El pronóstico de un gigante de Wall Street para la inflación de Argentina en 2025: ¿Se viene una devaluación?
Proyectan una desaceleración en 2025, pero advierten que los riesgos persisten. Se espera un repunte vinculado a la unificación del mercado cambiario.
El banco de inversiones estadounidense J.P. Morgan analizó la dinámica inflacionaria del país, destacando una leve desaceleración, aunque advirtiendo sobre los desafíos futuros. A pesar de la moderación reciente en los precios, el gigante de Wall Street señaló que la inflación sigue siendo un tema central, con un impacto notable en varios sectores.
En su análisis, el informe detalla que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre mostró un incremento del 3,5% mensual, en línea con las expectativas del banco, y menor al 4,2% registrado en agosto.
Este descenso fue impulsado principalmente por la baja en los precios de los alimentos, una reducción del impuesto PAIS y la desaceleración de los precios regulados. Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles como alimentos y energía, fue aún más baja, con un 3,3% mensual, la cifra más reducida desde enero de 2022.
Proyecciones de inflación para 2024 y 2025
De cara a los próximos meses, J.P. Morgan proyecta que la inflación mensual promediará un 3,7% en el cuarto trimestre de 2024, con un ligero repunte hacia finales de año y principios de 2025, asociado a la transición hacia la unificación del mercado cambiario. Con ello, el banco sugiere que este proceso podría incluir una devaluación en 2025, lo que incrementaría las presiones inflacionarias a corto plazo.
Estas previsiones coinciden con las de otras consultoras locales, como Econviews, que espera un 3,5% mensual para octubre y noviembre de 2024, pero un aumento al 6,5% en diciembre.
Dato
- 35%
- Inflación proyectada para 2025.
J.P. Morgan estima que, si se implementa un programa de estabilización exitoso junto a un régimen cambiario sostenible, la inflación podría reducirse a un promedio mensual del 2% para 2025, lo que implicaría una tasa interanual del 35% para fin de año.
No obstante, el informe alerta sobre riesgos relacionados con posibles demoras en la liberación de los controles de capital, lo que podría afectar la actividad económica y aumentar la presión inflacionaria, sobre todo en el contexto de las elecciones legislativas de octubre.
Finalmente, el banco subraya que avanzar en los ajustes de precios relativos y eliminar los controles de capital son dos condiciones clave para consolidar un proceso de desinflación sostenible a largo plazo.
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