Racing eliminó al Corinthians, está en la final de la Sudamericana y buscará un título internacional después de 36 años
El conjunto de Gustavo Costas superó al Timao por 2-1 con un doblete de Juanfer Quintero y buscará la gloria en Asunción. El rival será Cruzeiro, idéntico rival de la final de la Supercopa 1988, con el DT como capitán.
Crack. Juanfer empató de penal y definió perfecto para el 2-1. En tres minutos, la Academia lo dio vuelta y se metió en la final. (AFP)
Racing eliminó al Corinthians en el Cilindro y sacó los boletos para la final de la Copa Sudamericana. El equipo de Gustavo Costas rompió una pared que permite soñar en grande: la Academia accedió al duelo decisivo en una competición internacional después de 36 años, ya que el último antecedente fue en la Supercopa de 1988, bajo la batuta del gran Coco Basile. De movida, se repite el rival (Cruzeiro) y la otra coincidencia tiene que ver con el actual DT, que fue el capitán del aquel equipo.
Lo dio vuelta con el gran Juanfer
Luego del 2-2 en la ida y de las chicanas de Ramón Díaz, DT del rival, habría pronósticos de partidazo y se cumplieron en el colmado Cilindro de Avellaneda. El conjunto brasileño dio el golpe de entrada, tras un fallo defensivo y una gran combinación entre Yuri Alberto (autor del gol) y el estelar Memphis Depay.
El período siguió con la sensación de que el local caminaba por la cornisa más allá de que solo amenazó con una llegada de Rodrigo Garro neutralizada de manera magistral por el arquero neuquino Gabriel Arias y, de a poco, fue el conjunto de Costas el que empezó a merodear con mayor solidez los tres cuartos de cancha.
En ese contexto de presión creciente fue que José Martínez puso la mano en el área ante un centro de Maximiliano Salas y, a los 35, Quinteros no falló con un disparo alto ante Hugo Nogueira. A los 38, tras la veloz intervención de un alcanzapelotas, hizo el lateral por izquierda Salas, habilitó de cabeza Maravilla Martínez y quedó Juanfer mano a mano por izquierda para definir al segundo. Antes del descanso, Arias volvió a salvar las papas ante Yuri Alberto.
La bancó en el complemento y se va para Asunción
En el complemento, excepto por una definición de Maxi Salas que pasó muy cerca, Racing logró jugar su partido con corazón y evitando sobresaltos cerca de Arias. El equipo de Ramón Díaz no volvió a encontrar claridad y la fiesta se fue gestando con el correr de los minutos y explotó en el final: toda la fiesta fue para Racing, 32 años después en una final internacional, y con la ilusión a flor de piel para el 23 de noviembre frente a Cruzeiro en Asunción.
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