El Gobierno adelantó que eliminará la exclusividad de la SUBE: se podrá utilizar la tarjeta de crédito
Lo anunció el vocero presidencial Manuel Adorni en conferencia de prensa. "Es la federalización total del sistema", definió. A partir de esta modificación, el boleto del transporte público se podrá pagar con otras tarjetas o aplicaciones en celular.
El Gobierno anticipó la eliminación de la exclusividad de la tarjeta SUBE para pagar el boleto del transporte público de pasajeros. Lo anunció el vocero presidencial Manuel Adorni en su habitual conferencia de prensa de este lunes. La tarjeta SUBE ya no será el único medio de pago para colectivos, trenes y subtes.
La medida implica una modernización del sistema SUBE, que enfrentó problemas de actualización tecnológica y ha generado malestar en los usaurios por las largas filas en las estaciones para nominalizar las tarjetas.
«El Gobierno tomó la decisión de liberar el sistema de pago del transporte público como ocurre en otras ciudades del mundo donde se puede abonar con tarjeta, con celucar o el medio que se crea más conveniente. La SUBE no va a dejar de existir, va a ser una opción más, no la único. Para nosotros sigue cumpliendo un rol clave para fiscalizar los servicio que prestan las empresas de servicios de colectivos y los gatos que realizan», anunció Adorni.
«Esto significa no sólo simplificar un servicio que se creó hace quince años y todavía seguía dependiendo de la carga en un kiosco o en una estación de pago sino también la federalización total del sistema. Cuando haya más novedades y precisiones sobre este punto tan relevante para buena parte de los argentinos se los estaremos comunicando», finalizó Adorni.
El objetivo principal es abrir la competencia en el sector y garantizar un sistema abierto que acepte todas las tarjetas bancarias, de fintech, de débito, crédito o prepagas, sin distinción.
Se espera que la decisión impulse la participación del sector privado en la provisión de lectores de tarjeta y el procesamiento de pagos, sin intervención directa del Gobierno.
Podría implicar una mayor variedad de opciones para los usuarios y una competencia que incentive la mejora en los servicios. Además, los bancos tendrán un papel fundamental en el procesamiento de los pagos, lo que podría implicar una ampliación de las opciones de medios de pago para los ciudadanos.
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