En la cuerda floja: fuertes rumores sobre la continuidad del ministro de economía Luis Caputo

Empezó como una versión tibia, casi inverosímil. Desde hace al menos dos semanas, periodistas que cubren el día a día del gobierno puertas adentro, comenzaron a dar cuenta de ciertas críticas internas hacia el ministro de economía Luis Caputo. Quince días después, el rumor ya está instalado en las redes sociales y los medios de comunicación, y hasta se habla de los posibles reemplazantes.

El elegido por el presidente Javier Milei para conducir la política económica en el inicio de la gestión, no encuentra los puntos de apoyo necesarios para sostener su programa, y carece de padrinos políticos propios dentro del gobierno, más allá del propio presidente.

No obstante, son las propias decisiones del ministro las que han ido cercando su suerte y cercenando su peso específico en el gabinete. En este sentido, uno de los grandes objetivos que se había trazado Milei, era levantar el cepo cambiario en el primer semestre del año, y para ello se necesitan al menos u$s 15.000 millones que nunca llegaron.

Una de las apuestas de Caputo era lograr que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aceptara reformular el acuerdo Stand By vigente, incluyendo nuevos desembolsos que permitieran encausar la ecuación financiera, la cual incluye vencimientos con China por casi u$s 5.000 millones entre junio y julio. Se trata de parte del swap de monedas que activó en 2023 Sergio Massa.

De hecho, la misión de funcionarios argentinos que visitó Whashington la semana pasada, esperaba lograr que el Fondo habilitara un desembolso extraordinario por u$s 5.000 millones, que permitiera afrontar los pagos a China. Regresaron solo con la aprobación de la octava revisión del acuerdo, y el desembolso ya programado de u$s 800 millones.

Así las cosas, Caputo no ha logrado cumplir con el objetivo de reunir los fondos para salir del cepo y no solo ello, ha cometido yerros graves de gestión para quien se asume como adalid de la libertad de mercado. La última de estas decisiones, empieza a marcar definitivamente su destino al frente de la cartera económica.

Por ejemplo, decidió desregular por completo el precio de la medicina prepaga y desmantelar todos los mecanismos públicos de control, y luego debió acudir al intervencionismo para controlar directamente el precio. O pretendió también negar la homologación de un acuerdo paritario, desconociendo la legislación laboral vigente, y finalmente debió rubricar el acuerdo privado entre partes.

Pero la gota que comienza a colmar el vaso, fue la decisión de Caputo de defaultear a las energéticas por los pagos pendientes de diciembre (2023), enero y febrero, por $600.000 millones. Ello fue entre otras cosas lo que le permitió al presidente anunciar con tono de gesta épica global el superávit fiscal del primer trimestre del año.

El problema es que las deudas se pagan. En especial cuando los acreedores son empresas multinacionales de origen norteamericano, como lo son parte de las operadoras de Vaca Muerta a las que Caputo decidió no pagarles en tiempo y forma. En ese marco, peor aún fue la decisión de resolver el problema con un bono compulsivo en dólares de vencimiento 2038.

Una cosa es retener pagos devengados en pesos a las provincias a fin de lograr compulsivamente las voluntades necesarias para aprobar una ley o respaldar un DNU. Otra es «pisarle» los pagos a los capitales extranjeros, que tienen estrechos contactos en los mismos reductos a los que luego Caputo acude a «pasar la gorra» para reunir los u$s 15.000 millones que destraben la salida del cepo.

En efecto, Caputo está molesto con las empresas porque entiende que levantaron la voz en Estados Unidos por el virtual default de los pagos pendientes. Y efectivamente entre los inversores norteamericanos se habla de la decisión de Caputo con las energéticas como el primer gran traspié en materia de crédito del gobierno de Javier Milei. «Se pegó un tiro en los pies», es el eufemismo que circula en los mercados.

Con ese telón de fondo, las críticas a Caputo arrecian desde adentro, y ya trascienden al terreno de la política. Uno de los que levantó la voz al respecto fue el senador Miguel Ángel Pichetto. «Lo del bono a las eléctricas fue un error», indicó. Y golpeó luego en el corazón de las ideas de la libertad: «Es un hecho complejo desde el punto de vista de su rumbo capitalista libertario, donde tiene que garantizar el cumplimiento de los contratos… hay mucho ruido en Wall Street por esto» sentenció.

Los rumores acerca de la salida de Caputo comenzaron a ser agitados por los propios trolls de la usina de La Libertad Avanza, los cuales responden políticamente a Santiago Caputo y Karina Milei. Uno de esos perfiles apócrifos, directamente tituló «en broma» con letras mayúsculas «RENUNCIÓ LUIS CAPUTO», y anunció que el ministro asumía en el «Liberty City National Exchange Index», un organismo que solo existe en el juego GTA.

La presión interna es tan grande, que el propio presidente se vio obligado a «salir a bancar» a su ministro, a quien le dedicó un tweet el fin de semana, donde destacó: «@LuisCaputoAR MASTERCLASS. Notable cambio de respuestas en la evolución de los precios básicos. En Marzo el 66% los veían subiendo y un 31% estable o cayendo. En Mayo el 52% de los argentinos ve precios a la baja o estables, mientras que sólo el 44% (-22 pp) los ve subir. VLLC!».

No parece ser suficiente. Los mismos que desde hace dos semanas comenzaron a instalar el rumor de la salida del ministro, hoy ya hablan de los posibles reemplazantes, y de cuáles serían los cambios en el gabinete que acompañarían la decisión de terminar con la gestión de Caputo.