, dijo Marcasciano.
El referente empresarial de Bariloche indicó que un informe de CAME (la organización nacional que nuclea a las entidades comerciales) cuantificó que hay entre un 40 y un 50% menos de personas y esa proporción se podría reflejar también a nivel local. Dijo que además se suma el problema que las ART “ya no se hacen cargo y recae todo en la Pyme” y que hay cierta subjetividad ante el autodiagnóstico debido a la disposición de Salud de no testear a casos moderados o leves.
Dos datos
- 20%
- es el ausentismo que midió el sindicato de empleados de comercio en Confluencia, Añelo y Pehuenches.
- 2
- son los eslabones de la cadena de comercialización, proveedores y distribuidores, que fallan antes del minorista.
“Por suerte no es un escenario que sea grave, tenemos que preocuparnos por cómo hacer para trabajar con poco plantel pero no debemos lamentar cuadros graves de la enfermedad, algo que no es menor”, apuntó el empresario.
El presidente de Acipan, Daniel González, definió como “muy mala” la situación de comercio local en torno a los contagios de coronavirus e indicó que, si bien no tenía un porcentaje, “el ausentismo en el comercio es elevado”, dijo a Radio Cumbre.
Atribuyó la situación al miedo que se genera con la enfermedad y entonces “la gente tiene un poco de síntomas y se aisla, en otros casos, se aprovecha la situación y falta, y en otros porque directamente porque hay muchos contagios reales”.
Indicó que la situación no es tan grave para quienes tienen el esquema completo de vacunación e insistió que el ausentismo afecta a empleados como encargados que origina inconvenientes para el sostenimiento de la actividad.
Aclaró que es más grave en los comercios chicos porque “si tienen tres empleados y se contagian, no puede funcionar”.
Viedma y el receso
Esta instancia del coronavirus no tuvo alto impacto en la actividad comercial viedmense, salvo ciertos inconvenientes por ausencia de personal.
El presidente de la Cámara de Comercio, Martín Lemos, entendió que, “el sector más afectado es el gastronómico, incluso porque nuclea mayor circulación de asistentes, entre clientes y trabajadores”. Dijo igualmente no tener registro de cierres de locales y advirtió el cuadro no resuelto del costo del personal que debe hisoparse, que “ya no lo hace el Estado por el cambio de criterios, y que si lo debe hacer el comerciante tiene un valor en los laboratorios privados -como mínimo- de 4.000 pesos”.
El secretario del gremio gastronómico, Roberto Vargas había cuestionado que existía relajamiento con las medidas en los locales del sector y exigió mayor control por parte de las autoridades provinciales y municipales. Se habían cerrado, en ese momento, restaurantes en Las Grutas por casos positivos.
La administración pública presenta un importante número de contagios y empleados con contactos estrechos. Aunque las oficinas públicas ya están casi desiertas porque el Ejecutivo y la Legislatura tiene receso administrativo y la Justicia cumple con su tradicional feria. Hay guardias mínimas, salvo en la policía y hospitalarios donde se advierte esfuerzo para sostener las dotaciones habituales.
El 1° de febrero, el Estado provincial retomará su actividad y se podrá monitorear la afectación en la administración pública. Para entonces, el gobierno provincial deberá tener formalmente resuelto que pasará con los aislamientos. La semana pasada, Salud adelantó la adhesión a la flexibilización nacional en la actividad privada y, aún las actuales dudas, en esa cartera sanitaria se anticipa que el sector público tampoco tendrá encierro en los contactos estrechos que están vacunados y no tienen síntomas.
El empaque, la preocupación
Al igual que en el resto del país, los efectos de los contagios de esta nueva ola de Covid-19 se pueden observar en las distintas actividades comerciales que se han visto afectadas por la circulación del virus.
Pero la preocupación está latente no sólo en el sector comercial y gastronómico sino también en el productivo. Es que si bien ya hay algunas firmas que se encuentran en actividad en Roca, el próximo lunes comienzan las labores en los galpones de empaque por lo que está “latente” el escenario que se podría generar en uno de los principales eslabones de la fruticultura.
José Giles, es el secretario general del Sindicato de la Fruta -en Roca- aseguró que la situación es compleja. Y antes de que se presenten los primeros problemas, están tratando de buscar respuestas ya que sólo en esta ciudad hay más de 3200 empleados de este sector.
“Si un trabajador se contagia (cualquiera sea el lugar) no te hisopan en el hospital”, dijo el dirigente quien aseguró que ése ya es un problema porque los afiliados deberán pagarlo y todavía no se sabe quién asumirá ese costo.
Pero según el protocolo enviado desde el Ministerio de Salud de la provincia, los trabajadores que tengan síntomas deberán aislarse tres días y después se deben hisopar. “Y después te dicen que tenés que pedir un certificado médico pero nadie sabe dónde. Hay muchas dudas no está nada claro”, dijo.
Hace pocos días mantuvieron una reunión los secretarios generales del sindicato quienes tienen previsto reunirse con los referentes del Ministerio de Salud para ir buscando respuestas ante tantas dudas.
En esta misma línea se manifestó vocal de la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio (CAIC) Miguel Grasso, quien reconoció que el efecto sobre los comercios de la ciudad fue importante pero nunca alcanzó el nivel de otras ciudades turísticas como Bariloche y Las Grutas.
“Lo que miro con preocupación es la actividad en los galpones de empaque donde entra mucha gente y seguramente será un termómetro para la actividad”, dijo el presidente de la entidad, quien además es gerente de una empresa que presta servicios de frío para la fruta.
El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Río Negro, Roberto Zgaib, reconoció que el impacto ha sido muy importante en las farmacias de la ciudad. “Incluso hace algunas semanas hubo una que no pudo mantener el servicio de guarida porque el alto índice de empleados contagiados”, aseveró.
“De las 70 personas que trabajan en las distintas farmacias de nuestra firma más de la mitad ya se contagió y a eso suma que hay mucho personal de vacaciones”, dijo el dirigente quien reconoció un escenario complejo.
El sector gastronómico tampoco quedó fuera de la realidad sanitaria. Mario López del resto “El Chaperío”, dijo que han tenido casos pero ninguno ha generado contagios hacia el interior de la firma.
“Un 30 o 40 por ciento del personal ha sufrido algún contagio o ha sido contacto estrecho”, dijo el dirigente quien aseveró que durante toda la pandemia ha sostenido un estricto control de las medidas sanitarias tanto en la cocina como en el salón.
La postal se repite en otras empresas dedicadas al rubro gastronómico y también comercial.
El referente de una importante cadena de supermercados reconoció que los contactos estrechos y los contagios han sido importantes pero aclaró que el control de las medidas sanitarias han sido de mucha utilidad pare evitar la propagación del virus.
“Acá está prohibido tomar mate y a la hora de la merienda todos utilizan su taza y su cuchara. Además implementamos un sistema de aviso temprano; esto quiere decir que una persona que se levanta con síntomas ya no viene a trabajar y de esa manera evita que el virus circule por las sucursales de la firma”, aclaró el referente quien sostuvo que el barbijo es obligatorio en todas las dependencias.
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