La Regata, el río y un vínculo entre dos provincias que vuelve a estar unido por el canotaje
Se largó la edición N°49 de la Regata del Río Negro y después de cinco años, la prueba se volvió a lanzar desde Neuquén. La primera de las siete epatas unió el Balneario de Plottier y el de Isla Jordán.
Camaradería, esfuerzo, perseverancia, historias de acá y de allá. La Regata y el río, el Negro y el Limay. El vínculo eterno entre dos provincias que nuevamente vuelven a estar unidas a través del canotaje, deporte emblema de esta región.
La Regata Internacional del Río Negro vuelve a abrirse paso en el agua y como bien lo marca su larga historia, la tierra neuquina volvió a ser el punto de partida de esta nueva edición, la 49°, que culminará como siempre en Viedma, la tierra prometida de todos los palistas que se animan a formar parte de la travesía.
Este sábado en el Balneario de Plottier se largó la prueba de canotaje de maratón más larga del mundo, que tuvo como punto culminante de esta primera etapa, la Isla Jordán y su renovado balneario, que después de muchos años y gracias a los trabajos de saneamiento, hoy vuelve a estar apto para todo aquel que se quiera refrescar en las aguas del río Negro.
No es un dato menor que el balneario de la Isla estuviera habilitado. La gente se pudo refrescar a la espera de la llegada de los competidores, quienes tuvieron que soportar temperaturas de hasta 38 grados. Si bien el parcial fue relativamente corto (28 kilómetros), el esfuerzo se sintió. Según el pronóstico para los próximos días, las temperaturas altas se mantendrán.
La ceremonia de apertura contó con las presencias de los dos gobernadores. Alberto Weretilneck por el lado de Río Negro, y Rolando Figueroa por Neuquén, dando una imagen de unidad y colaboración para esta prueba que ya empezó a transitar el camino hacia los 50 ediciones, que se cumplirán en enero del año que viene.
La prueba arrancó poco antes de las 15 y de entrada los que comenzaron a marcar el rumbo fueron el bote N° 4 de los maragatos Damián Pinta y Abraham Saavedra, y el de Julián Salinas (Choele Chole, pero que corre para El Bigua) y Juan Ignacio Cáceres Las Flores). El ritmo de los botes de punta fue infernal y el que el prevaleció en el sprint final fue el de Pinta- Saavedra (1:13:51) con apenas una luz de 1,2 segundos sobre Salinas- Cáceres.
Fue tal la explosividad de las dos primeras embarcaciones, que le sacaron más de 20 segundos a los entrerrianos Pedro Ratto y Alan Nielsen y a Mauricio y Rodrigo Caffa, terceros y cuartos respectivamente. Quintos fueron Matías Arávalo y Lionel Guardiola, de Patagones; y sextos Lucas Ranalli y Félix Calatrava, de San Fernando.
No menos interesante estuvo la definición de los K1 senior, con una lucha bote a bote entre el ganador Agustín Jadull (El Biguá) y Julián Algañaras (Náutico Luis Piedrabuena), que quedó a apenas un segundo del neuquino. Tercero, a 10 segundos, finalizó Mauricio Larroque, del Náutico El Timón, de Luján.
En K1 damas, la reaparecida palista roquense Cecilia Collueque, terminó primera sobre la representante de Necochea Sonia Rodríguez. «¿Que tiene de lindo volver a correr desde Neuquén? Sin dudas navegar por la Confluencia. El nacimiento del río Negro después de la unión del Limay y Neuquén es hermoso».
El bote más rápido entre los Travesías fue el de Mauro Navarro y José Paniz (Náutico Piedrabuena) quienes se quedaron con la categoría A. En la B los vencedores fueron Cristian Frasse y Gustavo Cors (Conesa); en el C Alfredo Quiles y Guido Bustamante (Náutico La Ribera); en D Sergio Codina y Nelson Vega (Club Río Limay).
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