La pobreza alcanzó al 52% de la población en la primera mitad de 2024

El registro del primer semestre es el más duro en dos décadas, e implica que más de 8 millones de personas no pueden comer en Argentina. No obstante, la medición publicada ayer por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA señala que la pobreza y la indigencia cayeron un 5% en el segundo trimestre del año, gracias a la baja de la inflación y la mejora en el salario registrado.

Mas de la mitad de la población argentina no logra reunir los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades más elementales, y al menos ocho millones de personas no tiene los ingresos suficientes para poder comer. Es la contracara más cruel del ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei, y el aspecto más sensible y complejo de la política económica.

El dato fue publicado ayer por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), e indica que en el segundo trimestre de 2024, la pobreza bajó del 54,9% registrado en el primer trimestre, al 49,4%. En el mismo lapso, la indigencia se redujo del 20,3% al 15,9%.

Desde la institución estimaron que en base a esos datos, la pobreza de la primera mitad del año ascendió al 52%, mientras que la indigencia se ubicó en el 17,9%. La inferencia directa, es que más de la mitad de la población argentina no logra satisfacer sus necesidades básicas y que más de ocho millones de personas no tienen lo suficiente para poder comer.

El comunicado oficial de la UCA afirma que la baja registrada en el segundo trimestre de 2024 obedece a «la caída de la inflación junto al aumento en los salarios de empleados formales del sector privado». Sin embargo, aclara que ese incremento «no fue replicado entre trabajadores del sector público e informales».

Allí radica una de las claves para interpretar el dato hacia el interior de su conformación. El incremento de la pobreza en la mitad del año está directamente ligado al aumento del desempleo, pero principalmente al crecimiento de la informalidad laboral, donde no existen parámetros para la actualización de los salarios o los ingresos.

«El sector de los trabajadores informales pobres, que cayó en la indigencia y que depende en gran medida de los programas sociales, no se recuperó. Es en este contexto que se observa una mayor desigualdad entre los distintos sectores trabajadores”, señaló al medio Infobae el director del ODSA, Agustín Salvia.

La medición publicada ayer por la UCA coincide con los datos dados a conocer en el mes de junio por Unicef Argentina en relación a la alimentación de niños y adolescentes. Según la octava encuesta a hogares con niñas, niños y adolescentes de Unicef, el 48% de los hogares argentinos en donde hay niños y adolescentes, no reúne los ingresos suficientes para satisfacer necesidades básicas, y esa cifra se eleva al 65% en hogares que perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH).

El estudio de Unicef señala que «unos 10 millones de chicas y chicos en Argentina comen menos carne y lácteos en comparación al año pasado por falta de dinero» y agrega que «El estudio sostiene además que «más de un millón de niñas y niños deja de comer alguna comida (desayuno, almuerzo, merienda o cena) por falta de dinero» y que «en siete de cada diez hogares donde esto sucede, la persona a cargo se encuentra ocupada y, dentro de ellas, más de un 60%, de manera informal».


Cuanto hay que ganar para no ser pobre en Argentina


La medición oficial de pobreza e indigencia en Argentina la realiza el Indec mediante la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Las mismas configuran lo que coloquialmente se conoce como «línea de la pobreza» y «línea de la indigencia», respectivamente.

Quienes reúnen mensualmente los ingresos suficientes para adquirir la CBT, logran «escapar» de la pobreza, mientras que quienes tienen ingresos suficientes para adquirir la CBA, evitan ser considerados indigentes. El Indec establece además dichos parámetros por grupo familiar.

Según la última medición publicada a mediados de agosto, un hogar de cuatro integrantes con dos adultos y dos menores, necesitó de $900.648 en el mes de julio para no ser pobre. De la misma forma, un hogar de cuatro integrantes requirió de $405.697 en julio para no caer en la indigencia.

Este último dato puede interpretarse indicando que según las estadísticas oficiales de Indec, una familia de cuatro integrantes necesita de $13.523 por día para poder lograr una alimentación básica, mientras que en términos individuales se requieren $3.380 por día para poder comer en Argentina.


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