A raíz del ajuste, el consumo de carne roja por habitante es el menor en 25 años

La profundidad del ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei no deja de dar señales que se reflejan en el recorte del bolsillo de los ciudadanos de a pie. La noticia esta vez se relaciona con una parte central de la dieta de los argentinos, e indica que el consumo de carnes rojas en el primer trimestre de 2024, es el más bajo de los últimos 25 años.

La información surge del relevamiento mensual que realiza la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). El último informe publicado indica que en el tercer mes de 2024 el consumo de carne vacuna se redujo un 18,5% respecto al mismo mes de 2023.

En efecto, el consumo promedio por habitante de carne vacuna llega a 42,6 kilos por año en marzo de 2024, mientras que exactamente un año antes ese indicador era de 52,3 kilos por habitante al año. La baja es considerable en solo doce meses y da cuenta del enorme impacto que tiene el ajuste en marcha, que ha mantenido salarios creciendo en torno al 25% entre diciembre y marzo, frente a una inflación acumulada del 80%.

Los matarifes en tanto, quienes manejan el flujo diario de consumo mayorista en carnicerías, confirman el diagnóstico de la cámara empresaria. «Las ventas vienen cayendo mes a mes estrepitosamente. Hay una recesión tremenda. Todo los cortes parrilleros, como asado, vacío y matambre, no salen. Sólo están demandando los cortes más baratos, como la paleta, osobuco y las milanesas, que son un clásico», señalan desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya).

Pero si la vista se eleva por sobre la coyuntura del corto plazo, es posible apreciar todavía con más claridad en enorme impacto de la recesión que se ha generado a raíz del ajuste implementado por el programa económico de Javier Milei: al inicio de 2024, el consumo de carne vacuna por habitante al año, es el más bajo desde el año 2021.

El récord data del año 2007, cuando el consumo ascendía a 68,5 kilos por habitante al año, y desde ese entonces se ha verificado una tendencia a la baja que encuentra su mínimo al inicio de este año. En otras palabras, la caída acumulada entre 2007 y 2024 en el consumo de carne vacuna por habitante, llega al 38%.

Es inevitable sospechar que gran parte de la caída se explica en el cambio de los hábitos de consumo, donde el peso de las carnes rojas dentro de la dieta tiene sin duda motivos nutricionales. Sin embargo el calibre de la baja registrada en los últimos doce meses, sin duda radica en el enorme golpe que ha recibido el poder adquisitivo en los últimos tres meses.