Derrame de petróleo en Río Negro: 96 horas sin certezas
RÍO NEGRO recorrió el lugar. Todavía se desconoce la causa que originó el incidente en un yacimiento en Medanito, cerca de Catriel. Llevará tiempo determinar el impacto ambiental.
El intenso hedor a petróleo impregna el “punto cero” -como le dicen los operarios- del incidente ambiental que se desató la semana pasada en un yacimiento de Río Negro, cerca de Catriel. Mucho más aún cuando los camiones batea abandonan el bloque cargados con tierra empetrolada que buscará sanearse en alguna planta de tratamiento de residuos especiales.
Desde lejos parecen hormigas; son más de 100 personas que trabajan de sol a sol para amortiguar el impacto ambiental que ocasionará el derrame de 2.000 metros cúbicos de crudo que se originó por la falla en el sistema troncal de oleoductos de la compañía Oleoductos del Valle (Oldelval). La primera etapa se cerró ayer a las cuatro de la madrugada con la última gota de hidrocarburo que cayó sobre una diminuta pileta Pelopincho que se colocó debajo del caño roto.
Río Negro recorrió la zona, ubicada unos 5 kilómetros tierra adentro por la Ruta Nacional 151 en el kilómetro 100 aproximadamente, sobre uno de los yacimientos con más historia en la provincia. En el lugar se montó un campamento exclusivamente para trabajar en el saneamiento. Fuentes de Oldelval explicaron que desde el incidente, el viernes pasado el mediodía, se dispuso un trabajo de 24 horas para atender uno de los desastres ambientales más importantes en los últimos años.
Los dos principales interrogantes sobre el derrame de petróleo siguen abiertos: saber cuál fue la causa del incidente y las consecuencias ambientales que tendrá. Sobre el primero se estima que se conocerá la semana que viene, mientras que el impacto ambiental dependerá de varios factores y requieren mucho tiempo y análisis para tener certezas.
Sobre el origen del incidente, fuentes de la firma Oldelval confirmaron a este medio que no encaja con una posible saturación por la sobreproducción en Vaca Muerta. Es que el oleoducto que se averió llevaba petróleo desde la planta de bombeo que Oldelval tiene en Medanito hasta Puesto Hernández y no pasa por allí la producción de Vaca Muerta.
Es decir que no estaba exigido porque suele funcionar para almacenar y luego enviar al puesto.
El bloque que actualmente opera Petróleos Sudamericanos, todavía conserva la vieja cartelería de YPF históricamente al frente del área que descubrió el petróleo en la provincia.
Oldelval aseguró que realiza continuamente controles sobre el estado de las cañerías, incluso proyecta por año cuántos kilómetros de ducto debe fiscalizar, sin embargo, no llegó a tiempo a ese sector.
Tras desnudar la superficie para llegar a la rotura se observa un deterioro en la cañería que generalmente se produce por la corrosión que podría ser una de las causas, aunque no la única. Desde la secretaría de Ambiente y Cambio Climático no descartaron una falla humana en el proceso.
“Todavía desconocemos la causa, eso va a llevar algunos días más para poder determinarlo. Se tiene que analizar y cuando tengamos certezas las vamos a comunicar. La principal medida que se tomó fue actuar de inmediato para disminuir el impacto ambiental en flora y fauna”, precisó un operario de Oldelval.
Apenas ocurrió el derrame, la compañía cerró el grifo y demorará al menos una semana en volver a funcionar con normalidad. Fuentes de la empresa responsable del oleoducto aseguraron que no generará ningún inconveniente en el transporte del petróleo porque la principal vena de circulación es la que va a Puerto Rosales (entre Punta Alta y de Bahía Blanca) y de allí a las principales refinerías del país.
De haberse roto ese ducto el escenario hubiese sido otro ya que tiene una gran demanda y es por donde circula la producción de Vaca Muerta.
Sí se confirmó que la rotura del caño fue importante. Cuando el sistema alertó sobre una baja de presión – lo que genera una rotura- automáticamente dejó de bombear. En ese tiempo desparramó alrededor de 2.000 metros cúbicos de petróleo.
Tras confirmar que el oleoducto dejó de emanar crudo, Oldelval comenzó con el trabajo para perforar el oleoducto y taponearlo para poder cambiar el tramo averiado.
Para eso es necesario que el interior del ducto no tenga restos de hidrocarburos para evitar riesgos de explosiones al momento de soldar. Para eso luego de cortarlo, se coloca bentonita en los extremos para aislar el trabajo de posibles restos de crudo. Luego la arcilla se disuelve.
Sobre el impacto ambiental no habrá conclusiones en el corto plazo. Especialistas consultados por Río Negro indicaron que hay muchas variables a tener en cuenta, como la vegetación, la cercanía con las napas de agua, flora y fauna especialmente.
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