Con una inflación que no cede, el consumo retrocedió en mayo por cuarto mes consecutivo

Uno de los grandes emergentes que muestra la crisis económica argentina, es la caída recurrente del poder adquisitivo del salario durante los últimos cuatro años. La inflación de mayo muestra un incremento de precios del 60,7% en el último año. A raíz de ello el consumo minorista se muestra cada vez más comprimido. En el mes de mayo se confirmó la tendencia: el consumo de las familias argentinas cayó por cuarto mes consecutivo.

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El dato surge de un estudio publicado por la consultora Focus Market, especializada en consumo y retailing. El informe elaborado en base a lectores de código de barra en 670 puntos de venta de todo el país, indica que durante el quinto mes del año el consumo cayó un 6,7% respecto al mismo mes de 2021. El dato de mayo implica la cuarta caída interanual en los últimos cuatro meses, tras las bajas en febrero (-3,0%), marzo (-7,9%) y abril (-8,7%). En el acumulado de los cinco meses que van de 2022, el consumo ha retrocedido un 2,6% respecto al mismo periodo del año pasado.

Si hay un dato positivo, es que en mayo la caída se modera respecto a la fuerte baja de abril. «El consumo en el quinto mes del año desacelera su caída respecto del nivel del mes de Abril. Los bonos otorgados por el IFE, el ajuste a jubilados y pensionados, la apertura paritarias han permitido incrementar las ventas en volumenes pero aún con caídas interanuales. La aceleración de la inflación no esta pudiendo ser compensada por el nivel de ingresos de los argentinos» indicó Damián Di Pace Director de la consultora Focus Market.

Un dato no menor, es que la mayor compresión del consumo tiene lugar en el área metropolitana. En efecto, el citado informe indica que la caída llega al 14,3% en CABA y Gran Buenos Aires, mientras que en los puntos de venta del interior del país la baja promedio es de solo el 3,5%.

«Lo que está sucediendo en el mercado en la última semana no favorece el escenario futuro en materia inflacionaria y consumo en el mercado interno. El incremento del Déficit Fiscal tuvo como respuesta incertidumbre por parte del mercado de mayor necesidad de endeudamiento en moneda local con riesgo de reperfilamiento futuro. El paso de bonos que ajustan por inflación a los dólares paralelos siempre encienden alarmas», agregó Di Pace.

Si se observa la dinámica del consumo en relación a los diferentes rubros, en mayo vuelve a verificarse un dato crítico: las mayores bajas en el consumo se registran en los rubros alimentos y cuidado personal. En el caso de los alimentos la caída interanual en mayo llegó al 6,6% mientras que en cuidado personal la baja fue del 7,9%. El punto es sumamente sensible en tanto revela que las familias medias argentinas tienen problemas para satisfacer sus necesidades básicas.

A su vez el dato coincide con la evolución de los precios que dio a conocer en el día de ayer el INDEC. La estadística oficial indica que en mayo el rubro alimentos mostró un aumento del 64,2% en los últimos doce meses. Significa que el golpe al bolsillo de quienes tienen remuneraciones fijas en pesos en el rango más bajo de ingresos, reciben el mayor impacto inflacionario, y deben ajustar mes a mes su canasta de consumo.

Para el segmento de ingresos medios en cambio, la estrategia suele ser acudir al mayorista, adelantar compras e incluso sobre estoquearse de ciertos productos a fin de ganarle a la inflación vía tasa de financiamiento con la tarjeta. «Las familias Argentinas por su parte optan por el pago con tarjeta de crédito para financiar gastos corrientes como son las compras en el supermercado. Este comportamiento se da sobre todo en el supermercado Mayorista. Estoquearse a un costo financiero total del 82% anual con la tarjeta en muchas categorías rinde, adelantando la compra de productos que superan en forma interanual el 100% en su variación de precios» indicó por último Di Pace.