La Regata, el amor de un nieto hacia su abuela y una esperada promesa que se cumplió en el río
Margarita tiene casi 80 años y hace casi diez su nieto Jorge le aseguró que un día iban a correr la travesía juntos. En esta edición 2024 el juramento se cumplió.
Una cena familiar, el amor por el canotaje y una promesa que se cumplió después de casi diez años. Lo hizo posible ese vínculo de amor inquebrantable sin renunciamientos que suele darse entre abuela y nieto, que un día pactaron afrontar juntos el desafío y finalmente fue este año en que las aguas del río se abrieron para que el juramento pudiera cumplirse.
Uno de los botes más mimados de la Regata del Río Negro es el 143 que comandan Jorge Adriano Pérez, «Perikles» para el todo el mundo, y su abuela Margarita Trinchant, que compiten dentro de la categoría Travesía mixtos.
Margarita tiene casi 80 años, los cumplirá el próximo 31 de enero, y en cada final de etapa cuando baja del bote, es una celebración para toda la gente de Patagones que la acompaña y también para toda la troupe que se mueve junto a la Regata.
«¿Si estoy cansada? Nooo, para nada. Estoy feliz…», dice exultante Margarita cuando pone los pies en el agua luego de otro duro parcial de la travesía. «Esta es mi primer Regata, la ilusión de mi vida. Siempre lo vi correr a mi nieto pero me animé y empecé a remar con él», nos cuenta Margarita, con una vitalidad notable.
Hace un par de años estuvo a punto de correrla, pero se enfermó y no pudo hacerlo. «Así que para esta edición nos preparamos y salimos. Qué salga lo que Dios quiera, me dije», afirma Margarita quien asegura que fue ella quien convenció a su nieto para correr la Regata. «Remo todo el año, invierno y verano, con frío, con calor. Pero hace tres meses que nos estamos preparando para poder estar corriendo juntos».
Margarita tuvo que convencer también a su familia, ya que tenía miedo por la exigencia que demanda la travesía, pero disfruta de este gusto de la vida de correr la Regata junto a su nieto. «Tiene mucha experiencia, cuando venimos por el río le va indicando a los otros botes por donde ir. A mí a veces tambén me dice qué es lo que tengo que hacer, pero yo lo reto y le digo que mire para delante». La amplia sonrisa de Margarita confirma que está disfrutando y mucho de esta experiencia.
Habla Perikles y nos cuenta cómo nació esta idea de correr con su abuela. «Hace casi diez años yo le prometí que ibamos a correr juntos la Regata. Ella siempre nos acompañó porque en los campamentos era la cocinera del grupo (de la Escuela Municipal de Patagones), asi que nunca veía una largada o una llegada. Recién lo vivió el año pasado cuando vino a la cocina de vuelta porque andábamos con la combi, pero nunca la vivió desde adentro».
En esa cena, adelante de toda la familia, Perikles le prometió a su abuela que iba a vivir la Regata desde adentro del agua. El primer intento fue en el 2015 pero Margarita se enfermó y no pudo ser. A partir de ahí amagaron varias veces hasta que este año decidieron bajar juntos el río.
«Tiene una vitalidad tremenda. Yo tengo 37 años y a veces me pregunto cómo hace a la edad que tiene, es increíble. A mediados de año la dejé que agarre confianza sola y desde octubre la empezamos a preparar juntos. Esto es un sueño para mí, somos muy unidos, me vengo imaginando todo esto hace meses atrás y tengo muchas ganas de que podamos llegar a Viedma y celebrar. Venimos bien, pero lo único que me importa es que ella disfrute y que reciba el cariño de la gente».
Comentarios