Estudiantes de Bariloche crearon un invernadero inteligente para eficientizar la producción

Pertenecen al C.E.T. N° 2 y diseñaron un módulo para controlar desde un celular la ventilación, el riego y la temperatura de un invernáculo.

Desarrollo. Una de las pruebas de la funcionalidad del proyecto en un invernadero.

Alumnos de 6° Año del Centro de Educación Técnica N° 2 «Jorge Newbery», de la ciudad de Bariloche desarrollaron, junto a sus docentes y con el asesoramiento del INTA, un modelo de invernadero inteligente con el fin de lograr mayor practicidad y eficiencia en el manejo de cultivos bajo cubierta.

Se trata de “un módulo de control que cuenta con diversos sensores y sistemas de monitoreo que recopilan datos y a partir de esos datos se toman decisiones para controlar de forma remota las condiciones ambientales dentro de un invernadero”, detalló el estudiante Santiago Quintana, quien junto sus compañeros Norberto Pulido, Fidel Sacchero y el profesor Ricardo Martínez son los impulsores del proyecto.

“De este modo, se interviene de forma automática en variables como la ventilación, el riego y la calefacción dentro de un invernáculo”, explicó.

La idea fue premiada en el concurso nacional “Tengo una idea para mejorar la productividad de mi región” organizado el año pasado por el INTI y resultó ganador provincial en el Concurso Nacional de Innovaciones, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. Allí fue seleccionado entre más de 300 proyectos y en septiembre próximo será una de las iniciativas que represente a la provincia de Río Negro en la exposición de ideas ganadoras del país que se desarrollará en Buenos Aires.

Made in Bariloche. Los alumnos trabajando en el proyecto.

El estudiante Norberto Pulido, dio detalles sobre los componentes del proyecto. Explicó que “el módulo, que es el cerebro del proyecto y tiene la capacidad de adaptarse a un invernadero, es un microcontrolador que se consigue y se programa fácilmente y cuenta con conexión a wifi y bluetooth, lo que permite monitorear las condiciones ambientales del invernáculo desde cualquier lugar utilizando una aplicación en el celular pudiendo definir cuándo se activa el riego, cuál es el nivel de temperatura o la humedad adaptando también, si fuese necesario, las variables a cada cultivo”, ejemplificó.

El módulo cuenta además con sensores de temperatura del aire y la humedad del suelo y está diseñado también para actuar sin conexión a internet almacenando los datos en una tarjeta de memoria para poder utilizarlos o aprovecharlos más adelante.

Aportaron sus conocimientos excediendo los temas de la currícula.

El profesor Ricardo Martinez sobre los estudiantes involucrados en el proyecto.

A la hora de mencionar los pasos que se fueron dando para concretar la idea, Fidel Sacchero relató que “primero tuvimos que ver los costos y presupuestamos la idea, luego elegimos los componentes y comenzamos a armarlo y a programarlo para tener una noción ya más concreta de su funcionamiento”.

Recordó también que tuvieron que ir modificando la idea a medida que ésta se iba concretando, ya que, según expresó, “teníamos un primer modelo pensando para un invernadero tradicional y yendo a la práctica nos dimos cuenta de que era necesario adaptarlo a las temperaturas de invierno y verano de nuestra región para ofrecerle al productor una opción utilizable y óptima”, reconoció.

El profesor Ricardo Martínez coordina la materia “Prácticas profesionalizantes” en el C.E.T. N° 2, que es donde se aplican los saberes y conocimientos de años anteriores y se desarrollan proyectos de todo tipo vinculados, dentro de lo posible, con la realidad socioeconómica y productiva de la región.

Desarrollo. Demostración de un prototipo para ensayos.

Martínez mencionó que con el asesoramiento del INTA y con la idea de abaratar costos en la obtención de datos estadísticos de un invernadero terminamos desarrollando un sistema electrónico capaz de tomar datos y transformarlos en actuadores de forma automatizada para controlar riego, calefacción, refrigeración.

Martínez resaltó el compromiso de los estudiantes involucrados en el Proyecto quienes, según dijo, “aportaron sus conocimientos excediendo los temas de la currícula escolar metiéndose en cuestiones vinculadas, por ejemplo, a la programación informática; y todo eso es mérito de ellos”, valoró.

El profesor destacó que el módulo es eficiente también en cuanto a energías renovables y puede funcionar con energía solar. También subrayó el vínculo con el INTA: “Nos ayuda a conocer desde qué es un invernadero hasta qué productores podríamos asistir con esta tecnología; por eso la articulación es esencial”, afirmó.

Equipo. Julio Ojeda del INTA Bariloche y los alumnos Fidel Sacchero, Norberto Pulido y Santiago Quintana junto al profesor Ricardo Martínez.

En tanto, Julio Ojeda, de la Agencia de Extensión del INTA Bariloche, resaltó la importancia de que “la escuela esté pensando en las problemáticas del sector agropecuario” y subrayó que “el Proyecto significa una alternativa que facilita y abarata la tarea cotidiana del productor”. “Además de ahorrar tiempo se trabaja con más exactitud, lo que permite eficientizar la producción de cultivos”, aseveró.

Al momento de mencionar cómo será la continuidad del Proyecto, los alumnos coincidieron en que buscarán abaratar costos para que lo económico no sea un impedimento y que es probable que a futuro se agreguen otras variables de control como por ejemplo, la iluminación dentro del invernáculo.

Por INTA.


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