Día del Productor Lanero: la ganadería sostenible para repensar el sector en la Patagonia

En esta fecha alusiva rescatamos algunas experiencias del trabajo del INTA con el sector ganadero que tratan de abordar desde el bienestar animal y el cuidado del ambiente las nuevas demandas para una producción ética y sustentable.

El 15 de septiembre se conmemora el Día del Productor Lanero, una fecha que honra a los protagonistas de una actividad tradicional y estratégica para el desarrollo social y económico de la Patagonia. La producción ovina y de lanas nuclea a casi 9 mil unidades productivas y cerca de 7 millones de ovinos, y posiciona a la región como la principal productora, procesadora y exportadora de lana del país.

En un contexto mundial que demanda productos éticos y sustentables, surgen nuevos requisitos en los mercados vinculados al bienestar ambiental y a un adecuado manejo de los recursos naturales. En ese sentido, el INTA junto a otras organizaciones en territorio impulsan el trabajo articulado para adoptar este enfoque en la cadena de producción.

La ganadería sostenible se ha convertido así en una línea de trabajo que busca satisfacer las demandas de los nuevos mercados que tienen al cuidado del ambiente como eje central. Uno de sus pilares fundamentales es la aplicación de buenas prácticas, dentro de las que se encuentra el bienestar animal, que es un aspecto central en la producción de fibras en tanto garantizan mejores condiciones para los animales y la obtención de un producto final de mejor calidad.

Abordamos cuestiones ambientales que tienen que ver con el manejo de pastizales, la distribución del agua, el manejo de predadores y el bienestar animal.

Franca Bidinost –profesional del INTA Bariloche–.

Rescatamos las experiencias en dos de las cinco provincias en las cuales el INTA trabaja en la región para afrontar estos nuevos desafíos impuestos por el mercado.

Franca Bidinost –profesional del INTA Bariloche – explicó que trabaja con organizaciones de pequeños productores en la zona rural periferia de Comallo, paraje de Laguna Blanca y Pilquiniyeu del Limay. En estas localidades los productores ovinos y caprinos se organizan bajo figuras como cooperativas, comunidades mapuches y asociaciones civiles para comercializar fibras, lanas, pelo mohair, como también para la venta de carne.

De acuerdo con la profesional, es necesario abordar el bienestar animal en el marco de las organizaciones. Es un tema transversal que atañe a entes técnicos, productivos e industriales porque hace a la calidad de los productos obtenidos, y es una demanda creciente del mercado.

Líder. La Patagonia es la principal región productora, procesadora y exportadora de lana del país.

“Con estas organizaciones abordamos cuestiones ambientales que tienen que ver con el manejo de pastizales, la distribución del agua, el manejo de predadores y el bienestar animal durante los trabajos de arreo, encierre y traslados”, explicó Bidinost, y agregó: “para ello se trabaja en la capacitación y desarrollo de infraestructura predial, como cobertizos para el tiempo de pariciones y mejora de los corrales para las condiciones de esquila”.

Para Emilio Rivera –profesional del INTA Santa Cruz– la actividad ovina en esa provincia se desarrolla en un escenario que plantea desafíos impuestos por el cambio climático y los mercados.

La provincia de Santa Cruz tiene 2.000.000 de stock de cabezas ovinas en manos de alrededor de 550 productores que se concentran en Departamento Deseado al noreste de la provincia y en Departamento de Güer Aike en zona sur.

Apuntamos a lograr sistemas ganaderos más sostenibles en toda la Patagonia.

Emilio Rivera –profesional del INTA Santa Cruz–.

Según Rivera, para la ganadería ovina en la región cobra relevancia el cuidado del ambiente (suelo, agua, flora y fauna), el bienestar de los animales en producción y el trabajo responsable: “hay cuestiones muy positivas como la implementación de aspectos éticos a la hora de plantear el bienestar animal y el bienestar social, volver a poner el énfasis en producciones que sean sostenibles enfocadas en el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales”.

El bienestar animal es uno de los ejes del proyecto macro regional “Ganadería sostenible en zonas áridas de la Patagonia” que el INTA impulsa en la región y que comprende las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. El proyecto aborda esa línea de trabajo mediante unidades demostrativas para capacitar y vincularse con organizaciones de productores y la industria para facilitar y promover los procesos de innovación en el territorio.

Buenas prácticas: garantizan mejores condiciones para los animales y la obtención de lana de mejor calidad.

En este sentido, Rivera destaca: “Nuestro objetivo es poner en práctica una propuesta junto con distintas instituciones que trabajan en el territorio y tomar esto como un proceso de aprendizaje para ir construyendo la ganadería que deseamos. Tenemos un gran trabajo por delante y creemos que es una oportunidad para el sostenimiento y desarrollo de la actividad en la región”.

“Apuntamos a lograr sistemas ganaderos más sostenibles en toda la Patagonia. Aunque es un desafío trabajar en este macrorregión, es interesante compartir experiencias con otras unidades que trabajan con productores de diversas escalas para interactuar con la totalidad de actores productivos que conforman esta cadena”, reflexionaron los profesionales.

Por INTA.


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