Desesperante situación de 1.600 trabajadores temporarios gastronómicos en Bariloche

A pesar de los reclamos públicos, movilizaciones “con distanciamiento social” y las gestiones de distintos funcionarios, más de 1.600 trabajadores temporarios del rubro gastronómico siguen sin cobrar la ayuda prometida por el gobierno nacional.

El secretario general de la Uthgra, Nelson Rasini, dijo este jueves que ya no saben a quién apelar. “Es desesperante la situación -señaló-. Golpeamos todas las puertas, hicimos todas las gestiones habidas y por haber sin ningún resultado. Ya no sabemos qué decirle a los compañeros. Recibimos muchas críticas, con todo derecho”.

El dirigente dijo que esperan el resultado esta tarde de una reunión con otros sindicatos convocada por el gobierno municipal, de la que saldría una declaración, y también el encuentro de la gobernadora Arabela Carreras con el presidente Alberto Fernández. Según Rasini, de allí podría surgir algún anuncio.

Aunque los gastronómicos ya no quieren escuchar más anuncios ni promesas. El dirigente gremial dijo una vez más que los temporarios están en una zona gris porque legalmente son “trabajadores activos, permanentes de tareas discontinuas”, y por eso no califican para la IFE (que cobran los monotributistas y trabajadores informales) ni para la ATP, con la cual la Nación paga parte de los salarios de los empleados inactivos.

Rasini aseguró que los reclamos llevan ya tres meses y “la gente no tiene para comer”. Interpretó que la situación de los temporarios se extenderá a todos los trabajadores gastronómicos en la medida que se demore la reactivación turística. “Alguien se tiene que hacer cargo, o el empresariado o la Nación”, dijo el sidicalista.

Refirió que si en las próximas horas no cobran resolverán un nuevo plan de lucha para la próxima semana, que podría incluir la instalación de una carpa frente a la Anses o el ministerio de Trabajo.

Recordó que en Bariloche hay en total 7.500 trabajadores gastronómicos (5.000 efectivos y el resto temporarios) y que el único dato positivo es la posible apertura de bares y restoranes, pero consideró que allí va a ser muy poca la demanda de mano de obra.

Dijo que les urge alcanzar acuerdos con las cámaras patronales y con el gobierno para asegurar algún ingreso durante el invierno, si la ciudad no recibe turistas.