Duzdevich rechazó la re-reelección de Miralles y Baum le deseó suerte

NEUQUEN (AN) – «Ha cumplido un ciclo y debe dar un paso al costado». Esta es la respuesta del legislador provincial Aldo Duzdevich a la intención de la diputada nacional Norma Miralles de pelear por segunda vez su reelección. El senador Daniel Baum, en cambio, no quiso polemizar y le deseó suerte.

La reacción de Duzdevich tiene un doble significado porque, lejos de ser un opositor, pertenece a la unión de agrupaciones internas que en 1998 llevó a Miralles a la presidencia del partido y al diputado provincial a la conducción del PJ en la ciudad de Neuquén.

Ambos dirigentes políticos, además, impusieron su fuerza para logar sus candidaturas a gobernadora, en el caso de Miralles, y a diputado provincial, en el de Duzdevich.

Inclusive, el diputado provincial fue más allá en su reacción y propuso, entre otros, a Gabriel «Tom» Romero, hijo de Miralles, como el candidato a diputado para 2001.

El mandato de Miralles en la Cámara de Diputados de la Nación vence en diciembre de 2001.

Es su segundo período consecutivo ya que había sido electa originalmente en 1993 y reelecta en 1997, a pesar de que en ninguno de los dos casos logró colocarse en primer lugar en los comicios.

La re-reelección «no es lo mejor ni para ella ni para el partido», disparó Duzdevich. «Tiene que dar paso a que surjan otras figuras», añadió.

Además de Romero, que preside el bloque de diputados provinciales, Duzdevich mencionó como posibles sucesores en la banca que actualmente ocupa Miralles a Oscar Parrilli y al intendente de Plottier, Sergio Gallia.

Se detuvo en la figura de Romero y consideró que «podría ser un candidato que mayor consenso» que su madre. «No sé si él quiere pero no le debe disgustar la idea», supuso.

En la pelea, Duzdevich se descartó a él mismo. «No tengo ninguna aspiración salvo que el PJ pueda superar sus chances electorales en 2001 y 2003», aclaró.

Baum fue el principal opositor a Miralles en 1999, cuando la diputada se negó a llamar a elecciones para designar candidatos y dejó esa labor en manos de las autoridades partidarias.

«Le deseo la mayor suerte del mundo a mi amiga Norma», se limitó a decir el senador.

Además dijo que está «absolutamente abocado» a su tarea parlamentaria «como para ocuparme de la política partidaria» y reiteró que para él esta etapa es de relexión sobre el futuro del justicialismo neuquino.

En las últimas elecciones, el MPN y la Alianza acapararon las preferencias del electorado, y el peronismo quedó relegado.

Como consecuencia, el Partido Justicialista perdió una banca en el Congreso Nacional y quedó postergado en la Legislatura neuquina, detrás de los dos bloques preponderantes.