Javier Milei: «Caputo es el mejor ministro de la historia argentina»

Con el dólar blue en máximos históricos, el presidente volvió a denostar a los economistas que señalan inconsistencias del plan económico y apuntó contra un conocido banco comercial por la corrida cambiaria. El ministro en tanto, volvió a negar la salida del cepo y anticipó un nuevo acuerdo con el FMI.

En la lista de los hombres más relevantes de la historia argentina en materia económica, figuran nombres célebres de la talla de Aldo Ferrer, Rogelio Frigerio o Raul Prebisch. En la historia reciente, pueden inscribirse Juan Vital Sourrouille, Domingo Felipe Cavallo o Roberto Lavagna. Sin embargo en el día de ayer, el presidente Javier Milei decidió sentar a esa mesa al actual ministro de economía, Luis Caputo.

La cita tuvo lugar en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que celebraba su 170° aniversario. Un estrado en el que el mandatario se siente cómodo y bien recibido, y donde puede hacer gala de su lado más histriónico. El tenor del discurso no obstante, estuvo lejos de ser trivial. Milei acusó el golpe de las recias críticas que el programa económico libertario viene cosechando en las últimas semanas, con el dólar paralelo en niveles récord y riesgo país acelerando.

Una máxima futbolera histórica reza que «no hay mejor defensa que un buen ataque». A tal estrategia acudió el presidente, una modalidad que ya casi es una costumbre: denostar a todo aquel que se atreva a señalar los potenciales riesgos que son evidentes en el plan económico que lleva adelante Luis Caputo.

Aportó además una teoría conspirativa como explicación para la mini corrida cambiaria que tiene lugar por estas horas. «Dada la fuerte posición que tenemos en las cuentas del Central y nuestra posición de caja en el Banco Nación, pudimos derrotar a ese banco con intenciones golpistas». Según el presidente hay un banco comercial que solicitó al Banco Central la liquidación de los put’s, lo que habría inundado la plaza de liquidez, y que esa liquidez presionó sobre la cotización del paralelo.

«Dada la fuerte posición que tenemos en las cuentas del Central y nuestra posición de caja en el Banco Nación, pudimos derrotar a ese banco con intenciones golpistas».

La sugestiva referencia del presidente Milei al rol de un banco comercial el las tensiones cambiarias.

En la misma jugada en la que buscó esquivar las inconsistencias de su plan económico «bajándole el precio» a los portadores de la crítica, Milei «pasó al ataque» además con una osada apuesta. «Lo que va a terminar haciendo esto, es demostrar que el ministro Caputo, es el mejor ministro de toda la historia argentina», afirmó.

La referencia es comprensible si se toma en cuenta que con el dólar blue en su máximo histórico, el riesgo país coqueteando con la barrera de los 1.500 puntos básicos, el ingreso de Sturzenegger al gabinete, y el fallido anuncio del día después de la Ley Bases, la figura de Caputo quedó más en jaque que nunca en los últimos días. La intención es respaldar y fortalecer al ministro.

Sin embargo y pese al malestar que genera en el oficialismo la crítica que proviene desde la propia cátedra liberal, las tensiones cambiarias son cada vez más evidentes, y el atraso del tipo de cambio oficial es inocultable. Quienes han transitado la historia reciente en Argentina, tienen claro que un escenario de inflación, escasas reservas y cepo cambiario, se encamina a un solo final posible: devaluación.

Allí es donde el presidente y su ministro enfocan todo su esfuerzo discursivo, conscientes de los efectos que podría tener una devaluación del oficial sobre la dinámica de los precios minoristas, y de las dificultades que deberían enfrentar para sostener el sendero de inflación a la baja.

«Seguro este año habrá un nuevo acuerdo con el FMI, y podría significar fondos frescos».

El anticipo del ministro de economía Luis Caputo.

Las presión política para que el gobierno devalúe, efectivamente existe. Pero proviene del lugar que Milei más pondera: el mercado. Los agentes económicos le reclaman a Milei que cumpla su promesa de campaña más preciada, darle «libertad» plena a la oferta y la demanda. Y eso en teoría, incluye también a la oferta y la demanda de divisas.

En definitiva Milei y Caputo no cuentan con los dólares suficientes para levantar el cepo cambiario. Las reservas ni siquiera son suficientes para afrontar los vencimientos que operan en lo que queda del año y el pago de importaciones. De hecho, el ministro fue consultado al respecto esta mañana, y su incomodidad quedó a la vista.

«De donde van a sacar los dólares para pagar las importaciones, porque dólares no hay… ¿de cuánto son las reservas?», indagó Eduardo Feinmann al ministro. La respuesta no solo fue ambigua, sino que derivó en una evasiva referida al cepo cambiario, que terminó confirmando las dudas.

En la misma entrevista, consultaron a Caputo por la única salida que la mayoría de los especialistas imagina que podría ser decente: la posibilidad de alcanzar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y de que eso abra las puertas a la llegada de los dólares que faltan para abrir el cepo.

«Seguro este año habrá un nuevo acuerdo con el FMI, y podría significar fondos frescos» respondió el ministro, intentando instalar la idea de que existe respaldo para evitar la devaluación hoy, y de postergar el levantamiento del cepo. Lo cierto es que el organismo multilateral tiene como pauta no prestarle fondos a los países para que sostengan artificialmente el tipo de cambio oficial.

Justamente esa pauta se rompió en el tramo final de la gestión Macri, y cuando Luis Caputo estuvo al frente del Banco Central. El ahora ministro desoyó en ese momento el pedido explícito del Fondo de no usar el dinero de los desembolsos para contener la corrida cambiaria, y su salida de la entidad monetaria se desencadenó rápidamente.


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