Desorientados: objetivos sin plan

Diego Lo Tartaro*


La falta de liderazgo en la conducción del gobierno se evidencia en las marchas y contramarchas motivadas por un poder subyacente que no se consolida por el rechazo del 70% de la opinión pública.


Tiempos aciagos vivimos los argentinos, nuestro espíritu está atormentado porque día a día pareciera que vemos desaparecer las ansias de progreso y lucha que anidaba en quienes nos antecedieron en la vida.

Nos convertimos en una sociedad confundida a la que la anomia, el abandono y la desidia le dan identidad. La acumulación de calamidades padecidas y sufridas que hoy se acrecentaron con la pandemia nos ciega el pensamiento e inhibe y bloquea el accionar, perdimos la voluntad, todo nos resulta indistinto.

En el mientras tanto los problemas se acumulan, desordenadamente y sin planificación creemos que estamos afrontando los mismos acertadamente; nada más alejado de la realidad, este equivocado proceder nos está arrojando al abismo.

El manejo de la cuarentena hoy está bajo un severo análisis porque su extensión en el tiempo está cuestionada por la ausencia de una acertada previsión y contención económico-social que está provocando un calamitoso derrumbe.

Para completar y dar contexto a este sombrío panorama y profundizar este estado anímico, el presidente hace declaraciones con convicción y firmeza que se contradicen con anteriores afirmaciones suyas que son totalmente contrapuestas.

Por otra parte la ausencia de liderazgo en la conducción del gobierno se evidencia en las marchas y contramarchas motivadas por un poder subyacente que no se puede consolidar por la resistencia y rechazo de más del 70% de la opinión pública.

Ahora el presidente dialogó con el diario británico Financial Times, que junto con el estadounidense The Wall Street Journal son dos de los periódicos de temas económicos más importantes e influyentes del mundo, e hizo declaraciones que merecen ser analizadas.

Estos son algunos de sus dichos más sobresalientes:

• Manifiesta: “Francamente, no creo en los planes económicos. Creo en los objetivos que nos podemos fijar y trabajar para conseguirlos”; “‘Plan’ no es teoría, es propósito, proyecto, idea, rumbo; lo opuesto es improvisar, es incertidumbre. Los capitales para invertir requieren certidumbre y lo que hoy necesitamos son capitales que inviertan para desarrollarnos”. Luego habla de “objetivos”, que es fin, propósito, meta.

Pregunta: ¿cómo piensa lograr objetivos si no tiene plan? ¿Improvisando? ¿Prueba y error? Por otra parte, quien “conduce” debe de guiar, dirigir, y para ello debe dar confianza y certeza a quienes conduce. ¿Cómo piensa lograrlo, sin plan y con repetidas y constantes contradicciones?

• Dice usted que “el país tiene una ‘Vaca Viva’ en el campo para impulsar la exportación de bienes con valor agregado”, ¿cómo se entiende esto cuando el campo y las economías regionales son castigados con retenciones que desalientan la producción?

• Más adelante afirma: “Soy la persona más pragmática que existe”. ¿Cómo conjuga el pragmatismo, que es quien da primacía al aspecto práctico de las cosas, cuando la vicepresidenta y gran parte de su gabinete son dogmáticos y consideran que sus opiniones son verdades indiscutibles? Es decir, tienen posiciones divergentes y antagónicas. Pregunta: ¿no le parece señor presidente que el pragmatismo le indica a usted que debe ser más claro en sus propósitos para lograr su objetivo, que es pedirle a un pueblo que lo siga? ¡Cuando debe dirigir y conducir a un pueblo confundido, desorientado, castigado, pobre y con compromisos reales y ciertos que lo agobian, pero que no le dio un voto en blanco!

Señor presidente, para grandes sectores mayoritarios de nuestra sociedad su imagen fue y es la de una persona en la que prima el sentido común y la buena fe. Ahora bien, honestamente, señor, ¿cree usted claro y concordante su accionar con sus dichos? Y si así lo cree, ¿no le parece que para lograr sus objetivos debería ser más explícito? Dejo a usted la inquietud y su respuesta.

*Presidente del Instituto Argentino para el Desarrollo de las Economías Regionales (Iader)



La falta de liderazgo en la conducción del gobierno se evidencia en las marchas y contramarchas motivadas por un poder subyacente que no se consolida por el rechazo del 70% de la opinión pública.


Tiempos aciagos vivimos los argentinos, nuestro espíritu está atormentado porque día a día pareciera que vemos desaparecer las ansias de progreso y lucha que anidaba en quienes nos antecedieron en la vida.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios