Dos bodegas de Río Negro y Neuquén buscan el sello de «Vitivinicultura Argentina Sostenible»
Para ello, siguen la Guía de Sostenibilidad Vitivinícola Argentina. Cuáles son las dos compañías de la región que atraviesan el proceso de certificación.
Bodegas de Neuquén y Río Negro, en busca de certificar sus prácticas sostenibles.
Más de 20 bodegas de 14 provincias, entre ellas Neuquén y Río Negro, participan de un programa para certificar prácticas de sostenibilidad vitivinícola. El mismo busca alinear las bodegas argentinas con estándares internacionales de sostenibilidad, apoyando la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El programa fue lanzado en el marco de un convenio entre la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y el Consejo Federal de Inversiones (CFI). Su objetivo es asistir a empresas del sector para que implementen una guía de buenas prácticas para certificar la sostenibilidad en el ciclo productivo 2024 y obtengan el sello «Vitivinicultura Argentina Sostenible».
La sostenibilidad es uno de los ejes centrales de desarrollo contemplados en el Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) en su actualización al 2030. Con el aporte de los gobiernos provinciales a través del CFI, el programa ya en marcha dispone de financiamiento y ayudas por $44.000.000 que benefician a 23 bodegas de 14 provincias argentinas, y que están destinados a financiar consultorías especializadas.
Bodegas de Río Negro y Neuquén en carrera
Entre las 23 bodegas participantes, hay dos asentadas en territorio norpatagónico. Bodega Malma, de la localidad neuquina de San Patricio del Chañar, participa activamente en la certificación de prácticas sostenibles. «En el tipo de industria en la que estamos, donde nuestros productos y la materia prima vienen de la tierra, es fundamental cuidar los recursos, ser muy precisos a la hora de manejar los procesos y ser cuidados con el medio ambiente«, dijo Ana Viola, CEO de la compañía, en declaraciones a Coviar.
En la localidad rionegrina de Río Colorado se encuentra Bodega Trina y es el otro establecimiento de la Norpatagonia que atraviesa el proceso de certificación para obtener el sello «Vitivinicultura Argentina Sostenible».
La importancia del sello
Esta certificación reviste importancia para las empresas, por los beneficios potenciales. Mediante el cumplimiento de la Guía de Sostenibilidad Vitivinícola Argentina, las bodegas pueden mejorar procesos internos, optimizando recursos y procesos productivos.
En tiempos en que la conciencia por el cuidado del medio ambiente está en auge, la certificación deriva en el incremento de la competitividad en mercados globales que valoran la sostenibilidad. En este sentido, el cumplimiento de normas internacionales y la alineación con estándares globales de sostenibilidad, es fundamental. «Cada vez más países lo primero que te preguntan antes de arrancar una conversación sobre exportaciones de vinos es qué certificaciones medioambientales y sociales tiene la bodega», marcó Viola.
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