Dengue: ¿en qué casos puede afectar la salud del corazón?

En medio de la suba de casos de dengue -que ya superan los 120.000 a nivel nacional- y la confirmación de casos importados en la región, organizaciones gubernamentales y asociaciones profesionales refuerzan las recomendaciones para mantener cuidados de prevención y protección de las enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti.

La Federación Argentina de Cardiología (FAC) advirtió recientemente sobre los riesgos que el dengue puede representar para el sistema cardiovascular, incluso en aquellos casos que transcurren de forma asintomática. Según los últimos estudios, solo el 5% de los pacientes con dengue presentan síntomas evidentes, mientras que el 80% experimenta la enfermedad de manera silenciosa.

La asociación de profesionales está insistiendo en la importancia del seguimiento de los pacientes dado que las complicaciones cardiovasculares suelen aparecer a las 24 a 48 horas, luego de la fiebre alta. “Esta fase se caracteriza por fuga de plasma con o sin sangrado. Puede haber una acumulación significativa de líquidos en las cavidades torácica y abdominal, lo que lleva a un shock hipovolémico que puede provocar disfunción orgánica, acidosis metabólica, coagulación intravascular diseminada y sangrado severo, típicamente del tracto gastrointestinal”, indicó el médico cardiólogo Diego Echazarreta, integrante de la FAC.

Entre las complicaciones que puede acarrear el dengue para el sistema cardiovascular pueden variar desde una enfermedad silenciosa hasta una disfunción miocárdica grave y arritmias. “Aunque las complicaciones cardíacas del dengue son raras, se han documentado afectaciones asintomáticas en muchos casos.

Por este motivo es necesario estar atento a cualquier situación que pueda manifestar dolor en el pecho, palpitaciones, pleuresía, irregularidades en el pulso, hipotensión, edema pulmonar”, agregó Echazarreta.

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad.

En el momento actual, se registra circulación viral de dengue en varias jurisdicciones y en países limítrofes.

El contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Sin embargo, aunque es poco común las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo. El dengue es grave cuando se producen hemorragias.

Las medidas preventivas se centran en la eliminación y el control de los criaderos del mosquito. La principal medida tiene que ver con evitar que el mosquito se reproduzca, eliminando y limpiando los elementos que acumulen agua en viviendas y alrededores.

Por otro lado, es importante evitar las picaduras de mosquitos.

El Ministerio de Salud recomendó la utilización de espirales, pastillas u otros repelentes ambientales y ropa de colores claros que cubra brazos y piernas.

Los síntomas del dengue incluyen fiebre alta (sin resfrío), dolor detrás de los ojos, muscular y de las articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio, sangrado de nariz y encías, y erupción en la piel.

Un información importante es que es crucial no automedicarse y buscar atención médica si se experimentan estos síntomas. Se advierte específicamente contra el uso de aspirinas, ibuprofeno o inyecciones intramusculares, ya que podrían complicar la enfermedad.

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La salud del corazón, en DIGO

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