Crece el escándalo: Pettovello tercerizó con un organismo internacional la contratación de funcionarios y la compra de alimentos

El Ministerio de Capital Humano utilizó un convenio con la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI) y pagó comisiones millonarias por la gestión. La maniobra permite al gobierno evitar el registro de las relaciones laborales y sostener el discurso de "austeridad" del gasto en empleo público.

El escándalo de los alimentos sin distribuir que el Ministerio de Capital Humano mantenía guardados desde diciembre, finalmente encontró el desenlace lógico. El gobierno admitió ayer por la noche que los alimentos existían, que estaban prontos a vencer, y que iniciaría el protocolo de distribución tal y como exigió el juez Sebastian Casanello.

Además, desde la cartera que conduce Sandra Pettovello, responsabilizaron por el error al Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo De La Torre. El funcionario, ultra libertario y hermano del ex intendente de San Miguel y actual senador por La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, fue eyectado de su cargo y denunciado ante la Oficina Anti Corrupción.

«Funcionarios y empleados que, por mal desempeño de sus tareas, no han realizado un control permanente de stock y de vencimiento de mercadería». Ese fue el mensaje oficial con el cual desde Capital Humano buscan deslindar de culpas a la máxima responsable de la cartera, Sandra Pettovello, figura central de la gestión de Javier Milei.

La escalada del escándalo por la no distribución de los alimentos, deja al descubierto la mala gestión y el desconocimiento de los resortes de la política pública en materia social. Tal y como señalaban los dirigentes opositores que reclamaban el reparto a los más necesitados, los alimentos sí existían y sí estaban próximos a vencer. Según informó el propio Ministerio de Capital Humano a la justicia, hay un lote completo de leche en polvo que tiene fecha de vencimiento en julio de este año.

Sin embargo el tropiezo del gobierno en relación a los alimentos, terminó dejando a la vista una operatoria interna que viene llevando adelante la cartera que conduce Pettovello, y que puede convertirse en un escándalo de proporciones mayúsculas. La salida de Pablo De La Torre no se relaciona solo a los alimentos, sino a la forma poco clara en que el Ministerio de Capital Humano lleva adelante la contratación de parte de su personal, en especial de los altos funcionarios.

Una investigación publicada esta semana por el diario La Nación, revela un mecanismo que como mínimo es «poco claro» para la contratación de parte del plantel de Capital Humano. Se trata de una virtual «triangulación» de la contratación del personal mediante un organismo internacional, la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI).

Señalado. El Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo De La Torre, es sindicado como responsable y fue acusado en la Oficina Anti Corrupción.

Un convenio vigente entre el Estado nacional y la OEI, habilita al organismo a la contratación de profesionales externos para proyectos específicos que coincidan con los ejes de trabajo de la OEI, en general educación y cultura. En principio no se trata de un mecanismo irregular la contratación de «terceros» mediante el convenio con un organismo internacional. Pero en este caso, se trata de la contratación de los trabajadores que se desempeñan «dentro» del Ministerio de Capital Humano.

Es decir que el Ministerio de Capital Humano estaría subcontratando a sus propios trabajadores a través de la OEI. El telón de fondo es un decreto promulgado durante la breve gestión de Silvina Batakis en el Ministerio de Economía, que prohíbe la ampliación de la planta de trabajadores del Estado, complicando las nuevas contrataciones. Esa norma sigue vigente hasta el día de hoy.

De esta forma, el Ministerio de Capital Humano ya habría transferido más de $1.000 millones a la OEI a fin de «blanquear» las relaciones laborales de 18 personas, que tendrían honorarios que oscilan entre los $600.000 y los $1.400.000. El primer desembolso para contrataciones mediante la OEI se realizó en enero por $395 millones, y el segundo por $645 millones en mayo. El funcionario encargado de dar luz verde al mecanismo, era Pablo De La Torre.

La maniobra permite que los funcionarios, que hasta el momento no han sido oficialmente designados, puedan percibir su «salario», y al mismo tiempo permite al gobierno sostener el discurso de «austeridad» en relación al empleo público, ya que los trabajadores no están registrados como parte de la planta de empleados del Estado nacional.

El Ministerio de Capital Humano ya habría girado $6.772 millones a la OEI para tercerizar la compra de alimentos para ayuda social, pagando una comisión de $338 millones por una gestión que bien podría realizar la propia cartera.

Un detalle no menor, es que la OEI cobra una comisión por la gestión administrativa del convenio. La misma estaba estipulada en el 6% hasta el año pasado, y el gobierno de Javier Milei logró reducirla hasta el 5%. Considerando los montos involucrados y el contexto de ajuste de las cuentas públicas que el gobierno lleva adelante, se trata de una comisión millonaria.

Otra investigación publicada esta semana por el matutino Página 12, refuerza la evidencia de una modalidad: el Ministerio de Capital Humano también estaría tercerizando en la OEI la compra de alimentos para la asistencia social. La publicación revela una resolución del Ministerio de Capital Humano fechada en el mes de marzo que lleva la firma de Sandra Pettovello, mediante la cual se giraron $6.772 millones a la OEI para la compra de alimentos.

La investigación detalla que Capital Humano ya habría adjudicado a cuatro empresas la compra de aceite y lentejas mediante la OEI pagando un total de $3.651 millones. Si se toma en cuenta el monto total de los $6.772 millones autorizados en marzo por Pettovello, la comisión del 5% que cobra la OEI por la gestión, asciende a unos $338 millones.

La maniobra es cuanto menos polémica y De La Torre es el sindicado como responsable por el gobierno. La denuncia en la Oficina Anti Corrupción no solo refiere a la no distribución de los alimentos que estaban almacenados desde diciembre y prontos a vencer. Incluye además el manejo y la operatoria de las contrataciones y adjudicaciones de compra mediante la OEI, que también habrían estado a su cargo.


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