El superávit de abril: igual que en marzo, pero sin la épica de Milei
El Gobierno le bajó el tono al anuncio, que se resumió a un escueto tweet de Caputo. Al igual que en marzo, el saldo positivo llega a costa de licuación de jubilaciones, recorte a las universidades, y fondos congelados para los gobernadores. A ello hay que agregar la deuda sin registrar con las energéticas y el peso del Impuesto País atado al cepo cambiario.
No hubo cadena nacional esta vez. Tampoco el prime time mostró una entrevista en tono afable con los periodistas más cercanos. Mucho menos se apeló al tono de épica histórica global. El anuncio pasó casi desapercibido.
A diferencia de lo que aconteció en el mes de marzo, la comunicación oficial acerca del resultado fiscal de abril consistió en un tweet de solo tres renglones en la cuenta oficial del ministro de economía Luis Caputo en la red “X”. “En abril el Sector Público Nacional registró superávit financiero por cuarto mes consecutivo por $17.409 millones. El superávit financiero acumulado en el año representa 0,2 del PIB”, se limitó a publicar Caputo.
Para encontrar más detalles, fue necesario acudir al portal de la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía de la Nación. Allí se consigna que el resultado de abril es “producto de un superávit primario de $264.952 millones y de intereses de la deuda pública neto de pagos intra-sector público, que alcanzaron los $247.543 millones”. Se destaca además que “el SPN registró cuatro meses consecutivos de excedente financiero por primera vez desde el 2008”.
En abril el Sector Público Nacional registró superávit financiero por cuarto mes consecutivo por $17.409 millones.
— totocaputo (@LuisCaputoAR) May 16, 2024
El superávit financiero acumulado en el año representa 0,2 del PIB.
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El interrogante es inmediato. Si los datos fiscales son tan positivos ¿Por qué el presidente desaprovechó la oportunidad de reforzar el relato de epopeya?
Mientras se daban a conocer de forma escueta los mismos datos que el mes pasado ameritaron una cadena nacional, el mandatario estaba volando rumbo a España, donde presentó su libro “El camino del libertario” en la sede de un reconocido matutino, y se reunió con los representantes de la ultra derecha de Vox.
Los periodistas acorralaron el viernes a Manuel Adorni en relación al costo del viaje y a la utilización del avión presidencial para fines personales. Erogar medio millón de dólares del Estado para un viaje cuyo fin fue meramente personal y partidario, llama la atención en medio del ajuste. El vocero se mostró visiblemente ofuscado y negó que se trate de un viaje de carácter personal.
"No actuamos como kirchneristas"
— Corta 🏆 (@somoscorta) May 17, 2024
Al ser consultado por los gastos de los viajes de Javier Milei al exterior, Manuel Adorni aclaró que son "austeros en término de gastos" y agregó: "No son viajes privados". pic.twitter.com/skL250VR7c
Pero las verdaderas respuestas irrumpen solas cuando se aprecia el detalle que dio a conocer Economía respecto a la ecuación fiscal de abril.
Como punto de partida hay que considerar el dato que Indec dio a conocer el pasado martes y que el presidente celebró como un gol, registra un 289,4% de inflación acumulada entre abril de 2023 y abril de 2024.
A partir de allí, lo primero que se observa es que los ingresos del Estado nacional crecieron en el mes de abril un 263,9% interanual. Es decir que en términos reales cayeron un 25,5% frente al mismo mes de 2023. Las razones también están a la vista: existe una profunda recesión cada una de las ramas de la economía real, y una estrepitosa caída de la demanda agregada, a tono con el golpe al poder adquisitivo del salario al inicio del año 2024.
No obstante cuando la mirada se posa sobre los gastos, el panorama es todavía más elocuente. Las erogaciones totales del Estado nacional crecieron un 197% en el mes de abril. O sea que el peso de la motosierra fue del 92,4% en términos reales.
Si el análisis se torna más fino acerca de los lugares por los que pasó (o volvió a pasar) la motosierra en abril, se obtienen conclusiones aún más evidentes.
“Si hay un gobierno austero que gasta lo justo y necesario, es este. No se trata de un viaje privado. No actuamos como kirchneristas”
El vocero Manuel Adorni, molesto por la consulta acerca del costo del viaje personal de Milei.
En primer lugar se aprecia que el renglón correspondiente a las “prestaciones sociales”, aumentó un 221,5% interanual. Significa que para sostener la fantasía del superávit, Milei volvió a licuar el valor real de jubilaciones y asignaciones por hijo en un 67,9% para el cuarto mes del año.
Segundo, la fila correspondiente a las “transferencias a universidades”, se incrementó un 182,7% interanual en abril. Equivale a decir que el envío de fondos a las casas de estudio se recortó un 106,7% en términos reales.
Por último, el renglón referido a las “transferencias corrientes a las provincias” refleja un crecimiento interanual de solo el 3,5% en el mes de abril. Es decir que frente a la inflación oficial registrada el mismo mes, el envío de fondos a las provincias cayó el 285,9% en términos reales frente al mismo mes del año pasado.
Implica que el gobierno decidió literalmente “congelar” el envío de fondos a los gobernadores en medio del acalorado debate por la Ley Bases y en vísperas de la convocatoria al Pacto de Mayo. Curiosa forma de reunir las voluntades políticas necesarias para acompañar la gesta patriótica.
En resumen, los datos oficiales revelan que al igual que en marzo, Javier Milei apeló a tres pilares fundamentales para sostener el relato del buen resultado fiscal: licuación de haberes previsionales, recorte al presupuesto universitario y suspensión de envío de fondos a las provincias.
Luego de semejante ajuste, logró obtener el pírrico superávit de apenas el 0,2%del PBI.
La recaudación de Impuesto País en abril equivale al 181% del superávit primario. Buen punto entre otros, para entender la demora en levantar el cepo.
Como si ello fuera poco, hay dos elementos más que permiten advertir que el verdadero tenor de las cuentas fiscales no tiene el brillo que pretende el presidente.
El primero es que los cálculos del gobierno excluyen la deuda acumulada con las energéticas, que asciende a la friolera de 1,07 billones de pesos.
El ministro Caputo buscó resolverlo con un bono de vencimiento 2038 y una virtual quita del 50%. Se encontró con un paredón. El plazo para la adhesión vencía el viernes, y ante el rechazo de Cammesa (representa dos terceras partes de la deuda total), debió prorrogar el plazo.
La segunda es el peso que tiene la recaudación del Impuesto País en relación al “superávit” total de las cuentas públicas mes a mes. Una estimación de la consultora Outlier, indica que en el mes de enero la recaudación del Impuesto País representaba el 21% del superávit fiscal primario. Esa relación pasó a ser del 43% en febrero, del 103% en marzo, y del 181% en abril.
En otras palabras, el monto de la recaudación por el más importante de los impuestos atados al dólar oficial, equivale a casi dos veces el monto del superávit fiscal primario en el mes de abril.
A la luz de los propios datos oficiales, se comprende mucho mejor el motivo por el cuál el gobierno prefirió esta vez bajarle el tono al anuncio del superávit. También la razón por la cual la idea de levantar el cepo cambiario se sigue postergando.
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