Descendió Independiente: crónica de un final anunciado

 El árbitro Sergio Testa dio el pitazo final y las lágrimas de Lalo Porra son las de todo Independiente. No hay consuelo que valga para los jugadores que entregaron todo y se quedaron sin nada. Luego de seis años en el Federal A, el Rojo neuquino descendió al Regional Amateur.

La explicación de este desenlace no es compleja aunque tiene varios factores. Lo que queda claro es que el club estuvo lejos de hacer los méritos necesarios para mantener la categoría.

Los jugadores pusieron la cara y nunca se quejaron públicamente de los problemas institucionales. Sí se les puede achacar que no estuvieron a la altura de las expectativas, ya que el plantel se armó para pelear más arriba.

Los dos triunfos en 22 partidos marcan la pésima campaña que desde hace meses presagiaba este final.

Las heroicas remontadas de otros años esta vez estuvieron lejos de suceder. La rebeldía apareció pero el nivel futbolístico no.

Este torneo, que le da chances de ascender a dos equipos y hace descender a ocho, es cada vez más profesional. Los clubes que pueden soportarlo económica y estructuralmente son pocos y en esta región no abundan. En este sentido, Independiente se ubica muy por debajo de clubes como Deportivo Madryn o Alvarado, por nombrar a dos a los que enfrentó en este campeonato.

El público, que hace tiempo no acompaña multitudinariamente al equipo, lo despidió con aplausos, reconociendo el esfuerzo. Más allá del clima de resignación que reinaba por la difícil situación, la gente alentó todo el tiempo y ovacionó a sus dos ídolos Manolo Berra y Lalo Porra.

Diego Trotta había sido importante en la salvación de la edición pasada pero nunca encontró respuestas en el actual campeonato. Su ciclo se desgastó y se estiró demasiado.

El técnico que buscaron para la hazaña fue Luis Murúa, un hombre con experiencia en la categoría y en objetivos de este tipo. Poco pudo hacer el Pity para enderezar el barco y el equipo fue una continuidad de lo que había mostrado el semestre anterior.

El antecedente del Rojo en este aspecto es el Torneo Argentino B 2010/2011 en el que también se fue al descenso. Por esa razón debió jugar el Torneo del Interior en 2012. Los neuquinos lo ganaron y volvieron al B. Con la reestructuración de las divisiones del ascenso, el Rojo fue invitado al Federal A en 2014 y se mantuvo hasta esta edición.

El gol de Braian Uribe a los 8 minutos de juego quedará sólo como una anécdota. Ahora, Independiente deberá reinventarse y cambiar muchas cosas si quiere volver a esta categoría. Hoy, le toca despedirse con la ilusión de regresar lo antes posible.