Crece la producción de frutillas en la región: se viene otra feria de fruta fina en Neuquén
El cultivo de frutilla en el Alto Valle crece sobre tierras recuperadas y se proyecta como una actividad estratégica, con fuerte anclaje territorial y mejoras técnicas constantes.
La producción de frutilla en la región del Alto Valle ha experimentado un crecimiento sostenido en la última década, motorizado principalmente por productores de pequeña escala, consolidándose como una actividad de relevancia en el ámbito agroproductivo. La superficie cultivada crece, no solo con frutillas, también frambuesas y moras. Por caso, en la ciudad de Plottier se duplicó su área productiva, pasando de 70 a más de 160 hectáreas, según el centro PyME de Neuquén. Además, aumentó la cantidad de productores dedicados a la fruta fina, de los cuales el 80 por ciento se orienta a la producción frutillera.
Este fenómeno responde a factores que van desde la disponibilidad de tierras hasta la implementación de innovaciones técnicas que permiten optimizar los rendimientos y la calidad del producto. Con la expansión de las superficies cultivadas se amplían los actores involucrados conformando un sector dinámico y con potencial de crecimiento a largo plazo.
Transformaciones en el territorio y su impacto productivo
Las tierras donde hoy se cultivan frutillas fueron, en muchos casos, espacios de fruticultura tradicional de pepitas, afectados por la crisis de esta producción, y muchos, además, sujetos a la presión inmobiliaria urbana. Sin embargo, el impulso de productores locales y el respaldo de instituciones dedicadas al ámbito agrario permitieron que estas áreas se conviertan en unidades productivas eficientes. La combinación de conocimientos técnicos, la inversión en infraestructura y el acceso a insumos estratégicos favoreció la expansión del cultivo.
Según Cesar Gutiérrez, técnico de la Agencia de Extensión INTA Centenario, un factor clave en este crecimiento es la presencia de viveros especializados en plantines de frutilla en la ciudad de Plottier: “Esto asegura una oferta constante de material vegetal de calidad, facilitando la implementación de nuevas plantaciones y la renovación de cultivos en cada ciclo productivo. La disponibilidad de estos insumos ha sido esencial para garantizar una producción estable, aprovechando también la importación de material vegetal de otras regiones del país”.
Innovaciones técnicas y desafíos productivos
La implementación de sistemas de riego tecnificado, el uso de mulching plástico -cobertura del suelo para controlar malezas y conservar la humedad- y la mejora en las prácticas de fertilización, han sido fundamentales para este crecimiento sostenido. Otro factor de importancia es la capacitación de los trabajadores involucrados en el proceso productivo. Gutiérrez explica que “muchas de las personas que actualmente se desempeñan en el cultivo de frutilla traen experiencia en otras actividades agrícolas o rubros no vinculados con la producción. La capacitación ha sido clave para mejorar las prácticas de manejo del cultivo”.
«Muchas de las personas que actualmente se desempeñan en el cultivo de frutilla traen experiencia en otras actividades agrícolas.»
Cesar Gutiérrez, técnico de la Agencia de Extensión INTA Centenario.
Aun así, “la infraestructura de frío y la logística de comercialización sigue siendo un obstáculo para muchos productores, en especial aquellos con menor capacidad de inversión”, explica Gutiérrez. La falta de instalaciones adecuadas para el almacenamiento y el transporte de la fruta limita también su inserción en mercados.
Modelos productivos y oportunidades
El desarrollo de la producción frutillera, sin embargo, dio lugar a distintos segmentos de productores. Por un lado, los pequeños agricultores que comercializan directamente en sus campos o en ferias locales. Por otro, productores de mediana escala que han logrado consolidarse en circuitos regionales, incorporando tecnologías de frío y transporte. Y los grandes productores que no solo abastecen el mercado local, sino que agregan valor a la producción mediante la industrialización de la fruta y su comercialización a nivel nacional.
Estas variables de crecimiento a distintas escalas, suma la diversificación de cultivos, la optimización de los recursos hídricos y el acceso a nuevas herramientas de financiamiento, lo que permitirá consolidar la actividad como factor de peso en el desarrollo local. El futuro de esta producción en la región dependerá de la capacidad para seguir incorporando mejoras técnicas y fortalecer los vínculos con el sector comercial e industrial. En este sentido, la ciudad de Neuquén promueve actualmente un nuevo canal de venta directa que vincula a productores y consumidores: las Ferias de Fruta Fina, desde febrero de este año.
La próxima feria de fruta fina se realizará este miércoles 19 de marzo, en la intersección de avenida Argentina y calle Independencia de Neuquén capital, de 9 a 15.
La próxima de estas ferias se realizará este miércoles 19 de marzo, en la intersección de Avenida Argentina y calle Independencia, de 9 a 15 horas, donde participarán diversos productores locales de frutas finas, entre ellos los dedicados al cultivo de frutilla, ofreciendo su producción de manera directa al público.
La frutilla demuestra así, cómo el uso óptimo de los predios y la innovación técnica pueden impulsar transformaciones productivas significativas. Su crecimiento dependerá del compromiso de todos los involucrados en estas cadenas, quienes deberán trabajar en conjunto para superar los desafíos pendientes y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece este sector en expansión.
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