Estiman que crecerá 20% la exportación de soja y trigo
“Ya hay especulaciones de una importante escasez del trigo a nivel global”, dijo el ministro Manzur al expresar la preocupación oficial.
El Gobierno estima que la producción y exportación de soja y trigo argentinos podría crecer un 20% en el corto plazo debido al impacto que generará la siembra de una semilla modificada genéticamente para soportar suelos con estrés hídrico, es decir, falta de agua.
La proyección fue compartida en la reunión de Gabinete que se celebró este jueves en la Casa Rosada, por los ministros de Agricultura, Julián Domínguez, y de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus.
Allí, el ministro de Economía, Martín Guzmán, comentó que el anuncio es clava para fortalecer el ingreso de divisas ante la necesidad que tiene el país de fortalecer sus reservas en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los ministros analizaron la continuidad de lo que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, definió como la “invasión de Rusia a Ucrania”, dado que siguen “alterados todos los términos y valores de referencia”. En ese contexto, uno de los temas centrales tiene que ver la provisión de alimentos.
En ese sentido, los funcionarios hicieron foco en lo que podría ocurrir a nivel global con el trigo, dada la decisión de la India –otro de los grandes productores mundiales junto a Ucrania y la Argentina- de cerrar sus exportaciones.
“Ya hay especulaciones de una importante escasez del trigo a nivel global”, dijo Manzur al expresar la preocupación oficial. El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, dio un panorama al gabinete sobre esta situación.
Domínguez comentó que junto a Daniel Filmus, ministro de Ciencia y Tecnología, al Conicet y la empresa Bioceres, se viene trabajando para la incursión en el mundo tanto del trigo como la soja con aplicaciones genéticas.
“Brasil, China, Australia y Nueva Zelanda aprobaron en distintos niveles tanto para el trigo como para soja que tienen aplicaciones genéticas del girasol, que es resistente a la sequía, y que va a generar una potencialidad enorme, un aporte tecnológico argentino muy importante”, dijo Filmus.
El ministro de Ciencia y su par de Agricultura coincidieron en la reunión de que la potencialidad de este logro –alcanzado tras una investigación que comenzó en 2005- está dada para la producción y las exportaciones de la Argentina, lo que es determinante para sumar divisas a la Argentina.
La novedad para la economía argentina también está en que la nueva tecnología para la soja y el trigo brinda la posibilidad de que estos sean cultivados en zonas del país en los que prevalecen los terrenos secos. “Hay una potencialidad incrementar la producción en un 20%”, dijo Filmus.
Recientemente China aprobó la soja HB4 tolerante a la sequía desarrollada por Bioceres, lo que abre una ventana gigante para el país ya que la potencia asiática es la principal importadora de soja del mundo y la mayor compradora de subproductos de la oleaginosa de argentina.
La empresa indicó que “la soja tolerante a sequía fue aprobada en 2015 por Argentina y luego también por los países de mayor producción mundial de este cultivo, incluyendo Estados Unidos (agosto 2019), Brasil (mayo 2019), Paraguay (2019) y Canadá (2021)”.
El desarrollo de la soja HB4 resistente a la sequía se inició en el laboratorio de Raquel Chan, investigadora del Conicet y la Universidad Nacional del Litoral y posteriormente fue potenciado por Bioceres.
El Gobierno estima que la producción y exportación de soja y trigo argentinos podría crecer un 20% en el corto plazo debido al impacto que generará la siembra de una semilla modificada genéticamente para soportar suelos con estrés hídrico, es decir, falta de agua.
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