Hoja de ruta 2025: Dólares del FMI, reforma tributaria y presupuesto a dedo
Son las directrices del programa que el ministro de economía Luis Caputo ya estructura para 2025. La salida del cepo con el guiño del organismo, la discrecionalidad y la la motosierra, en un año electoral que resultará clave para el gobierno de Javier Milei.
Fue apenas unos minutos después de que la sesión para tratar el proyecto de “ficha limpia” se cayera por segunda vez en una semana. El presidente Javier Milei compartió en sus redes una foto junto a su equipo de trabajo más cercano y con un auto elogio breve y consistente: “EL MEJOR GOBIERNO DE LA HISTORIA, VIVA LA LIBERTAD CARAJO”.
Sobre la mesa, y en el centro de la imagen, una motosierra dorada de metal con la inscripción “Las fuerzas del cielo”, anticipa lo que viene. El gobierno está decidido a redoblar la apuesta en 2025, profundizar la política de ajuste y recorte en la estructura del Estado nacional, sostener como pauta innegociable el déficit cero, explorar la posibilidad de salir del cepo cambiario, y equilibrar el impacto de las políticas económicas con el calendario de un año electoral clave.
Con esa hoja de ruta, hay tres pilares fundamentales en el plan del ministro Luis Caputo para el segundo año de gestión libertaria. El primero es abrochar el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), incluyendo nuevos desembolsos. El segundo es una nueva prórroga del presupuesto, sin forzar la discusión legislativa. El tercero, un paquete de reformas que incluiría la estructura tributaria y la profundización de la reforma previsional.
EL MEJOR GOBIERNO DE LA HISTORIA
— Javier Milei (@JMilei) November 28, 2024
VIVA LA LIBERTAD CARAJO pic.twitter.com/HK4cGCk8dl
El relación al Fondo, el triunfo de Trump y los gestos de cercanía que el próximo presidente de los Estados Unidos ya ofreció a Milei, habilitan a creer que el nuevo acuerdo está cerca. Versiones extraoficiales indican que en el equipo de Luis Caputo prefieren afrontar con reservas los vencimientos de deuda con bonistas entre enero y febrero por u$s 2.800 millones, y que la rúbrica con el FMI se cristalice en marzo junto al inicio del año político.
Estiman que el nuevo entendimiento traería desembolsos por al menos u$s 15.000 millones, en lo que sería un respaldo político explícito del organismo de cara a las elecciones legislativas. En el Fondo no ocultan su satisfacción por la forma en que el mandatario argentino ha sabido aplicar las políticas de ajuste y austeridad, evitando que ello se traduzca en resistencia social.
Se trata de políticas que históricamente han formado parte de las recetas del organismo para los países a los que asiste financieramente.
De concretarse el escenario, la salida del cepo cambiario (que en el gobierno imaginan progresiva y por etapas), estaría más cerca.
El FMI no oculta su satisfacción por la forma en que Milei ha sabido aplicar las políticas de ajuste, evitando que estalle la resistencia social.
En cuanto al presupuesto del año próximo, el gobierno parece decidido a clausurar el debate. La falta de acuerdo con los gobernadores dialoguistas, obligaría al gobierno a habilitar el debate por las paridas para las provincias en el Congreso de la Nación.
Ante la certeza de que los tiempos para el tratamiento legislativo en el presente periodo se han acortado, la alternativa serían las sesiones extraordinarias en el verano. El gobierno concretaría el llamado, pero dejaría afuera el tratamiento del presupuesto, y optaría por gestionar un año más con la prórroga del presupuesto 2023.
En otras palabras, el gobierno prefiere mantener la discrecionalidad de asignar las partidas a dedo en un año electoral.
Atado a ello, y con la premisa de sostener la política de ajuste pero al mismo tiempo levantar previo a las elecciones la bandera de la reducción de impuestos, el año que viene traería una reforma impositiva y una profundización de la reforma laboral.
Con una nueva prórroga del presupuesto 2023, el gobierno prefiere mantener la discrecionalidad para asignar partidas a dedo en un año electoral.
El objetivo es reducir al mínimo la cantidad de impuestos nacionales, teniendo en cuenta que el grueso de la recaudación en la actualidad surge de solo seis tributos: IVA, Ganancias, Ingresos Personales, Aportes y Contribuciones, retenciones, y débitos y créditos bancarios.
La pata previsional, volverá a estar en la mira de la motosierra. El objetivo sería el régimen de jubilaciones de privilegio, de que goza apenas el 3,4% de los beneficiarios, pero representa el 11% de las erogaciones del sistema previsional.
La intención es que el mandatario presente el conjunto de las iniciativas en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el 1 de marzo de 2025.
Comentarios