El Presupuesto 2025 y el campo: cuál será el aporte del complejo agroindustrial granario

Cuán relevante será en términos fiscales y de divisas. Incertidumbre en cuanto a las condiciones climáticas y a los precios de los commodities.

El campo, clave en el Presupuesto 2025.

En todo análisis de un nuevo presupuesto nacional, es básico establecer con la mayor certeza posible el monto y origen de los ingresos para poder dimensionar luego cómo se van a distribuir en las diferentes partidas.

En nuestro país uno de los principales “aportantes” es el complejo agroindustrial; es decir, los recursos provenientes de la exportación de la materia prima y los productos elaborados o MOA (manufacturas de origen agropecuario), principalmente del sector granario.

Los consumos internos son limitados y muchos de ellos crecen al ritmo vegetativo de la población, con lo cual el resultado del comercio externo es vital.

Pensemos que este sector solamente, sin considerar otros relacionados a la agroindustria, genera entre 30 y 35 mil millones de dólares de ingreso de divisas (aproximadamente el 40% de las exportaciones totales) y entre 7 y 8 mil millones de dólares como recaudación fiscal, solo por derechos de exportación (retenciones), al margen del resto de impuestos que gravan a la actividad.

Obviamente ello depende de una serie de variables, tanto exógenas como endógenas, que hay que considerar para establecer una correcta proyección de los ingresos.

El ciclo 2024/25 se caracteriza por un marco mundial de oferta holgada en la mayoría de los commodities, con una demanda que acompaña en menor medida.

Lic. Gustavo Lopez, director de Agritrend SA.

El ciclo 2024/25, ya próximo a cosechar los cultivos invernales (trigo, cebada, etc.) e iniciando tímidamente la siembra de la cosecha gruesa, se caracteriza por un marco mundial de oferta holgada en la mayoría de los commodities, con una demanda que acompaña, aunque en menor medida. Por ende, hay una acumulación de reservas que conspira contra la mejora de las cotizaciones.

Prácticamente definida la producción en el hemisferio norte, las miradas se centran en Brasil y Argentina que son los principales proveedores, particularmente de maíz y soja, y donde se espera mejoras sustantivas en su oferta. Las expectativas en Brasil de un nuevo récord en soja y una excelente cosecha de maíz, acompañado por la proyección de buenas cosechas en nuestro país, llevaron a una merma significativa en los precios de la mayoría de los granos, debido al grado de sustitución que se da entre ellos.

El tema es si finalmente estas proyecciones de concretan, y el principal condicionante es el clima. Si bien la mayoría de los modelos descarta una Niña, que implicaría condiciones de menor humedad en la región, y plantea una clara neutralidad para gran parte del 2025, la realidad muestra que existen deficiencias hídricas importantes, que incluso llevan a atrasar las labores de implantación.

Existen deficiencias hídricas importantes, que incluso llevan a atrasar las labores de implantación.

Lic. Gustavo Lopez, director de Agritrend SA.

Ello sumado a la reacción de China en las ultimas semanas, concretando compras importantes tanto en Estados Unidos como en el resto de los oferentes, y los aspectos políticos insoslayables como los próximos comicios en este país, que marcarán el pulso de las negociaciones futuras entre ambos gigantes -de ser triunfador el candidato republicano, las relaciones puede ser mas tensas- le agregaron mayor incertidumbre al mercado.

En ese contexto, los fondos especulativos que operan en los mercados, en especial en Chicago, que se encontraban muy vendidos debido a que migraron hacia otro tipo de inversiones, volvieron a recomponer en parte sus posiciones a valores más bajos que permitieron cierto rebote en las cotizaciones como los registrados en los últimos días.

Finalmente, otro elemento de peso en el análisis es la política en materia de tasa de interés que siga la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), que redujo las mismas, y que es una gran noticia para los países emergentes, especialmente para aquellos que exportan commodities como Argentina.

Proyecciones para la campaña agrícola 2024/2025 de Argentina


De darse condiciones climáticas normales, es muy factible que estemos ante una cosecha en torno a los 140 millones de toneladas, muy similar al ultimo récord del ciclo 2018/19. Ello permitiría disponer de algo mas de 100 millones de toneladas de grano, aceite, harinas etc. con destino a la exportación, que considerando los precios actuales permitiría un ingreso final de 33.000 millones de dólares. Es decir, US$1.600 millones por encima del año anterior.

Estas proyecciones son muy realistas, en el marco actual, pero están íntimamente ligadas a que las condiciones climáticas permitan concretar la oferta descripta.

Pensemos que se expande la producción, se incrementan las exportaciones, pero el aporte es relativamente bajo respecto del ciclo pasado, producto de los bajos precios internacionales. De allí la importancia de seguir muy de cerca lo que sucede en el mundo.

Dato

US$33.000 millones
Aporte estimado del complejo agroindustrial granario, en materia de divisas, en 2025, con condiciones climáticas normales.

En materia fiscal ocurre algo similar. Las previsiones con el nivel de aranceles actuales nos dan un ingreso de 7.300 millones de dólares, solo 200 millones por encima del anterior.

Vale la siguiente aclaración: las divisas no entran automáticamente. Por el contrario, están en función a la exportación o procesamiento y luego embarque de las mercaderías a lo largo del ciclo comercial, y en gran medida a la cadencia en las ventas de los productores quienes esperan mejores precios, tipo de cambio mas atractivo, reducciones en los impuestos (retenciones), etc. A la fecha aún restan por ingresar al menos 12.000 millones de dólares provenientes de los derivados de la soja y el maíz que resta embarcar.

En materia fiscal la situación es diferente, ya que cuando el exportador declara su venta al exterior tiene un lapso limitado para el pago de los gravámenes.

En síntesis, los recursos provenientes del complejo agroindustrial granario son fundamentales para consolidar un presupuesto equilibrado -pensemos en la ultima seca y los conflictos macroeconómicos que acarrearon- pero estos están íntimamente ligados a factores difíciles de controlar.

Sin duda, pensando en más largo plazo, será necesario instrumentar una reducción gradual de impuestos distorsivos como los derechos de exportación con miras a la eliminación total, lo cual redundará en un crecimiento sostenido de la producción y por ende en un mayor ingreso de divisas.

Recordemos que el aporte del sector primario en la materia alcanzó a lo largo de las dos últimas décadas los 130 mil millones de dólares, de los cuales poco o nada volvió como mejoras para el mismo.

(*) Director de Agritrend SA – Asesor de la Fundación Producir Conservando.


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