Federico Büker, el roquense que encordó las raquetas de Nadal y Djokovic en Wimbledon
Federico Büker siempre supo que su vida iba a estar ligada al tenis profesional de alguna manera. Los caminos de la vida lo llevaron a convertirse en encordador de Wimbledon 2022.
Desde que agarró una raqueta por primera vez, allá en los principios de la década del 80’, el roquense Federico Büker supo que su vida tenía que estar ligada al tenis. Poco más de treinta años después, se convirtió en uno de los encordadores oficiales y aprobados por la ATP, lo que le permitió ser parte primero del US Open en 2017 y de la última edición de Wimbledon.
Claro que el camino para llegar a la Catedral del Tenis no fue fácil y Federico se lo contó a En Eso Estamos de RN RADIO, donde además dio detalles sobre lo que significa trabajar en el Grand Slam con más historia de la disciplina.
Después de sus primeros pasos en el frontón del complejo del Deportivo Roca, que todavía no contaba con canchas de medidas oficiales, Büker se mudó a los 18 años a Bariloche donde buscó seguir ligado al tenis. A los pocos años, y en busca de cumplir su sueño, partió a Europa y en España llegó a tener su propia tienda de tenis donde perfeccionó la técnica del encordado. Eso le abrió las puertas a lugares y torneos que anheló de pequeño mientras entrenaba en el solitario frontón del Depo.
“Hasta los 18 años jugué toda mi vida en Roca. Ahí descubrí mi pasión y siempre quise estar o llegar al circuito profesional, como sea. Con el tiempo fui buscando el espacio y a los años encontré esta profesión que es encordar o preparar las raquetas para profesionales o jugadores de club”, detalló Federico desde Londres, un par de días después de la vorágine que fue trabajar en el All England Club durante la edición 2022 de Wimbledon.
Se trata de una profesión muy poco conocida, pero clave en los torneos internacionales. Los encordadores son aquellas personas que se encargan de poner a punto las raquetas de los jugadores, quienes se las entregan con pedidos específicos de tensión y cuerdas especiales a medida de cada profesional. Rafael Nadal o Novak Djokovic, fueron solo algunos de los jugadores que dejaron en manos del roquense sus herramientas de trabajo.
Llegar al circuito profesional nunca es fácil y Federico tuvo un largo recorrido para ser considerado por los torneos más importantes del mundo. “No fue fácil. Primero hay que tener un par de titulaciones, hay una Asociación Europea de encordadores que te reconoce y hay que tener años de experiencia y práctica de raquetas. Además de saber básicamente las técnicas que hay que usar”, comentó sobre sus inicios en el mundo del alto rendimiento.
Tras años de búsqueda y espera, la primera gran cita de Federico llegó en un torneo gigante: el US Open de 2017. “En aquel momento me contacté con una persona que me hizo el nexo. De ahí me llamaron del certamen y me hicieron una prueba. Hice el entrenamiento, me vieron y después llegó el OK. Al tiempo me llamaron”, contó.
Cinco años después, ya viviendo en Londres, le llegó el momento más esperado: trabajar y ser parte de Wimbledon. “Hace dos o tres años que intentaba entrar. Tuve que esperar que se haga una vacante, este año me tocó y fue una alegría inmensa que no sabía como expresar. Intenté disfrutar cada momento y día que estuve encordando”, agregó.
A la hora de hablar sobre su trabajo, comentó: “Secretos no hay. Mi labor es a la hora de poner las cuerdas en la raqueta es hacerlo de la mejor manera, pero siempre optimizando la tensión que el tenista quiere a la hora de jugar. Luego hay varias técnicas y tips. El mundo de cuerdas y raquetas es infinito porque hay mucha variedad de marcas y materiales”.
Trabajar en el máximo rendimiento internacional también lo llevó a encordar las raquetas de jugadores de élite, tales como Nadal o Dojokovic, quienes suelen tener especificaciones bastante concretas para elevar su nivel al máximo.
“En los jugadores profesionales no hay obsesión, pero si para la mayoría es un elemento fundamental tanto la cuerda que utilizan, como la tensión que usan y a la hora que tenés que encordar la raqueta. Esto es clave porque no es lo mismo jugar a la mañana o a la noche, el clima puede modificar la tensión de las raquetas y hay que estar atento a eso”, detalló.
“Para la gente que no forma parte de este mundo es algo bastante raro. Para mi es normal que venga cualquier jugador. Es la raqueta, no el tenista, igual cuando te dan la raqueta de Nadal se siente un poco más de respeto”, finalizó el roquense que llegó a la Catedral del tenis para disfrutar de un evento único.
Escuchá la entrevista a Federico Büker en «En eso estamos» de RN Radio
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