Donald Trump o Kamala Harris: ¿Qué le conviene a la Argentina de Javier Milei?
Los pronósticos previos no ofrecen elementos para anticipar cuál de los dos candidatos sería más favorable para nuestro país. En el gobierno argentino imaginan que el acuerdo con el FMI sería más factible con Donald Trump, aunque Harris habilitaría más oportunidades al comercio.
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos definen durante la jornada de hoy quién será el conductor de la primera potencia global. El ex presidente republicano Donald Trump busca volver al poder mientras que la actual vicepresidenta demócrata, Kamala Harris pugna por suceder al octogenario Joe Biden.
El resultado de la compulsa electoral de hoy definirá el perfil económico, político, social y global de los Estados Unidos de cara a los próximos cuatro años. Una noticia gravitante para el futuro inmediato de las relaciones internacionales a nivel comercial, ambiental, y geopolítico entre otros. Para la Argentina, es un elemento clave de cara a la consolidación del rumbo elegido por el presidente Javier Milei.
A priori, la cercanía ideológica, discursiva y pragmática del presidente argentino con el candidato republicano hace suponer que un triunfo de Donald Trump podría significar una ecuación más beneficiosa para nuestro país. El libertario es cultor de un estilo desgreñado, polémico y disruptivo muy similar al del ex presidente norteamericano.
Sin embargo, las relaciones diplomáticas no son tan lineales. Si bien no hay registro de contacto previo alguno entre Kamala Harris y el presidente argentino, se espera que un potencial gobierno demócrata podría escoger un rumbo mucho más aperturista de cara al comercio internacional y el flujo de capitales e inversiones, lo cuál coincide a la perfección con el ideario de Javier Milei.
En una campaña convulsionada por el cambio de candidatura «a mitad del río» en las filas demócratas, los analistas estadounidenses destacan que en su breve raid proselitista, Kamala Harris no ha logrado estructurar los detalles acerca de su plan de gobierno. Algunos señalan incluso que la principal fortaleza de la candidata es su calidad de mujer, joven y afroamericana en contraste con la longevidad de Trump, aunque indican que muchas de sus políticas en materia exterior podrían asemejarse a las del republicano.
Los especialistas norteamericanos señalan que Kamala Harris no ha logrado estructurar los detalles acerca de su plan de gobierno, mientras que Trump ha hecho demasiado foco en la agresión a los inmigrantes y las fake news.
Al mismo tiempo, señalan que diferentes intervenciones de Trump a lo largo de la campaña «carecen de realidad» y hasta rozan el ridículo. Ejemplo de ello son las agresiones a los inmigrantes durante el acto de cierre en New York, o diferentes fake news utilizadas como argumento de campaña.
«Creo que la alineación del gobierno de Milei con los Estados Unidos es muy fuerte y esto lo que implica es que en política exterior y en la relación de los países, no debería haber una diferencia muy grande independientemente de quien gane», señaló el economista Rodrigo Álvarez.
Lo cierto es que no existen elementos fácticos suficientes para afirmar a ciencia cierta que a la Argentina le conviene uno u otro candidato, y que una vez que se conozca quién ocupará la Casa Blanca durante los próximos cuatro años, se abre una etapa en la que habrá que iniciar un diálogo renovado. No obstante, hay al menos dos aspectos en que el resultado de la elección de hoy es clave para Argentina.
La relación con el Fondo Monetario Internacional
El ministro de economía Luis Caputo participó la semana pasada de la Asamblea Anual del FMI. Durante su estadía en Washington, dialogó mano a mano con la número uno y la número dos del organismo, Kristalina Georgieva y Gita Gopinath. Esas conversaciones tuvieron un resultado inequívoco: elogios mutuos y escasas definiciones.
El organismo ve con muy buenos ojos la performance que ha logrado el equipo económico argentino en los primeros diez meses de gestión en relación a la erradicación del déficit fiscal y la reducción progresiva de la inflación. Sin embargo antes de avanzar en un nuevo acuerdo, el directorio del Fondo pretende que el gobierno argentino levante definitivamente el cepo cambiario.
Puertas adentro de la Casa Rosada en cambio, estiman que el costo de terminar con las restricciones cambiarias en el contexto actual, sería mucho más alto que el potencial beneficio de la asistencia financiera del organismo. La decisión del gobierno argentino, es por lo tanto «esperar y ver», justamente con las elecciones en Estados Unidos como punto de inflexión.
Si bien no lo han manifestado de forma explícita, tanto el presidente Javier Milei como su ministro de economía Luis Caputo, especulan con que un triunfo de Donald Trump podría significar un guiño al directorio del Fondo Monetario a favor de un nuevo acuerdo con Argentina que incluya nuevos desembolsos.
«Una presidencia de Trump va a ser vista por los mercados como una ventana, un mayor apoyo en la negociación con el Fondo Monetario Internacional y eventualmente con los acreedores privados. Y en ese sentido creo que ayudaría a la paridad de los activos argentinos, de los bonos, mejoraría el clima financiero y esto es importante para la Argentina», agregó Álvarez.
Trump fue clave para el préstamo que el FMI le otorgó a la gestión Macri en 2018. Pese a la simpatía del gobierno argentino por el republicano, la pregunta es si la secuencia podría repetirse en la gestión de Javier Milei.
Vale recordar que en su primera gestión presidencial, Trump fue determinante en el año 2018 para que el Fondo otorgara a la Argentina una asistencia extraordinaria de u$s 47.000 millones. El contexto de crisis de balanza de pagos, con corrida cambiaria y salida de capitales, sumado a la restricción del propio estatuto del organismo, indicaban que un crédito semejante era inviable, pero la decisión política de Trump inclinó la balanza a favor de la Argentina.
«Yo no estoy seguro que venga Trump y le dé plata para que Milei busque una recuperación de la economía», señaló a RÍO NEGRO el doctor en economía y máster en política económica internacional, Pablo Tigani. «Quemarse otra vez con Argentina, interceder otra vez ante el Fondo para que le den plata a un país que después no puede pagar o que tiene en ciernes un estallido social, no sé hasta qué punto le conviene a Trump», agregó.
Ese antecedente vuelve a ser clave en el contexto actual, donde casualmente y al igual que durante la presidencia de Mauricio Macri, la figura de Luis Caputo vuelve a ser gravitante en las negociaciones con el organismo, en busca de los dólares necesarios para afrontar la frondosa agenda de vencimientos que vienen desde enero de 2025, cuando habrá que cancelar u$s 28.000 millones en solo doce meses.
Respecto a Harris, se desconoce cuál puede ser su postura en relación a un nuevo crédito del FMI para la Argentina, aunque es posible advertir que la candidata demócrata es menos proclive a levantar el teléfono rojo para solicitar de forma directa la asistencia del organismo a un país como la Argentina. En caso de un triunfo demócrata, será un objetivo diplomático que Milei y Caputo deberán construir
Estados Unidos, socio comercial clave
Un aspecto esencial en el impacto que la puja entre Donald Trump y Kamala Harris puede tener sobre la Argentina, es la relación comercial. Estados Unidos es un socio comercial clave para la Argentina, y un cambio de perfil en la política exterior norteamericana podría significar muy beneficioso o muy perjudicial para nuestro país.
Según los últimos datos oficiales publicados por el Indec, Estados Unidos es el cuarto destino en importancia para las exportaciones argentinas. En lo que va de 2024, el 7,8% de las ventas argentinas al exterior viajó a Estados Unidos, después de Brasil (16,6%), China (8,5%) y Chile (7,9%).
Estados Unidos es el cuarto destino en importancia de las exportaciones argentinas y el tercer origen de las importaciones. El perfil aperturista de Harris podría ser esencial en ese sentido para las comodities argentinas.
A su vez, se trata del tercer origen más importante de las importaciones argentinas. En lo que va del año, el 11,1% de lo que Argentina compra en el exterior proviene de Estados Unidos, detrás de Brasil (22,8%) y China (18,9%).
La política exterior del nuevo presidente de los Estados Unidos se convierte por lo tanto en esencial para la Argentina. Pese a la simpatía que parece sugerir el gobierno argentino por el candidato republicano, lo cierto es que el perfil de Trump es marcadamente proteccionista, y ese fue el tenor de su política comercial entre 2016 y 2020.
Un triunfo del ex presidente supondría un nuevo episodio de la guerra comercial universal con China, y una política menos permeable a la entrada de productos agrícolas como los argentinos, que compiten de forma directa con los farmers norteamericanos.
En el caso de Harris, se espera un perfil más aperturista en relación al comercio internacional, lo que podría significar mayores oportunidades para las exportaciones argentinas. No obstante, ello no garantiza necesariamente un escenario auspicioso en materia comercial, especialmente si se considera que el consenso de los especialistas señala una apreciación del dólar.
«El hecho de que se aprecie el dólar y se caiga el precio de los commodities, va poniendo a la Argentina medio contra la pared para poder devaluar«, señaló Tigani. «Si bien Argentina tiene hoy un dólar que es el mismo que tenía Alberto Fernández, si el gobierno busca un dólar competitivo dentro del marco teórico neoclásico, monetarista, neoliberal de Milei, tendrían que tener un dólar más alto y si hoy mismo abriera el cepo también tendría un dólar más alto», agregó el especialista.
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