Alto Valle: el sistema de Riego del Limay Inferior cumple 100 años de sostenibilidad

A un siglo del nacimiento del Sistema de Riego del Limay Inferior, se realizó una jornada con el objetivo de poner en valor este sistema y la trama de personas asociadas a su gestión, funcionamiento y uso.

El riego es uno de los motores de Neuquén y Río Negro.

En el marco del centenario del Sistema de Riego del Limay Inferior, el IPAF Patagonia (INTA) junto a la Secretaría de Producción de Neuquén organizaron una jornada conmemorativa que reunió representantes de municipios, del gobierno de Neuquén y de distintas instituciones locales. Este encuentro ofreció un espacio para debatir los aportes históricos y los desafíos actuales de esta infraestructura que ha transformado al Alto Valle en una región agrícola de referencia.

El Sistema de Riego del Limay Inferior se ha consolidado como un motor de desarrollo económico y social en el Alto Valle. Desde su inauguración en 1924, el sistema transformó las áridas tierras de la Patagonia en un mosaico de cultivos frutícolas y hortícolas, extendiéndose sobre 20.000 hectáreas que hoy sostienen a numerosas familias productoras. Esta red de canales y compuertas sigue siendo esencial para la producción, la recreación y hasta la protección civil de la región.

Durante la jornada por los 100 años del sistema, Cecilia Gittins, directora del IPAF Patagonia (INTA), destacó que el sistema va mucho más allá de lo productivo: “El sistema de riego ha aportado principalmente al sector productivo, pero también aporta al sentido cultural; es parte del patrimonio de esta región. Hace al uso recreativo, a la protección civil por el desagüe en situaciones de tormenta. Aporta en múltiples dimensiones.” Por otro lado, Juan Peláez, secretario de Producción e Industria de la provincia de Neuquén, explicó que: «Esta obra cambió la fisonomía del valle, su geografía, su cultura y su idiosincrasia. Se trata de una obra que impacta en la vida de familias que se han dedicado por años a la producción frutícola. Hoy, hay un proceso natural de urbanización que presenta nuevos desafíos, como el de compatibilizar este crecimiento del sector de hidrocarburos de forma sustentable.»

Un siglo de historia y evolución en la infraestructura de riego


Originalmente concebido para ampliar la frontera agrícola en la región, el Sistema de Riego del Limay Inferior marcó un hito en la ingeniería hidráulica de la Patagonia. Su construcción respondió a la necesidad de aprovechar los recursos hídricos del río Limay para asegurar agua en una zona de escasas precipitaciones. Esto convirtió al valle en una región productiva y resiliente, con una identidad agrícola que se ha mantenido a lo largo de generaciones.

A pesar de las dificultades para el mantenimiento de sus instalaciones y los efectos del crecimiento urbano en tierras agrícolas, este sistema ha logrado perdurar y adaptarse, demostrando la capacidad de una infraestructura histórica para enfrentar los retos contemporáneos. Jorge Sánchez, ex tomero del sistema, compartió su visión sobre el futuro de la producción en el valle: “Creo que el INTA y Producción provincial tienen que trabajar con el pequeño y mediano productor para incentivar la producción local, pensando en los cambios en las chacras, como la inserción de la fruta fina.”

Mapeo colaborativo y proyecciones hacia el futuro


Como parte de las actividades por el centenario, el INTA junto a la Provincia de Neuquén llevaron a cabo encuentros para realizar el mapeo colaborativo sobre diversas localidades, incluyendo diversos actores de Plottier, Senillosa y Neuquén. Estos encuentros, realizados entre agosto y octubre de 2024, reunieron a diversos participantes, quienes, mediante un enfoque participativo, lograron mapear y categorizar las problemáticas y fortalezas del sistema en cada ejido municipal. Este trabajo incluyó el uso de un sistema de color para jerarquizar las necesidades, aportando una base sólida para el trabajo conjunto.

El mapeo colaborativo destacó las zonas críticas y permitió proyectar soluciones, impulsando además propuestas innovadoras que consideren tanto la protección como el crecimiento sostenible de este recurso histórico. Esta metodología continuará durante la temporada de riego, orientada a monitorear mejoras y adaptar el sistema de riego a las nuevas demandas y realidades de la región.

El sistema de riego enfrenta desafíos importantes para seguir siendo un recurso clave en la región. Entre ellos se destacan el mantenimiento y la modernización de sus infraestructuras, la gestión de un recurso hídrico cada vez más escaso, y la presión que el crecimiento urbano ejerce sobre las tierras agrícolas. Unificar acciones sobre el sistema resulta fundamental para garantizar su continuidad y relevancia en los próximos años.


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