Tras años de espera, Maracacinho finalmente tendrá su sede propia en Cinco Saltos
Construyeron dos canchas en un año y los desalojaron. Luego de luchar por "el sueño de la casa propia", el club que milita en la Liga Deportiva Confluencia tendrá su predio en Cinco Saltos.
En octubre la comunidad del club organizó un entrenamiento masivo frente al Concejo Deliberante de Cinco Saltos. (Foto: club Maracacinho)
La perseverancia y el anhelo por tener un espacio propio para albergar a más de 400 deportistas, llevaron a la comunidad del club a realizar un entrenamiento masivo para reclamar por tierras para construir su sede. Tras años de espera, ayer finalmente el «sueño de la casa propia», se hizo realidad.
«Luego de un proceso de largos años de trabajo, Club Maracacinho está en condiciones de confirmar (…) que accedimos a la documentación que nos otorga las tierras para levantar nuestra sede propia», así empezó el comunicado de la institución para celebrar el hecho histórico.
En dialogo con Diario RÍO NEGRO, Martín Sandoval, presidente del Club Maracacinho, detalló que tras el entrenamiento masivo que realizaron en octubre, los concejales de Cinco Saltos los citaron para brindar su apoyo e impulsar el proyecto.
«El jueves pasado se sacó la sesión extraordinaria, fuimos y todos los concejales votaron a favor del proyecto. Desde ahí pasó al Ejecutivo y la intendenta, Liliana Alvarado, ayer nos entregó la documentación de cuatro hectáreas», celebró.
A su vez, el dirigente valoró el esfuerzo de la comunidad del club que, con gran sentido de pertenencia, luchó para concretar el sueño de tener su sede propia.
«Venimos hace 5 ó 6 años, sería la tercera cancha que construimos. De manera indirecta le estamos enseñando a todos los nenes, a la gente de Cinco Salto que hay que pelear por los sueños, por las metas que uno tiene», reconoció.
El camino para lograr la obtención de las tierras no fue fácil para los dirigentes que fueron desalojados dos veces de predios alquilados. Sin embargo, el anhelo por participar del fútbol federado, los golpearan las puertas de otros clubes para alquilar la cancha.
«Tal vez lleva años, tal vez lleva llanto como nos tocó a nosotros cuando nos quitaron la primera cancha que hicimos. Lloramos, no entendimos muchas situaciones pero nos plantamos un objetivo claro y al final lo logramos», concluyó Sandoval.
Con la documentación de las cuatro hectáreas en su poder, solo resta cumplir con los requisitos para que finalmente el Club Maracacinho empiece con la construcción de su sede en Cinco Saltos.
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