Gustavo, el vendedor ambulante que recorre el país con una Libertadores
Gustavo es sanjuanino y recorre el país como vendedor ambulante para ganarse la vida. Estuvo en San Martín durante la pretemporada de River y 20 años antes había visitado la región cuando pasó el Boca de Carlos Bilardo y Maradona.
Temporada turística que promete ser récord, un clima fantástico en esa semana y River visitando San Martín de los Andes por segunda vez para realizar su pretemporada. Los primeros días del Millo brindaron un clima ideal para quienes llegaron al sur neuquino a pasar sus vacaciones.
El fútbol es mucho más que lo que pasa adentro de la cancha, porque representa un fenómeno social que en nuestro país tiene miles de ramificaciones. En ese contexto, los vendedores ambulantes hacen su juego para sobrevivir y muchos de ellos viajan por todo el país.
La geografía urbana de San Martín se vio alterada con el puesto de Gustavo, un sanjuanino de 50 años que recorre Argentina vendiendo camisetas de distintos clubes y aprovecha momentos especiales como los 9 días que River estuvo en la ciudad. En cuero y con un bronceado digno de estatuilla de Martín Fierro, el vendedor cuyano charló unos minutos con Río Negro mostrando su voz ronca de fumador, en lo que era el segundo día de la hermética pretemporada del campeón del fútbol argentino.
‘‘Laburamos del fútbol y tenemos las copas para laburar, andamos por todos lados. River, Boca, todos los equipos. Estuvimos en Madrid también’’, comenta.
La Libertadores es, sin dudas, lo más festejado del Millo en su historia. En su puesto, Gustavo tiene una réplica de la Copa tapada con un buzo de Franco Armani. El costo de la foto con el trofeo es de 500 pesos.
Las camisetas titulares, alternativas, de entrenamiento a un precio mucho menor de lo que se consigue en las casas de deportes, comparten el mantel en el piso junto con pilusos, banderas y hasta barbijos.
‘‘Se viene vendiendo bien, pero con el covid paró un poco porque no hay mucha gente en el hotel’’, explica.
La playa del lago Lacar está llena de gente. Los turistas y residentes aprovechan cada segundo de sol y los vendedores ambulantes aprovechan para hacer su diferencia.
«El turismo ayuda mucho, es con lo que más se está laburando, pero donde están los jugadores no hay mucha gente’’, agrega.
Gustavo pasó toda su vida viviendo del fútbol sin estar directamente relacionado a la actividad deportiva. «Empecé a laburar en la cancha a los 5 años. Estuve en mundiales, incluso en el 86’ con Diego. Laburamos del fútbol, hay que moverse nada más. La mayoría de las cosas las fabricamos nosotros, vamos a todos lados donde se pueda ir«, afirma.
Él dice que no es hincha de ningún equipo, que va donde haya que vender. Incluso cuenta la anécdota de hace 20 años, cuando pasó por la región con el archirrival de River. «Vine cuando vino Boca con Diego (Maradona) y Bilardo. Entrenaron en el RIM 26 de Junín, ya conocía estas bellezas«, comenta. El Xeneize estuvo a unos pocos kilómetros promediando la década del 90’ y Gustavo formó parte de toda esa movida con su puesto para vender camisetas y merchandising.
En su caso, el negocio del fútbol y la pasión está directamente relacionado con la supervivencia familiar día a día, porque el emprendimiento incluye a sus hijos.
Antes, durante y después de la estadía de River, los colores rojo y blanco dominaron la escena de varios puntos de la vía pública. La presencia del conjunto que dirige Marcelo Gallardo sacudió el avispero nuevamente y Gustavo fue uno de los tantos que aprovechó para potenciar su actividad.
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