Comenzó la cosecha de pera en Río Negro, en medio de un escenario complejo para los productores

Este lunes comenzó la cosecha de la pera Williams en Río Negro, la primera variedad que se recolecta en el Alto Valle en 2025, en medio de un escenario complejo para los pequeños y medianos productores. A cuentagotas tras el adelantamiento de la cosecha que anunció el INTA, en distintas partes de la región los cosechadores comenzaron a levantar una producción que tiene buena calidad en general, aunque debió lidiar con la cada vez más frecuente caída de granizo y las heladas tardías, que achicaron las proyecciones para este año.

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Los buques que arriban al puerto de aguas profundas de San Antonio Este aún no tienen fecha de llegada, pero si se tienen en cuenta los años anteriores, a fines de enero o primeros días de febrero debería estar llegando a la costa rionegrina el primer barco para empezar a sacar parte de la producción del Valle, se indicó desde Patagonia Norte.

El comienzo de la temporada de cosecha 2025 está signada por un 2024 en el que se conjugaron una serie de factores para que muchos productores estén descontentos una vez más con los resultados que obtuvieron, tras el pago de las liquidaciones de las exportadoras.

La contracción del mercado interno por la recesión económica del año pasado en Argentina; la devaluación en Brasil; y la caída del valor del dólar en nuestro país, confluyeron para que incluso algunos productores que guardaron la fruta en frigoríficos, mandaran directamente este stock para industria (jugo), en un intento de salvar parte de los costos del año pasado.

Los bajos precios que reciben los chacareros por su producción quedaron plasmados en el cuadro de CAME sobre economías regionales, en donde se muestra cuánto le llega al productor del complejo frutihortícola del precio total de un producto en el mercado interno. En el caso de la pera el productor recibió un 15,6% del valor. En cuanto a la manzana, ese valor baja a poco más del 14%.

En este escenario, el ingreso de manzanas de Chile para ser comercializadas en el país llevaron a la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén a reclamar ante el Gobierno nacional que se bloquee el ingreso de manzana desde el vecino país, hasta tanto que se concrete una baja de la presión impositiva sobre el sector.

A la hora de analizar cómo mejorar la situación, el productor Martín Borocci, señala varios puntos. El primero que mencionó es la necesidad de un precio mínimo para el productor por cada el kilo de fruta que vende, para que haya previsibilidad para los chacareros.

Luego remarcó que «hace falta una política frutícola que pueda generarle al productor una herramienta de financiación para créditos a largo plazo con periodos de gracia, para que el productor pueda invertir en tecnología».

A la hora de mencionar las necesidades tecnológicas, el primer lugar los ocupa la malla antigranizo, que por su alto costo por hectárea (16.000 dólares), solo puede ser colocada por grandes empresas. También en la parte tecnológica se incluyen los sistemas antihelada y el riego por goteo, claves para mejorar la productividad.

Borocci indicó que hace falta una decisión política de la Provincia para generar una línea de créditos blanda y lograr una «actividad más competitiva, más rentable, que sostenga la mano de obra y que emplee mucha más gente. Hoy no hay financiamiento y los financiamientos que da la provincia son son muy bajos y y de muy difícil acceso», destacó el productor que tiene su chacra en Allen.

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