Cuando la calle es la que da el sustento
Un grupo dedicado a la reventa de indumentaria usada resiste al ordenamiento dispuesto por la municipalidad. El gobierno destaca que se avanzó en general y busca el consenso con los disconformes.
Onelli despejada pero en 25 de Mayo volvieron los feriantes
Un grupo de feriantes dedicados a la reventa de indumentaria usada volvió a instalarse hoy en la calle 25 de Mayo, resistiendo al ordenamiento dispuesto por la municipalidad.
La problemática de la venta ambulante en la calle Onelli tuvo varios meses de gestión para su ordenamiento y finalmente el fin de semana pasado el gobierno dispuso el traslado de los 600 feriantes a cinco lugares dispuestos por la comuna. Se trata del Paseo de Compras Onelli, el Predio Ferial de Onelli, el salón de la junta vecinal del barrio Las Quintas, un salón ubicado en Onelli y Brown y, un predio próximo al hogar Emaús.
El fin de semana pasado algunos objetaron las nuevas disposiciones y su malestar, y este sábado un grupo de revendedores, que habían sido trasladados a Otto Goedecke (donde está permitido) volvieron a la calle 25 de Mayo.
En el lugar se hizo presente temprano la Policía de Río Negro y el municipio evalúa cómo avanzar hacia un proceso de normalización de la situación de la venta ambulante.
Los feriantes en diálogo con “DeBariloche” señalaron su disconformidad con ser trasladados a calle Otto Goedecke por tratarse de una arteria de tierra sin veredas y zanjones difíciles para la instalación de las mantas y la ropa. Por eso dijeron que hoy, un día complejo por el viento, decidieron volver a la vereda de una sola mano de la calle 25 de Mayo, que es asfaltada y más resguardada del viento.
“Al llegar a las 7 de la mañana para guardar mi lugar estaban los inspectores y policías, nos pidieron que vayamos a Otto Goedecke pero les dimos nuestras razones para no ir. Acá no molestamos a nadie, respetamos la calle ocupando solo la vereda y solo pedimos que pongan vallas en las esquinas para que no circulen autos”, contó una feriantes.
Los instalados en 25 de Mayo son casi exclusivamente vendedores de ropa usada y algunos revenden un puñado de otros elementos como artículos de bazar. “Somos gente que necesita ganar unos pesos y solo estamos sábados y domingos hasta las 14”, insistió otra de las feriantes.
“Pedimos que venga el intendente que vea que somos gente que es trabajo, que somos gente que necesita el dinero”, afirmó otra joven quien recordó que tiempo atrás estuvieron en el gimnasio de Las Quintas o en un espacio cerrado de la Iglesia Santo Cristo, donde estaban conformes pero de ambos lados fueron sacados años atrás.
El jefe de Gabinete, Pablo Chamatrópulos, dijo a “DeBariloche” que “vamos a seguir insistiendo en que se sumen al proceso de ordenamiento pero es un trabajo con paciencia y perseverancia”.
Esta mañana Chamatrópulos se hizo presente en el lugar con inspectores municipales y acompañamiento policial. Se labraron actas de infracción y aseguró que “no habrá intervención por la fuerza”.
Este grupo de vendedores se instalaron con mantas sobre la calle 25 de Mayo y suman más de medio centenar, de los 600 que fueron ordenados. El jefe de Gabinete se mostró cauto y dijo que se buscarán instancias de diálogo “para convencerlos con paciencia de que hay un plan de ordenamiento”.
Chamatrópulos insistió que con el ordenamiento dispuesto de lunes a viernes no hubo vendedores en las calles y hoy solo en una de las arterias se volvieron a instalar feriantes. Señaló que hubo mejoras sobre la calle Otto Goedecke y en el predio lindero al hogar Emaús, en este último espacio hoy pocos feriantes se instalaron a pesar de que se había colocado ripio para evitar la tierra.
Optimismo en Onelli
Una situación distinta ocurre en el Predio Ferial Onelli, donde se edificó una especie de tinglado, en un terreno privado, se ordenaron puestos e instalaron baños químicos. Este predio está ubicado en Onelli entre 25 de Mayo y Santa Cruz y en la parte posterior tiene alisado y puestos ordenados al aire libre.
En este predio hay conformidad absoluta de los feriantes. Aquí se instalaron puestos de reventa de productos de distinta índole como ropa, bijouterie, plantas, artículos del hogar y puestos de comida. Cada uno paga un canon de 50 pesos en el espacio al aire libre de 1×1. Los que están bajo techo pagarán la obra del techado y su canon por espacios más grandes.
“En 30 años es el primer gobierno que se ocupa, conformar a todo el mundo es difícil pero hemos logrado un paso importante”, dijeron contentos con su puesto bajo techo MyJ.
Un vendedor de plantas también se mostró satisfecho y otros puesteros se quejaron por el poco espacio: “parece que nos estamos preparando para el cementerio”, ironizaron en su espacio de 1×1 aunque señalaron que era bueno el cambio y que “de a poco nos vamos a ir acomodando, este recién es el segundo fin de semana que estamos”.
Con esta feria y dos puntos de venta más cerrados, en el gimnasio Las Quintas y un salón de Onelli y Brown, el municipio logró despejar de feriantes y vendedores ambulantes la calle Onelli. En el lugar de mayor congestión durante años, afuera de la iglesia Santo Cristo, el municipio instaló una amplia parada de colectivos.
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