Las aventuras del gaucho del norte neuquino en Qatar 2022: así aprenden los árabes a decir Chos Malal y Plottier
El camarógrafo Carlos Monsalve disfruta a fondo en el Mundial de la experiencia de comunicarse con hinchas de todos los países y enseñar palabras de su tierra. Así fue el intercambio que quedó registrado en un divertido video. ¿Cómo pronunció el anfitrión? Mirá...
Carlos Monsalve, el camarógrafo nacido en Chos Malal en el norte neuquino y radicado en Plottier, en las cercanías de la capital provincial, disfruta cada día a su manera del Mundial Qatar 2022. Eso quiere decir que anda con su bombacha gaucha, el sombrero, la camiseta argentina que firmaron decenas de neuquinos y las alpargatas que alterna con las chalas de cuero de vaca que le regaló el amigo Ramón Cisterna, campesino de Tricao Malal. Quiere decir también que intenta hablar con hinchas de todos los países, que si hay barreras de idioma, los gestos y las ganas pueden más. Y sino, con la aplicación que se bajó en el celular que le traduce del árabe al español. Ayer festejó a lo grande el triunfo de Messi y toda la banda de la Scaloneta ante Polonia que clasificó a la Selección para los octavos de final. Pero antes y después de los partidos, los suyo es andar, caminar, asombrarse, vivir a fondo la experiencia.
Con la bandera a todos lados
Nunca olvida la bandera con la leyenda Patagonia Argentina, Chos Malal y Plottier que sus nuevos amigos de la parada de taxistas de Bahréin, donde estuvo una semana antes de llegar a Doha, dejaron impecable con un fibrón y una birome.
Lleva discos compactos de artistas de su tierra y alfajores de la cordillera neuquina que le muestra al mundo. Y aprovecha cada oportunidad para aprender palabras o para enseñarlas.
Por ejemplo, en Omán, antes del llegar a Doha. En el aeropuerto tuvo un divertido intercambio con un árabe vestido con una túnica blanca y turbante, que arrancó con unas palabras que no llegó a agarrar porque aún no había activado la aplicación, pero por la sonrisa y el gesto amable parecía una cálida bienvenida.
Después le tocó el turno a Carlos. Y dijo, despacito: «Chos Malal» y con un gesto lo invitó a animarse a decirlo. Lo hizo bien. «Plottier», dijo después. Y otra vez sonó bien. «Argentina» fue la tercera. El árabe sonaba cada vez mejor y su sonrisa era cada vez más grande.
Después se despidieron con un apretón de manos y el que se fue sonriendo fue Carlos. Cada vez que puede repite esas tres palabras en cada charla, en cada video. «Así llevó a mi tierra presente en el Mundial«, explicó. «Nací en Chos Malal, donde tengo familiares y muchas amistades. Hace 27 años que vivo en Plottier, en la costa del río Limay, donde hice nuevos amigos», agregó antes de despedirse para vivir nuevas charlas y aventuras.
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