Babel Humana: el reto de la gestión generacional dentro de las organizaciones
Al interior de las empresa, suelen convivir hasta cinco generaciones. El valor del lenguaje, el trabajo en equipo y la flexibilidad, para que cada uno alcance su máximo potencial.
Leandro Cazorla (CEO de Adecco Argentina)
El mito bíblico de la Torre de Babel es ampliamente conocido: los hijos de Noé intentaron construir una torre que llegara hasta el cielo, pero como respuesta a su arrogancia, Dios hizo que todos hablaran diferentes lenguas, lo que resultó en la incapacidad de entenderse entre sí y, finalmente, en la caída del proyecto.
Hoy en día, muchas empresas enfrentan un desafío similar: gestionar la diversidad generacional dentro de sus equipos de trabajo. Desde las personas mayores de 70 años (catalogados como “silenciosos”), hasta los “Baby Boomers”, pasando por la “Generación X”, los “Millennials” y la “Generación Z”, las organizaciones deben encontrar intencionalmente herramientas para gestionar a cada grupo de manera efectiva.
Esto es crucial para lograr una comunicación inter generacional efectiva, y para la creación de un ambiente laboral armonioso y productivo.
El primer paso es comprender que cada generación aporta perspectivas y experiencias valiosas.
Los retos de la diversidad generacional
Existen grandes beneficios al integrar diferentes generaciones en una organización, pero también es importante reconocer que esta diversidad puede generar conflictos si no se maneja adecuadamente.
Cada generación tiene características, valores y formas de trabajar distintas, por lo que abordarlas de manera efectiva será clave para evitar crisis dentro del equipo.
Las organizaciones deben encontrar intencionalmente herramientas para gestionar a cada grupo generacional de manera efectiva.
En este contexto, la gestión de Recursos Humanos juega un papel fundamental. Integrar la diversidad generacional de manera eficiente requiere estrategias claras que favorezcan una convivencia laboral saludable y productiva.
Diversidad etaria: 5 pasos para una convivencia exitosa
1. Fomentar la comunicación inter generacional
Es esencial promover un diálogo abierto entre los miembros de distintas generaciones. Esto crea un ambiente de respeto y comprensión mutua, minimizando malentendidos y conflictos.
2.Brindar formación y desarrollo personalizado
Cada generación tiene necesidades y estilos de aprendizaje diferentes. Adaptar los programas de capacitación a esas preferencias garantizará su efectividad y mayor compromiso de los colaboradores.
3.Priorizar el trabajo en equipo inter generacional
La colaboración entre diferentes grupos generacionales en proyectos comunes permite aprovechar las fortalezas y experiencias de cada uno. Además, promueve la integración y el intercambio de conocimientos.
No es necesario que todos hablen el mismo idioma, pero sí contar con un contexto común donde todos puedan entenderse y ser comprendidos.
4.Fomentar la flexibilidad y adaptabilidad
Las distintas generaciones tienen formas de trabajar y expectativas diferentes respecto a horarios, tecnología y entorno laboral. Ofrecer políticas laborales flexibles ayudará a satisfacer estas expectativas y potenciar el rendimiento de todos.
5.Reconocer y valorar la diversidad
Superar el miedo a la “Babel” que podría generarse en la oficina es un primer paso importante. Es fundamental reconocer los aportes únicos de cada generación y fomentar un ambiente inclusivo donde se respeten y valoren las diferencias.
¿El mismo idioma?
En un entorno laboral en constante evolución, la mezcla de experiencias, perspectivas y habilidades crea una riqueza invaluable. Una gestión orientada a las personas, que prioriza lo que cada uno puede aportar, es la clave del éxito organizacional.
En este nuevo contexto laboral, donde las cinco generaciones coexisten dentro de una empresa, hay un desafío y, al mismo tiempo, una promesa: con la aplicación de una estrategia integral que promueva la comunicación, la formación personalizada, el trabajo en equipo, la flexibilidad y la valoración de la diversidad generacional, todos ganan.
Para lograrlo, no es necesario hablar el mismo idioma, pero sí contar con un contexto común donde todos puedan entenderse y ser comprendidos.
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