Inaudito: Cammesa rechaza el bono con el que Caputo pagó la deuda en mayo

En el mes de mayo, el ministro de economía canceló la deuda de la compañía mayorista del mercado eléctrico con las generadoras, mediante el AE38 que cotiza debajo del 50%. Dos meses después, la empresa de mayoría accionaria estatal rechaza que las distribuidoras provinciales le cancelen sus acreencias con ese mismo instrumento.

Insólito. El Estado nacional no acepta como parte de pago un instrumento que el propio Estado nacional emitió.

La noticia se asemeja demasiado a un sainete: la empresa mayorista del mercado eléctrico (Cammesa) bajo control estatal, rechaza como parte de pago el mismo bono con el que la propia compañía le pagó hace dos meses a las generadoras. En el fondo, se trata de un nuevo golpe del ministro de economía Luis Caputo a los gobernadores.

El mercado eléctrico en Argentina tiene tres grandes eslabones. En primer lugar las generadoras, con actores como Central Puerto, Pampa Energía o YPF Luz. En segundo lugar la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa), donde el Estado nacional es accionista mayoritario. Por último las distribuidoras minoristas, que en muchas de las provincias argentinas, pertenecen a los estados provinciales.

Hacia el mes de abril de este año, el Estado nacional le adeudaba (mediante Cammesa), unos u$s 1.300 millones por la energía del periodo comprendido desde diciembre de 2023 hasta febrero de 2024. Tras la devaluación del 118% aplicada por el gobierno en diciembre, y dado que los contratos con las energéticas se pactan en dólares, la suma comprometía seriamente la estrategia del gobierno de Javier Milei de alcanzar y sostener el superávit fiscal en los primeros meses de gestión.

La decisión del ministro de economía Luis Caputo entrado el mes de mayo, fue cancelar esa deuda con las generadoras mediante la colocación de un bono a 14 años, que las empresas debieron aceptar de forma compulsiva. Se trata del AE38 que cotiza 50% bajo la par. Es decir que si las empresas necesitan liquidar el bono hoy (en lugar de esperar hasta 2038), sufren una quita del 50%.

Cammesa no acepta como parte de pago a las distribuidoras, el mismo bono (AE38) con el que el ministro Luis Caputo saldó en mayo la deuda de Cammesa con las generadoras.

A regañadientes, las generadoras aceptaron el bono y el gobierno mostró el cierre de la operación como un éxito. Sin embargo, las generadoras tienen base en todo el país, y en muchos casos decidieron usar el AE38 para saldar deudas de impuestos provinciales en cada jurisdicción.

Los gobiernos provinciales, que en varias jurisdicciones son propietarias de las distribuidoras minoristas (el tercer y último eslabón de la cadena), aceptaron sin mayores objeciones, suponiendo que luego podrían usar el AE38 para cancelar la deuda de las distribuidoras con Cammesa.

La sorpresa llegó en el momento en que Cammesa rechazó el AE38 como parte de pago de la deuda de las distribuidoras provinciales. Es decir: Cammesa le rechaza a las provincias el mismo instrumento con el que Cammesa le pagó a las generadoras. «Nadie dijo que Cammesa iba aceptar esos bonos», manifestaron desde la Secretaría de Energía al medio digital LPO.

Dato

AE38
El bono con el que Caputo canceló en mayo y de forma compulsiva la deuda de Cammesa, y que ahora Cammesa no le acepta a las distribuidoras.

La noticia promete nuevos episodios, tanto en la faz financiera como en la política. En definitiva, el mensaje que acaba de dar el propio Estado, es que no considera valioso el instrumento que el propio Estado emitió para cancelar su deuda (y para sostener el superávit fiscal del primer semestre).

En el plano de las finanzas, el dolor de cabeza es para las energéticas que aún tienen en sus manos el AE38. Las generadoras son compañías con anclaje de capital en el exterior, y los inversores comienzan a advertir con más claridad que el gobierno argentino volvió a meterles la mano en el bolsillo.

En el plano político, el golpe lo reciben los gobernadores, que como último eslabón de la cadena tienen en sus manos un papel que vale en el mercado la mitad de su precio nominal, y que es rechazado como parte de pago por su propio emisor (el Estado nacional). En otras palabras, Caputo lo hizo una vez más: equilibró las cuentas fiscales de la administración central, a costa de las provincias.


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