Factores a tener en cuenta para el cultivo de la frambuesa en el Alto Valle
Profesionales del INTA Alto Valle y del Centro PyME ADENEU, junto a técnicos del sector privado y de INTA Bariloche, elaboraron una publicación que tiene como objetivo aportar información básica sobre los aspectos que pueden condicionar, o bien favorecer, la producción de frambuesa en el Alto Valle, a fin de orientar tanto a quienes estén evaluando un emprendimiento como al diseño de posibles futuras líneas de investigación.
Entre las opciones de diversificación productiva que actualmente se desarrollan en el Alto Valle, el cultivo de la frambuesa constituye una actividad que, en un esquema de complementariedad con la más tradicional frutilla y la menos conocida mora, ha encontrado un interesante nicho comercial por su condición de ser uno de los frutos de clima templado de mayor precio unitario y también por su elevada demanda en la agroindustria.
Recientemente, de manera conjunta entre la Estación Experimental INTA Alto Valle y el Centro Pyme ADENEU -impulsor de una rica experiencia público privada con berries en el plano de la asistencia técnica, comercial y financiera- se elaboró un trabajo sobre las características agronómicas de esta especie, sus requerimientos para las condiciones agroambientales de la región, y un análisis económico financiero para su producción local.
En términos comparativos con los frutales tradicionales de pepita y carozo cultivados en la zona, Walter Nievas, técnico de INTA Alto Valle, señala que “la frambuesa presenta una serie de aspectos de interés. Por ejemplo, es menor el riesgo de daño por heladas primaverales debido a su período extendido de floración, la incidencia del granizo también es menor por la distribución de la maduración a lo largo de la temporada y posee una mayor aptitud para ser cultivada en pequeñas superficies a escala familiar”. Además, permite el uso de las mismas maquinarias que para peras y manzanas, puede comercializarse en fresco o congelada y cuenta con diferentes posibilidades de procesamiento que le agregan valor. Su demanda en el mercado interno está insatisfecha y tiene un rápido inicio de la producción comercial, al igual que un pronto recupero de la inversión.
La frambuesa presenta una serie de aspectos de interés. Por ejemplo, es menor el riesgo de daño por heladas primaverales debido a su período extendido de floración.
Walter Nievas, técnico de INTA Alto Valle
En contraposición, los requerimientos de mano de obra para la cosecha de frambuesa son mayores, los frutos son muy delicados y sensibles al manipuleo, sumamente perecederos y susceptibles al ataque de Drosophila suzukii o mosquita de las alas manchadas, además de que se requiere de infraestructura o equipamiento de frío y logística adecuados para la producción en fresco y congelado.
En ese contexto, los pequeños productores -con reducidas superficies plantadas- manejan el cultivo con un abordaje familiar y orientan la cosecha a mercados de cercanía en fruterías, supermercados locales, restaurantes, heladerías y agroturismo. En tanto, los productores de amplias superficies con mayor volumen de producción y uso más intensivo de capital y tecnología, cuentan con infraestructura necesaria para la conservación en fresco y para el congelado, orientándose a cadenas de hipermercados, cafeterías, firmas reposteras e industria procesadora.
Los requerimientos de mano de obra para la cosecha de frambuesa son mayores, los frutos son muy delicados y sensibles al manipuleo.
Según Aníbal Caminiti, técnico del Centro PyME ADENEU, “la producción de frambuesas se caracteriza -entre otros aspectos- por requerir una integración vertical, de manera que el propio establecimiento produzca y comercialice para retener el mayor margen de renta, por convocar a la escalabilidad, por una demanda que no vislumbra techo en el mercado interno y porque Argentina sólo produce la quinta parte de lo que consume anualmente y, en todo caso, su techo lo establecen las variables que darán dimensión posible a una producción eficiente”.
La producción de frambuesas se caracteriza por requerir una integración vertical, de manera que el propio establecimiento produzca y comercialice para retener el mayor margen de renta.
Aníbal Caminiti, técnico del Centro PyME ADENEU.
La reciente publicación también vuelca los puntos de vista de distintos actores de la cadena, entre ellos, viveristas que identifican un aumento significativo del número de clientes en todo el país, tanto a escala comercial como a nivel hobbistas para consumo familiar. Los operadores comerciales en fresco señalan que esta modalidad se acota sólo a canales cortos de cercanía, entre otros motivos porque la estructura de los mercados concentradores no está adaptada para un producto tan perecedero. Por su parte, los operadores comerciales de congelados afirman que la demanda creció fuertemente en los últimos años, traccionada en gran medida por el ingreso al mercado de la modalidad snack de frambuesas congeladas bañadas en chocolate, aumentando las ventas entre un 20 % y 30 % anual, y remarcan el impacto de la reducida oferta local que define la necesidad de importar principalmente de China, México y Chile. Finalmente, los agentes involucrados en la etapa de industrialización resaltan las posibilidades de agregar valor en origen y de eliminar los problemas de perecibilidad propios de la fruta fresca, bajando los requerimientos en la logística de distribución.
La producción de frambuesas se presenta como una alternativa económica real para la región, contando con oportunidades agroecológicas, productivas y comerciales.
Patricia Villarreal, especialista en Economía en INTA Alto Valle.
Patricia Villarreal, especialista en Economía en INTA Alto Valle, concluye que “la producción de frambuesas, junto a la de otros berries, se presenta como una alternativa económica real para la región, contando con oportunidades agroecológicas, productivas y comerciales, dependiendo su dimensión del tipo de proyecto que se decida llevar adelante, a partir del mercado al que se quiera abordar”.
Por INTA.
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