El Niño no llegó y la temporada invernal se complica para la actividad forrajera regional
Es común que en la región ocurran ciclos con precipitaciones acumuladas por debajo de la media histórica, provocando una disminución del volumen de forraje disponible para alimentar al ganado durante el invierno. Profesionales del INTA Valle Inferior comparten pautas de manejo para evitar pérdidas asociadas a la falta de alimento para los rodeos.
Por G. Garcilazo, J. Antenao, C. Musi Saluj, G. Olmedo, B. Devesa, C, Speciale y E. Donari (INTA Valle Inferior)
La deficiencia de lluvias de la temporada anterior, la carga animal en cada establecimiento y la elección de un correcto sistema de manejo del pastoreo, son factores determinantes en la disminución del volumen de pasto disponible.
Según las tendencias climáticas en la región se estima que en el trimestre mayo-julio, las precipitaciones totales del periodo estarán por debajo de lo normal en el Este y Oeste de la región, y por encima en la zona centro.
En estos escenarios los signos de sequía son evidentes en la vegetación, especialmente en los departamentos del noreste. Esta tendencia negativa se está intensificando y podría tener un impacto significativo en la producción de forraje, lo que a su vez podría resultar en una disminución notable del aumento de peso del ganado e incluso en la posible muerte de animales.
Cualquier fenómeno o evento que afecte la oferta de forraje, incluso durante un período breve, también impactará en la carga animal, por lo tanto, es necesario implementar medidas para adaptarla a la disponibilidad de forraje.
En primera instancia, es esencial que cada establecimiento realice una evaluación integral de la relación entre el forraje disponible y las condiciones de pastoreo. Esto implica realizar recorridos en los cuadros para analizar el estado de las especies forrajeras, identificar las plantas que son consumidas por el ganado y determinar si existen limitaciones en la disponibilidad de alimento. De igual manera, es fundamental examinar la disponibilidad de forraje en los cuadros que aún no han sido pastoreados y, de forma paralela, llevar a cabo una evaluación minuciosa del estado o condición corporal de los vientres.
Cualquier fenómeno o evento que afecte la oferta de forraje, incluso durante un período breve, también impactará en la carga animal.
Si se detectan situaciones de desbalance en la disponibilidad forrajera, se recomiendan una serie de estrategias a tener en cuenta. En principio, revisar todo el rodeo en la manga, mediante la determinación de condición corporal, diagnóstico de preñez y boqueo.
Luego de esa revisión es importante retirar del rodeo toros viejos o lesionados y decidir el descarte de categorías improductivas, como los vientres de baja condición corporal, de vacas vacías y de menos de medio diente.
Si el servicio es continuo y cuenta con terneros de menos de 6 meses de edad, se recomienda evaluar la alternativa de destete precoz para aliviar a los vientres disminuyendo los requerimientos de alimento y preservando la preñez.
Además, se aconseja mantener solo a las vaquillonas de reposición y no hacer recría de machos y vaquillonas con destino a engorde. En caso de optar por no realizar descarte y venta de parte del rodeo, deberán evaluarse otras alternativas como alquilar un campo o llevar animales a capitalización.
Por último, luego de realizar el descarte y priorizar categorías hay que evaluar la necesidad de realizar una suplementación estratégica con alimentos de alto nivel nutricional al forraje diferido.
En cuanto a las alternativas de alimentación, la recomendación general es no caer en soluciones mágicas y evaluar el costo de cada alimento que decida comprarse en función del nutriente principal (Es decir, no compare suplementos proteicos por kg de alimento sino cuánto cuesta el kg de proteína que proporciona).
Un heno de mediana calidad puede utilizarse como único alimento que complemente el pastizal. Una vaca seca en los 2 primeros tercios de la gestación puede sostenerse con 6 kg de heno de pastura mezcla. En el último tercio de la gestación los requerimientos aumentan, entonces se deberá agregar grano de avena o cebada o un alimento balanceado de engorde de novillos en forma gradual, excepto el grano de maíz que no es apropiado para situaciones de baja disponibilidad y calidad de forraje. Próximos al parto esas cantidades deben duplicarse para adecuarse al requerimiento de la lactancia.
No compare suplementos proteicos por kg de alimento sino cuánto cuesta el kg de proteína que proporciona.
En los últimos años se difundieron en el mercado nuevos productos aconsejados para estas situaciones de escasez de forraje como suplemento líquido, pellet de suplemento proteico, complejos de fermentos y enzimas para lamer. Su uso y aplicación ha sido evaluado por profesionales del Programa Ganadero Bovino RN y de la actividad privada que recomiendan siempre buscar asesoramiento técnico antes de tomar decisiones y evaluar la cantidad de pasto disponible en el campo. Si no hay suficiente forraje disponible, cualquier suplementación será ineficaz. Además, es fundamental evaluar cuál es la alternativa de alimentación que mejor se adapta a cada sistema, según su costo nutricional comparativo, practicidad y otras ventajas.
Es importante recordar que la mejor manera de monitorear los resultados de cualquier práctica de alimentación es mediante la observación del estado corporal de los animales. De esa manera, se evitará la pérdida de condición corporal que comprometa la preñez y/o lactancia.
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